COPA DEL REY

Por qué la final de la Copa del Rey se juega siempre en La Cartuja

Todas las finales de la Copa del Rey desde la temporada 2019/20 se celebran en el Estadio Olímpico de La Cartuja.

El estadio de La Cartuja, en obras antes de la final de Copa del Rey 2025./EFE
El estadio de La Cartuja, en obras antes de la final de Copa del Rey 2025. EFE
Javier Mercadal

Javier Mercadal

La final de la Copa del Rey 2025 entre Real Madrid y Barcelona se disputa en el Estadio de La Cartuja, en Sevilla. Se trata de la sexta final copera consecutiva que alberga el estadio hispalense; todas desde la temporada 2019/20 (aunque aquella edición se disputó finalmente en 2021 debido a la pandemia del Covid-19). Aunque en muchos países es habitual que el partido que decide el título copero se juegue siempre en el mismo estadio, siendo Wembley el ejemplo más famoso, en España no existe esta tradición.

En nuestro país lo habitual era disputar la final de Copa del Rey en un campo neutral. A poder ser, que estuviese a una distancia equidistante de los dos equipos finalistas, sobre todo para favorecer el desplazamiento de sus aficionados. Sin embargo, en la década de los 2010 el encontrar sedes que cumpliesen con todos los requisitos para acoger uno de los encuentros más importantes de la temporada se convirtió en todo un quebradero de cabeza para la Federación.

Por ejemplo, hizo mucho ruido muy la negativa del Real Madrid a ceder el Santiago Bernabéu en 2012 para que se disputase la final entre el Barcelona y el Athletic, aduciendo unas obras en los baños. Finalmente aquel encuentro se jugó en el Vicente Calderón. En 2015 se repitieron los finalistas y se terminó jugando en el Camp Nou ya que el estadio del Atleti no estaba disponible debido a un concierto de AC/DC. Son solo dos ejemplos de los varios problemas que hubo aquellos años.

Por qué la final de la Copa del Rey se juega siempre en La Cartuja

Entonces entró en escena el Estadio de La Cartuja. Construido para albergar el Mundial de atletismo de 1999, se trataba de un recinto amplio y sin un uso determinado. Ya había albergado dos finales de Copa del Rey previamente (Valencia 3-0 Atlético en 1999 y Real Zaragoza 3-1 Celta en 2001), por lo que fue visto por la RFEF como una potencial sede fija para sus competiciones e, incluso, para los partidos de la Selección española.

En 2020, la Real Federación Española de Fútbol y la Junta de Andalucía llegaron a un acuerdo para que el Estadio Olímpico de La Cartuja albergase la final de la Copa del Rey por cuatro años. Un trato que debió haber finalizado en 2023, pero que posteriormente se prolongó hasta 2025. De esta manera, el torneo del KO ya conoce cuál va a ser la sede de la final en el momento de su inicio.

La idea fue propulsada por la administración de Luis Rubiales, quien durante su tiempo al frente del ente federativo siempre defendió la idea de contar con un Wembley español. Llegó incluso a presentar públicamente la idea de construir un estadio para la Selección, aunque fue una idea que nunca fue desarrollada de manera formal. Lo cierto es que durante su mandato la Selección hizo de La Cartuja su casa oficiosa. No solo disputó allí varios partidos, sino que albergó todos los encuentros de la Euro 2020 que se jugaron en nuestro país. También la Nations League femenina 2024, que ganó España, se disputó en el terreno de juego sevillano.

El acuerdo entre la RFEF y La Cartuja, bajo investigación

En marzo de 2024 se hizo público que la UCO estaba investigando los contratos entre la RFEF y la Junta de Andalucía en busca de posibles irregularidades. En total trascendió que fueron tres los acuerdos bajo la lupa de la Justicia, entre ellos el correspondiente a la celebración de la final de la Copa del Rey entre las temporadas 2019/20 y 2022/23, que después fue prolongado hasta 2025 ya que las dos primeras ediciones se celebraron sin público a causa de la Covid.

Según recoge el convenio, a cambio de ser la sede de la final de la Copa del Rey, la Junta de Andalucía se comprometió a aportar 1,2 millones de euros más IVA por cada edición por medio de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía en concepto de patrocinio turístico. Por su parte, la RFEF asumía el coste de las obras efímeras directamente vinculadas a la imagen del evento .