PREVIA COPA DEL REY | ATHLETIC - OSASUNA

Gaizka Toquero y el día en que se convirtió en 'Lehendakari': "Salí a hombros y me robaron hasta una bota"

El carismático exfutbolista del Athletic repasa su carrera en la previa del Athletic - Osasuna, una semifinal de Copa como en la que se convirtió en leyenda rojiblanca.

Toquero festeja un gol con el Athletic con su carismática celebración./Archivo
Toquero festeja un gol con el Athletic con su carismática celebración. Archivo
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Si alguien conoce lo que significa jugar una semifinal de vuelta de la Copa del Rey en San Mamés ese es Gaizka Toquero. El delantero alavés se convirtió en ídolo del Athletic el 4 de marzo de 2009 en un histórico partido ante el Sevilla que comenzó sin poder dormir y terminó sin ropa en el vestuario, saliendo a hombros y con un cántico que le acompañaría durante toda su carrera. "Ari, Ari, Ari, Toquero Lehendakari". A solo unas horas de que La Catedral vuelva a vivir una semifinal ante Osasuna, el exfutbolista rojiblanco atiende a Relevo.

Su historia es la del fútbol de siempre. De superación. De jugar en Segunda B a clasificar al Athletic a una final 24 años después en apenas unos meses. E incluso marcar en Mestalla en la gran final ante el histórico Barça del sextete. "Todo el mundo piensa que mi momento favorito es el gol de la final, pero si me tengo que quedar con alguno es el de la semifinal ante el Sevilla. Es el mejor ambiente que he vivido en un campo de fútbol".

Joaquín Caparrós, Marcelo Bielsa y Ernesto Valverde. Sus tres entrenadores en Bilbao marcaron su carrera. El primero le dio la oportunidad de ser futbolista profesional, el segundo le enseñó a interpretar el juego y el tercero, aunque fue con el que menos jugó, es "el mejor entrenador" que ha tenido. Un recorrido por la carrera del dorsal '2' más famoso del fútbol español.

Empezamos por el principio. Por esos partidos en Sestao donde Joaquín Caparrós acudía a verte pensando en ficharte.

Todo empezó en pretemporada. Jugamos un triangular entre Barakaldo, Sestao y Athletic en Lasesarre. Eran solo 45 minutos cada partido y la verdad que me salió bastante bien. A partir de ahí me empezaron a seguir, aunque yo entonces no lo sabía. Y después, en un partido de liga que jugamos contra el Bilbao Athletic en San Mamés, Joaquín fue a verlo con su cuerpo técnico y con Fernando Amorebieta. Hice bastante buen partido y empatamos. Y Joaquín dijo: 'Joe, qué pena que este chico sea tan mayor'. Amorebieta estaba al lado suyo y le dijo que no, que solo tenía un año más que él porque en categorías inferiores habíamos coincidido. A partir de ahí se informaron y vieron que yo entonces solo tenía 22 o 23 años.

¿Cuándo te enteras de que te quieren?

A partir de ese partido ya sonaba. Incluso que podían intentar firmarme en el mercado de invierno, pero al final no se hizo. En verano sí que lo hicieron y fui para allí. Yo ni me lo creía. Jugando en Segunda B había interés de muchos equipos de Segunda, sobre todo el Eibar, pero siempre hay bulos y al final nunca te lo acabas de creer porque tampoco tuve una llamada de Joaquín o de alguien del Athletic.

Te ficharon pero te cedieron ese mismo verano al Eibar, en Segunda. Haces una primera parte de la temporada muy buena y en invierno te llaman para incorporarte al primer equipo.

Me acuerdo que me llamó el presidente, que entonces era [Fernando] García Macua. Me llamó a mí directamente estando concentrado en Sevilla, que teníamos partido Sevilla Atlético contra el Eibar. Dije: "Esto es un compañero mío que se está riendo de mí y me está llamando al teléfono con número oculto, alguna historia". No pensaba que me iban a llamar a mí, en una concentración, y digo: "esto es algún 'tontolada' que está por aquí y me está haciendo la broma". No me lo creía. Llamé a mi agente y me dijo que sí, que era verdad.

Toquero, sobre su vuelta al Athletic.

