COPA | UNIONISTAS 1 - BARCELONA 3

El otro gran botín de Unionistas: "El primero que llegue se la lleva"

Los jugadores cuentan cómo lograron la camiseta de sus ídolos. El club, además, crece de la mano de sus socios y las mejoras del campo.

Unionistas agradece a su afición./
Unionistas agradece a su afición.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Unionistas no estará en cuartos de final de la Copa del Rey, pero sí se llevará un preciado botín a casa. Pese al gran nivel mostrado en las últimas semanas, conviene no olvidar que el equipo salmantino nació hace diez años y actualmente milita en Primera Federación. Para sus futbolistas, ver en el Reina Sofía a Pedri, Lewandowski, Xavi y compañía es un honor, un día que jamás olvidarán. También para la afición que, de paso, pudo honrar la memoria de la Unión. En el enorme valor simbólico de la visita del Barcelona, también hay espacio para algún capricho. Cómo no, las camisetas.

El método para conseguirlas, claro, también esconde una gran dificultad. Hugo de Bustos, canterano de Unionistas, estuvo con el equipo, pero no participó. Comenzó con un enorme hándicap para llevarse la elástica de un ídolo. Con el Barcelona no hay problema, hay para todos. "Estábamos al final del partido todos intentando rascar la camiseta que se pueda. La mayoría las piden los que están en el terreno de juego", comienza.

Cuando ya veía que era misión imposible, llegó una alternativa: "Iba el utilero sacando camisetas y me ha tocado la de Araujo. He tenido suerte. Ha sido el más rápido, el que metiera la mano primero. He visto Araujo y he dicho: 'Pues mira, de locos'". No era la idónea, pero en ese instinto de supervivencia no quedaba otra: "El primero que llegue se la lleva. Tenía ganas de verle en directo, pero de locos (Araujo ni siquiera estaba convocado). Como soy extremo, me hacía mucha ilusión la de Raphinha o Ferran, pero la de Araujo muy bien también".

La otra cara es para Erik Ruiz. No pudo conseguir ninguna reliquia, principalmente porque la decepción por la derrota le impidió ver más allá. Cuestión de perspectiva, la derrota ha sido un gran triunfo para Unionistas y más se verá con el paso de las horas. "Ahora me acercaré, a ver si tengo la oportunidad. Durante el partido es complicado, hay que estar tan centrados contra estos equipos. A ver qué podemos hacer. Me gustaría la de Pedri, aunque ahora tienes el ánimo caído después de perder...Es un momento duro por toda la gente que ha venido", cuenta a los medios de comunicación.

Un reencuentro copero

El caso de Ramiro es bien distinto. Él llevaba con orgullo la camiseta de Oriol Romeu, quizás una menos habitual. Sin embargo, algo les unía y la Copa ha permitido su reencuentro. Historias del fútbol que serían impensables si este torneo no existiera, la capacidad de juntar en igualdad de condiciones a grandes y a modestos. Ramiro, ahora en Unionistas, fue en su momento uno de los mejores jugadores del país en su generación. Tanto, que llegó a las categorías inferiores de la Selección.

"Se la he pedido, fuimos compañeros en la Sub-19, hemos hablado antes del partido y ya se la pedí. Me hacía mucha ilusión y él me la ha dado con mucho cariño. Me ha hecho ilusión volverle a ver y poder hablar. Tengo unos recuerdos muy bonitos", cuenta. "De verdad quería la suya, lo había pensado en casa", replica por si le había entrado el gusanillo al ver a otras estrellas mundiales como Pedri o Lewandowski. La vuelve a mostrar, manchada, del esfuerzo y la lucha: "Es la suya, ha corrido, ha corrido".

Ramiro, en su día, fue uno de los jugadores más destacados de la cantera del Real Zaragoza y llegó a la Sub-19, con la que disputó el Europeo de 2010. No pudo hacerse hueco ante Bartra y Pulido, aunque su futuro aún resultaba prometedor. Tampoco tuvo suerte en Villarreal y acabó compitiendo firme en Segunda B. Ahora, con Unionistas, se ha reencontrado con Oriol Romeu, recordando también quién fue.

Mucho más que un partido

6.200 espectadores vivieron en un Reina Sofía de récord el partido ante el Barcelona. Instalaron gradas supletorias, conscientes de que el delirio generalizado de la ciudad se traduciría en una respuesta rotunda. Así fue. Lleno hasta la bandera, con la consecuente taquilla. También es un éxito futuro, la representación de que Unionistas ha ganado, ha crecido y ha formado una estructura aún un poco más sólida para llevar al club a una nueva dimensión. "Lo que hemos vivido hoy son varios pasos hacia adelante para el proyecto", reflexionaba Dani Ponz.

Además del lleno, Unionistas logró una nueva oleada de socios, que incluso hicieron noche en el centro de Salamanca para el abono para el segundo tramo de temporada. Este implicaba el acceso a las entradas del partido ante el Barcelona, lo que generó una respuesta masiva. Camisetas, masa social, presentación en sociedad ante medios de comunicación de todo el mundo… El 1-3 es, desde ya, un resultado para la posteridad. Y no solo por el rival.