COPA DEL REY | BARBASTRO

La hazaña de la Copa, explicada entre el primer baile de Pep Guardiola y "rozar la violencia"

El Barbastro de Segunda Federación ha eliminado al Almería y ha provocado un fuerte enfado de Garitano por su intensidad.

El Barbastro celebra su clasificación ante el Almería./EFE
El Barbastro celebra su clasificación ante el Almería. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

La Unión Deportiva Barbastro ha protagonizado la gran sorpresa de la jornada en la Copa del Rey. Desde Segunda Federación ha logrado la machada de eliminar a todo un equipo de Primera, aunque en horas bajas: el Almería. Los de Garitano se vieron desbordados por la intensidad de un equipo que soñaba con dar la campanada en lo que era el primer partido de su historia contra un equipo de élite. Curioso, ya que es un club de 89 años de historia que tiene como uno de los principios fundacionales erigirse como referencia en la región.

Sin embargo, nunca ha alcanzado el fútbol profesional ni había conseguido hasta ahora verse las caras contra un equipo de Primera División. Lo que sí logró fue ser testigo de un momento que pasará a la posteridad del fútbol y que, sin él, es posible que cientos de acontecimientos históricos nunca hubieran llegado. Hablamos de Pep Guardiola y su primera experiencia en los banquillos, en la 2007-08, con el Barça B y cosechando un ascenso que pudo ser fundamental para que el primer equipo confiara en él como entrenador de cara a la siguiente temporada.

Tras exactamente diez años sin ascender, el filial blaugrana comenzó a ser pilotado por Pep Guardiola, que ya tenía madera de entrenador en sus años de futbolista. Lo demostró ganando el grupo catalán de Tercera División con 83 puntos, uno por encima del Sant Andreu. Llegó al peligroso playoff como uno de los favoritos, si bien las eliminatorias son una ratonera. Pronto lo descubrió ante el Castillo, contra el que empató a cero en la ida antes de la goleada 6-0 en el duelo decisivo.

A 180 minutos del ascenso, Guardiola se vio las caras con el Barbastro. Ahí sí impuso todo su poderío. Ganó en la ida en el Municipal por 0-2 y repitió triunfo en Barcelona (1-0). Fue su primer gran éxito como entrenador, la demostración de que sería un maestro en el banquillo. Quién sabe si una derrota hubiera bajado su caché, no hubiera recibido la oportunidad de entrenar al Barça y su siguiente destino profesional no le hubiera permitido despuntar de esta forma.

Y quién sabe también si Sergio Busquets o Pedrito, dos de los integrantes de su filial que él mismo se encargó de ascenderles de forma inminente a Primera División, hubieran alcanzado niveles de jugadores de leyenda. El Barbastro fue testigo del comienzo de todo, aunque lo guarde ahora como un desagradable recuerdo.

Por ello, el día era hoy. Eso sí, sus principios fundacionales son claros, basando su día a día en mantener viva la ilusión del socio y mejorar el ámbito deportivo en formación y competición. Regidos por los valores de "vinculación al territorio", "compromiso con el trabajo", "juego limpio" o "integridad y transparencia", desde el Barbastro no quieren hacer imposibles, sino disfrutar del día a día y de su gente. Aunque a nadie le amargue un dulce.

... Contra la opinión de Garitano

Los principios fundacionales que defiende el Barbastro, desde luego, no van en consonancia con la sensación que ha tenido Garitano tras la conclusión del duelo. El rival de su Almería jugó el duelo con una alta intensidad, señal del entusiasmo de sus jugadores por superar a un Primera, avanzar de ronda y prácticamente asegurarse jugar contra Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid u Osasuna en dieciseisavos de final.

De hecho, el técnico rival no tuvo reparo en reconocer la justicia en el triunfo del Barbastro: "Le hemos dado máxima seriedad a este partido, hemos visto todos los partidos del Barbastro, conocíamos a sus jugadores, el campo y el tipo de partido. Ha sido exactamente como lo habíamos hablado. A nivel de duelos son mucho mejores que nosotros y en el juego no hemos podido superarles, nos ha costado mucho".

Para, a continuación, criticar con dureza el fútbol de su rival: "El árbitro ha permitido desde el principio entradas de tarjeta roja y ellos al final ahí están muy cómodos, haciendo faltas todo el rato que han rozado la violencia muchas veces". Ahora, su Almería podrá centrarse en LaLiga, aunque no por ello estar orgulloso de lo ocurrido: "Es un golpe duro, un desprestigio el venir aquí y no pasar. Es cierto que ha habido tres o cuatro entradas de roja directa que no se han pitado, pero para mí el Barbastro ha merecido ganar. Han sido mejores que nosotros".