Fui a hablar con Carlos Pouso, el entrenador. Y me acuerdo de que me preguntó si quería jugar. Sería 20 de diciembre o así, último partido. Y le dije que sí: "Yo he venido aquí y quiero jugar". Ahora no sé si lo hubiese hecho, pero entonces no era ni consciente de que me podía lesionar. Jugué de titular y después de ese partido me fui a Bilbao. El día 1 de enero creo que es el primer día que entrené y el día 3 ya estaba debutando. Jugué de suplente contra el Espanyol pero di la asistencia de gol a Iraola, que mete un gol de chilena, como de medio tijera, Y encima mi debut fue en San Mamés. La pena no haber conseguido la victoria pero tengo un muy buen recuerdo.

Entrar al vestuario con jugadores como Yeste, Etxeberría, Javi Martínez, Llorente imagino que tendría que imponer.

La verdad que cuando llegué estaba muy, muy cortado. Yo me acuerdo que conocía a Koikili y le dije 'yo voy contigo, solo no voy a ir'. Me acuerdo que quedé antes con él y fuimos juntos. Al final estás fijándote en Fernando Llorente, Etxeberría, Fran [Yeste]... Al principio me impresionaba muchísimo. Koi había hecho el mismo paso que yo desde el Sestao, le conocía más y me hizo el favor en esos primeros meses de integración. Me ayudó mucho esos primeros días, pero es que el vestuario del Athletic es una maravilla cómo te tratan todos. Veteranos como Gurpe, Aitor Ocio o Pablo Orbaiz, que parecen extraterrestres, luego te das cuenta que es gente sana como cualquier otra.

Tu gran primer partido es el 4 de marzo de 2009 en toda una semifinal de Copa del Rey ante el Sevilla.

Me costó un poco entrar, vas trabajando para tener esa oportunidad y poder entrar en el once en una semifinal fue muy especial. Pero igual por inconsciencia, como de lo de jugar el último día con el Eibar, me lo tomé con muchísima alegría. No notaba la presión. Ahora miras para atrás y dices: "Pasé de Segunda B a ese partido y no tenía ninguna presión". Tenía una alegría increíble, no pensaba en la presión, era un premio a todo el trabajo que había hecho anteriormente.

¿Y cómo recuerdas las horas previas en el hotel? Aquel día se vivió una fiesta increíble.

Era una locura, una locura. Bengalas por todos lados, la plaza Moyua llena, un autobús descapotado que creo que iba dando vueltas por el hotel… Era una auténtica locura. Nos tuvieron que escoltar todo el camino. Desde la plaza Moyua hasta San Mamés no se veía ni la carretera. Era todo gente animando. La verdad que fue increíble. Todo salió redondo.

Toquero cuenta a Relevo el ambiente previo al partido ante el Sevilla de Copa del Rey.

¿Tienes alguna imagen de cuando saltas al campo, de mirar a la grada y ver a algún aficionado?

Yo siempre he dicho que para mí es el partido que más ambiente he visto en San Mamés. Fíjate que hemos tenido partidos increíbles contra el Manchester United, pero yo el ambiente que había ese día no lo he vuelto a vivir, ni en San Mamés ni en ningún otro lado. No se oía nada, todo el rato la gente animando desde el minuto uno hasta el final, sabiendo que era un partido muy, muy complicado.

Disteis una versión increíble. Casi por encima de vuestro nivel.

Yo creo que ganamos por un cúmulo de todo, ¿no? Todos hicimos más de lo que podíamos, tanto los aficionados como nosotros. Dimos un rendimiento por encima de lo que podíamos. Por esas ganas, por cómo te apretaba la gente, por no fallarles porque lo estaba dando todo desde muchísimas horas antes. Eso hizo que saliera todo redondo y que en el minuto 35 fuésemos ya 3-0 contra un muy buen Sevilla.

¿Qué os dijo Caparrós? ¿Lo recuerdas?

Joaquín yo creo que es un hombre muy nervioso en general, pero en las charlas tampoco transmite su nerviosismo. En el campo no paraba de corregir, pero él lo que intentaba era decirnos que nos lo habíamos merecido, que nos quedaba un paso, que estábamos a punto de poder hacer historia otra vez en el Athletic y que estábamos preparados. Es un poco lo que recuerdo. Al final en esos partidos… Para mí la obra de un entrenador es que juegues contra el último, cuando no te juegas nada, y que salgas a por todas. Pero en una semifinal de Copa buscando una final después de 24 años, si el que sale no está metido o no va a dar todo lo que puede, es que no es deportista. En esos partidos no hace falta que nadie te anime, ni que nadie te empuje porque puede ser que solo te pase una vez en la vida.

Aquel día, si no me equivoco, nació el cántico "Ari, Ari, Ari, Toquero Lehendakari".

