COPA | ATHLETIC 1 (4) - MALLORCA 1 (2)

Un aviso de Aguirre en su noche más "cruel" alerta sobre su realidad en el Mallorca

El técnico dejó caer la posibilidad de no renovar con el club y también de una retirada temprana: "No sé cuánto me queda en el fútbol".

Javier Aguirre, en la final ante el Athletic./REUTERS
Javier Aguirre, en la final ante el Athletic. REUTERS
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Javier Aguirre vivió una de sus ruedas de prensa más difíciles. El técnico del Mallorca, siempre aferrado a una sonrisa eterna y una vitalidad exultante, llegó con un tono de frustración. Después, como parte de su naturaleza, fue subiendo el tono, engatusando a la sala con sus chascarrillos y su enorme cercanía a medios y futbolistas. Sin embargo, en su discurso, por primera vez, dejó en el aire la posibilidad no solo de que se vaya de su actual club, sino también de retirarse del mundo de los banquillos.

Aguirre, sobre su renovación.

"Tengo muchas batallas perdidas, más que ganadas. Mi familia estaba por ahí con mis tres hijas, mis tres nueras, mi mujer y mi nieta. La persona sufre por ellos. Yo estoy bien. Mañana me pondré a pensar en el Madrid y veré cómo puedo sobrevivir a ese partido. Hay que darle vuelta lo antes posible. No puedes lamentarte, porque la vida misma es así. No sé cuánto me queda en el fútbol profesional... Disfruté hoy, no hubo final feliz. Felicité al Txingurri y a algunos jugadores, pero ya estoy pensando en el Madrid. Aparte del agradecimiento, decir a la afición que vendimos cara la derrota. Puede ser un argumento bastante pobre, pero es real", expuso.

En ese "no sé cuánto me queda en el fútbol profesional" se esconde la dureza de una derrota de esta magnitud, pero también la experiencia de un técnico que nunca da puntada sin hilo. Javier Aguirre acaba contrato el próximo 30 de junio y, de momento, no existe un acercamiento entre ambas partes para prolongar su vínculo. Desde luego, el éxito de llegar a la final de la Copa del Rey, si se confirma con el objetivo de la salvación, es motivo suficiente para que desde el club comprendan que no hay nadie mejor para ponerse a los mandos. Sin embargo, no todo es tan sencillo.

Por si con esas enigmáticas palabras no fuera suficiente, Javier Aguirre fue directamente preguntado sobre si quiere renovar su contrato con el Mallorca. Alentando, por cierto, a que el deseo de la gente es que siga sentado en el banquillo. El mexicano no fue del todo claro: "Estoy centrado en LaLiga, ahora viene el Real Madrid, el Sevilla, el Cádiz... No tengo otra cosa que no sea pensar en la permanencia y tratar de cerrar bien el año".

Y es que esas fueron sus primeras palabras nada más llegar al vestuario tras la dolorosa derrota. Un "enhorabuena" a sus futbolistas por el compromiso y el esfuerzo realizado durante toda la Copa del Rey, pero también un mensaje de que toca ponerse de nuevo las pilas. Amarrar la permanencia es el primer objetivo y luego llegará el turno de los asuntos personales...

Y el club también especula...

Las palabras de Aguirre, en realidad, no caen como sorpresa en la isla. Si bien el mexicano ha dejado caer la posibilidad de que su retirada como entrenador esté cerca de llegar, su continuidad en el Mallorca ya pendía de un hilo. No por lo que marcaba el contrato en sí, sino por cómo habló del tema el CEO del club, Alfonso Díaz, en EFE. "Cuando acabe la temporada, hablaremos", dijo.

Aguirre, sobre la derrota.

Continuó con un discurso algo plano: "Javier Aguirre es un gran entrenador. Llegó hace dos temporadas y media, en un momento muy complicado, pero ahora estamos centrados en la Liga. Él lo ha dicho públicamente. Es importante estar centrados y no desviarnos de lo que es luchar por la salvación. Hay que tratar de pelear en la final por esta Copa del Rey y cuando acabe la temporada hablaremos".

Eso sí, a posteriori, se rindió en elogios sobre lo que ha cambiado la dinámica de la plantilla: "Estábamos con un pie en Segunda, con racha muy mala y le dio la personalidad al equipo. Lo primero que hizo fue darle una identidad al equipo y no encajar goles". No solo se trata del pasado, Javier Aguirre también es santo y seña de uno de los equipos más reconocibles de Primera División.

"Con el presupuesto que tenemos, el equipo está por encima de las posibilidades. Los jugadores dan más del cien por cien, se dejan el alma y ese es el carácter que Javier Aguirre nos ha dado", añade. En definitiva, la exposición de un vínculo que va mucho más allá del fútbol, pero que está aún en duda, a escasos meses de acabar la temporada.

Un técnico único

Lo que está claro es que el futuro de Javier Aguirre no se decidirá por una cuestión económica ni los famosos flecos. El técnico se ha caracterizado a lo largo de su experiencia de años y años en el fútbol español por un carisma único, por un sentimiento de pertenencia a los lugares a los que llega y por un trato con los futbolistas que va mucho más allá de lo futbolístico.

En la retina de cualquier aficionado al fútbol, independientemente de sus colores, han quedado impregnadas para siempre las imágenes previas a la tanda de penaltis. En ellas, Aguirre iba entre chascarrillos seleccionando a los lanzadores de las penas máximas que finalmente acabaron condenando a su equipo. En esta escena hilarante, cualquiera podría bajar los brazos repleto de miedo hasta las entrañas.

Pero él ha conseguido que todos lo tomen como una fiesta, que escondan la presión, que se olviden de que había un vida o muerte en juego tan solo unos instantes después. "Es algo natural esa piña. Somos una familia de diferentes países, colores de piel... Pero hemos logrado que todos se quieran como se quieren", expuso para explicar lo ocurrido.

También dejó marca en su escena, en plano partido, con Abdón Prats. En mitad de la tormenta, en plena prórroga, Javier Aguirre recorrió corriendo el área técnica y se acercó a la banda donde se encontraba su delantero realizando ejercicios de calentamiento. Le habló al oído para comunicarle que, en circunstancias normales, no saldría al terreno de juego.

Era uno de los momentos más importantes, si no el que más, de toda su carrera deportiva y aquella decisión de su técnico le acompañará por siempre. Y Aguirre lo sabía. Y, por ello, se acercó para comunicarle lo ocurrido, como de un padre a un hijo, como de un amigo a un amigo. "Lo merecía. Es la esencia del Mallorca y lo lamento mucho por él. Es fútbol y él pone por delante el conjunto antes que la individualidad", explicó. Javier Aguirre, también "esencia del Mallorca", ha dejado en el aire la posibilidad de no seguir. Ni siquiera entrenando. Ocurra lo que ocurra, su legado trascenderá. De momento, él a lo suyo. A salvar la categoría.