Sí, sí, yo estoy seguro de que empezó ahí. Me acuerdo sobre todo cuando ya ganamos y nos vino a buscar el autobús, porque ahí no teníamos ni parking ni nada en el viejo San Mamés. Y ahí fue la primera vez que escuché el tema del cántico. Para mí es el recuerdo más bonito que tengo como jugador del Athletic.

Unas semanas después marcas el gol de la final contra el Barça, el 1-0 en Mestalla. ¿Con cuál te quedas?

Todo el mundo piensa que ese es mi momento favorito, pero al final los goles que recuerdas son goles que sirven para algo. El de la final claro que es un recuerdo bonito, pero luego te meten cuatro goles y ese recuerdo bonito del minuto 20 se transforma. Me quedo con el momento de Sevilla, que gracias a un gol tuyo también ganas 3-0, pasas a una final de Copa… Y el ambiente que había en San Mamés.

Toquero celebra su gol en la final de Copa del Rey 2009 ante el Barça. Archivo
Toquero celebra su gol en la final de Copa del Rey 2009 ante el Barça. Archivo

De todo lo que viviste en la semifinal, si solo te puedes quedar con un momento, ¿cuál sería?

Tengo un recuerdo que no se me va a olvidar nunca. Cuando pita el final el árbitro. Yo veía el campo y las gradas llenas. Pensaba: "no puede ser, ¿cómo puede estar lleno?". A mí me llevaron a hombros y a Fran [Yeste] también. Nos quitaban todo. Yo llegué al vestuario sin camiseta ni pantalón. No sé si me robaron alguna bota también. Yo no tenía nada, me habían quitado de todo. Me llevaban en hombros y yo veía la grada y pensaba: "¡Pero si la grada está llena! Y aquí nos tienen que sacar porque no podemos ni andar". A mí me pillan del otro lado del campo y no podía volver. No podíamos ni andar. Es un recuerdo muy, muy bonito.

«Me llevaron en hombros y nos quitaban todo»

La pena que no pudisteis ganar la final…

La de ese año sabíamos que era muy complicada porque encima nos enfrentábamos a un Barcelona que era el del 'Sextete'. Era muy complicado de ganar. Pero nosotros íbamos con confianza, encima después de una muy buena semifinal, con un 3-0 que creo que fue merecido de inicio a fin porque fuimos muchísimo mejor que ellos. Creíamos en nuestras oportunidades. Empezamos muy bien, como empezábamos casi siempre ese año con Joaquín. Muy altos, presionando muy arriba porque no sabíamos especular. Teníamos que intentar ir a por todas y apretarles. Intentar ponernos por delante en el marcador y luego aguantar. El plan salió bien, nos adelantamos en el marcador, pero ese gol de Yaya Touré nos hizo daño porque hasta entonces ni nos habían tirado a puerta. Fue el primer tiro y metió un golazo justo ahí al palo, que Gorka no pudo hacer nada. Es una pena porque estábamos aguantando muy bien.

¿Es el momento más duro? ¿O quizá la final de Europa League 2012 en Bucarest contra el Atlético de Madrid?

Pues yo creo que las dos. Son las que más nos han costado. Contra el Barça sabías que era muy complicado pero esa final de Bucarest, que era contra un Atlético de Madrid al que habíamos ganado en Liga… Yo creo que ahí sí que veíamos que podíamos ganarles. Fueron dos palos muy gordos. El Barça tenía a Messi y casi todos eran mejores que nosotros, pero en Bucarest yo creo que nos creíamos que iba a estar mucho más nivelado y que teníamos equipo para haber jugado de tú a tú. Pero desde el principio ellos salieron con una marcha más y tuvieron el acierto de meter unos golazos. El de Falcao, con la zurda… Al final ese pelín de suerte que tienes que tener en una final la tuvieron.

Nos hemos adelantado hablando de Bucarest. Para llegar hasta allí hay que hablar primero de Marcelo Bielsa y toda esa temporada que desemboca en la final de Europa League.

Con Marcelo desde el principio se notó un cambio increíble. Creo que es uno de los entrenadores que más conocimiento futbolístico tiene. No porque lo diga yo, creo que todo el mundo está de acuerdo. El estilo puede ser discutible, pero Marcelo ve el fútbol desde otro punto de vista diferente al del resto de entrenadores. Es un hombre del que aprendes muchísimo. Él vive por y para el fútbol, para el análisis, para el entrenamiento. Es una maravilla cómo analiza Marcelo los partidos previos y cómo prepara los partidos. Te hace sentir que vas muy preparado y que vas a ganar el partido.

¿En qué sentido?

Al final tú vas con un montón de datos de cómo juega el rival, preparas el partido al detalle, por dónde le puedes hacer daño y todo esto. Cuando llegas al partido de verdad te crees que puedes ganar a cualquiera, a un Barcelona, a un Real Madrid, a cualquiera. Los tienes tan estudiados y tienes tan claro lo que tienes que hacer tú en el campo que te crees que puedes ganar a cualquiera.

Toquero, sobre Old Trafford.

¿Es la temporada que más has disfrutado?

Sí, o sea, al final disfrutas y sufres, porque era un entrenador que te exigía un montón. Jugamos muchísimos partidos porque llegamos a la final de Copa y a la de Europa League jugando primero una previa. Fue un año muy duro, muy exigente, pero obviamente disfrutas. Encima haciendo partidos muy buenos contra el Schalke, contra el Sporting de Lisboa, contra el Manchester United… Nos enfrentamos a equipos muy fuertes y conseguimos llegar a esa final por méritos propios.

¿Qué recuerdas de aquel 2-3 en Old Trafford?

Yo ese partido lo jugué de suplente. Participo en el gol de Muniain y tengo una ocasión que me saca De Gea. Es un recuerdo muy bueno. Cuando dicen que íbamos a ganar a cualquier campo siempre digo que con Marcelo no había otra. Marcábamos al hombre, uno a uno en todo el campo. Nosotros no especulábamos y no esperábamos en un bloque medio o en un bloque bajo. Al final era marcar al hombre a todo el campo y yo me tenía que ir al baño con el mío. Da igual que fuese el Manchester, el Schalke, el Sporting de Lisboa, el Real Madrid o el Barcelona. No había otro plan.

¿Tienes alguna imagen o algún recuerdo de entrar a Old Trafford o de estar en el vestuario?

Son recuerdos chulos. Me acuerdo que fuimos todos y nos sacamos una foto en grupo el día antes. Y cuando entramos en Old Trafford, a puerta cerrada te impacta más. Un campo vacío que se lee toda la grada... Hacíamos panorámicas del campo y nos sacamos una foto de grupo. Es un momento muy bonito que piensas que es muy difícil vivirlo otra vez. Un partido súper bonito, con un final que ni en el mejor de los sueños te lo hubieses imaginado.

Antes hablabas de las charlas de Joaquín Caparrós. Las de Bielsa serían mucho más pasionales, imagino.

Él, como buen argentino, tenía mucha facilidad de palabra para meterte en el partido. Las charlas eran increíbles y de verdad te digo que nosotros íbamos a Manchester y teníamos claro que les íbamos a ganar. Primero por el trabajo previo que habías hecho durante la semana y, segundo, por esa charla antes del partido. Te decía: "Oye chicos, tenemos todo hecho, sabemos lo que tenemos que hacer, sabemos por dónde les podemos hacer daño, vosotros habéis demostrado que habéis podido ganar a un Barcelona, a un Atlético Madrid, a un Real Madrid... Vais a ganar". Y salíamos pensando que íbamos a ganar, es que es verdad. Hacíamos lo que nos decía Marcelo y es que ganábamos.

Ferguson y los entrenamientos de Bielsa.

Creo que hacía unos entrenamientos muy diferentes al resto... Incluso con jugadas que tenían nombres de futbolistas. Una de ellas la Arruabarrena-Riquelme. ¿Nos puedes explicar cómo eran?

Sí, sí, sí (se ríe). Lo que hacía era analizar los partidos, jugada por jugada, y cuando él veía una jugada interesante la cortaba y nos la pasaba. Y la ponía en un ejercicio y la entrenábamos analíticamente. Y luego normalmente a la jugada la llamaba así, por los nombres de los jugadores que aparecían. Tenía otra que era 'desdoblamientos de los wines', también otra de un chaval del Eibar que no me acuerdo del nombre... Era un estudioso del fútbol, veía por dónde se hacían los goles, cómo se hacían y los repetía en los entrenamientos.

Incluso antes de los partidos hacíais sesiones muy largas.

Hubo una anécdota con Ferguson. Dijo que si el entrenamiento previo se lo hace a sus jugadores al día siguiente no juega ninguno. Nosotros el día anterior al partido podíamos hacer entrenamientos de dos horas y media. Por ejemplo, hacíamos un ejercicio de presiones y tenías que ir a sprint. Decía (Bielsa) "número 5" y tenías que ir a presionar al número 5. Apretabas, volvías, el extremo saltaba, el mediapunta tal... Y hacíamos un ejercicio de presiones de cómo teníamos que presionar al día siguiente. Por eso digo que luego ibas al día siguiente y cuando salía el '5' yo sabía que tenía que ir, que el otro estaba detrás. Al final tenías todo tan automatizado que, cuando ibas a la presión, sabías que el compañero estaba detrás de ti. Sabíamos todos los movimientos que teníamos que hacer.

Después de Marcelo Bielsa llega Ernesto Valverde. Un entrenador completamente diferente y del que alguna vez has dicho que para ti es el mejor entrenador que has tenido. ¿Puedes argumentar esa afirmación?

Al final yo creo que un entrenador, aparte de los conocimientos que tengas futbolísticos, tiene que ser un líder. Un líder que también tenga gestión de vestuario, porque un entrenador no es solo hacer la alineación en el entrenamiento y ya está. Como un profesor. Ernesto es el que mejor engloba todo eso. Es un líder y su gestión del vestuario es muy buena, tanto con los jugadores que juegan como los que no.

Toquero habla sobre Ernesto Valverde.

Creo que futbolísticamente sabe muchísimo, trabaja muy bien y la gente está contenta. No solo los jugadores. Hablas con los fisios, con el presidente... Con todo el mundo. Es una persona muy agradable y eso no quiere decir que no se enfade, que no trabaje o que no tenga carácter. Porque hay veces que también la gente se equivoca. Ernesto es exigente, pero también tiene mano izquierda. Y eso es lo más difícil de un entrenador.

¿El Athletic de hoy te recuerda al vuestro?

Sí, Ernesto sigue igual. Al final es un fútbol muy alegre también. En la primera vuelta creo que era el equipo que más balones recuperaba en campo contrario y que más remataba. Es un fútbol de ataque que en Bilbao gusta mucho y creo que es un estilo que le viene muy bien al Athletic. El problema que han tenido es que en partes de la temporada no han tenido mucha eficacia de cara a gol y eso te penaliza mucho. Más allá de esos altibajos, físicos o de confianza, creo que ha habido muchos partidos que se han merecido muchísimo más. Como el día del Barça, que hacen muchísimas ocasiones pero el Barcelona llega dos veces y al final acaba ganando. Creo que la temporada está siendo buena.

"El que no haya podido ir a San Mamés, que vaya y lo viva. Para la afición del Athletic la Copa no es una competición más. Va a ser un partido histórico"

¿Cómo explicarías a alguien que nunca ha ido a San Mamés lo que se va a vivir hoy frente a Osasuna?

Es el partido que todo el mundo está esperando. El que no haya podido ir a San Mames, que vaya y que lo viva. Eso lo primero. Y luego, creo que no hay un equipo más histórico y que viva tanto la Copa del Rey como el Athletic de Bilbao. Se puede dar mejor o peor, pero para la afición del Athletic la Copa del Rey no es una competición más. Va a ser un partido histórico.

Parece que la gente en Bilbao se ha acostumbrado a jugar semifinales y finales.

Y es complicadísimo llegar. Lo que están haciendo los jugadores a día de hoy y lo que conseguimos hace años es muy, muy complicado. Y si no, le preguntas al Real Madrid a ver cuántas finales de Copa han jugado los últimos años. Y no creo que se dejen ganar ni historias. Es algo muy complicado, toque contra quien te toque. Va a ser un partido superbonito, en el que la gente va a estar del minuto uno hasta el noventa animando.

Ahora te toca verlo y disfrutarlo desde fuera. Muchos días como comentarista de Dazn.

Está siendo una vivencia muy bonita. La verdad que nunca me lo había planteado, pero es gente sana, gente que te ayuda un montón y que te facilita mucho el trabajo. Estoy muy cómodo y me gusta.

¿En qué más ocupas tu tiempo tras la retirada?

Empecé en una agencia de representación y ahora, aparte de la agencia, tengo una consultoría deportiva. Damos servicio a clubes y ayudamos a jugadores, obviamente. También estamos preparando una metodología de trabajo para poder aportar a clubes que igual no tienen esas posibilidades. Con los futbolistas también tenemos nuestra faceta de agentes. Al final llevas toda tu vida viendo fútbol y es aprovechar todo lo que has vivido en tu vida. He tenido la suerte de estar con Marcelo Bielsa dos años, otros dos años con Valverde, con Caparros, con Pellegrino, con Bordalás… Con un montón de gente que aprendes muchísimas cosas y que puedes aportar tanto a los jugadores de tu agencia como también a clubes que igual no tienen la posibilidad de que un Marcelo Bielsa vaya allí a ayudarles.