Los hermanos Williams llevan al Athletic en volandas a Sevilla

El ambiente en San Mamés era espectacular. Fuera y dentro. Aunque fuera es cierto que hubo disturbios entre la afición local y la policía. Esa fue la cara que no se debe permitir de una noche que tenía todo en la previa: partidazo entre dos equipos, lluvia para que sea más épico, un estadio impresionante y una final de la Copa del Rey en juego.

El Atlético de Madrid, hoy de blanquiazul, empezó mejor. El Athletic Club, de rojiblanco como siempre en casa, golpeó primero. Porque no hace falta jugar bien para marcar en este deporte tan bonito y eso fue lo que hizo el equipo de Valverde a través de Iñaki Williams tras el pase de su hermano.

Minutos más tarde las tornas se dieron vuelta y el asistente fue Iñaki para que Nico marcase el segundo gol. Antes del descanso, cuando más duele. El Athletic tenía menos la posesión pero no le importaba, porque el global de la eliminatoria estaba 3-0 y los bilbaínos tenían pie y tres cuartos en la final de La Cartuja.

El pie y tres cuartos se convirtió en dos pies en la final ya en el minuto 60 de partido. El gol de Guruzeta tras el error de Oblak en el rechazo liquidó el partido. La afición del Athletic cantó "A Sevilla oe" y "Que bote, que bote, que bote Simeone". La salida de la Gabarra, 40 años después, está más cerca que nunca y hoy nadie va a dormir mejor que los hinchas del Athletic Club.

Todo aquel que ha jugado un poco al fútbol sabe que engancharla así, como la enganchó Iñaki Williams de primera, es toda una gozada. El mayor de los Williams miró, calculó y pegó. Le pegó tan fuerte que Mario Hermoso, en un acto reflejo, se agachó y giró, sabiendo que si ese balón le golpeaba, le iba a doler. El Athletic golpeaba primero de la mano de uno de los Williams e Iñaki cumplía el sueño de todos ellos y todas ellas que alguna vez recibieron un centro para rematar de esta manera.

Pensaba que hoy era un partido para que Mario Hermoso dé un paso adelante y demostrase, otra vez, que se merece la renovación. Pero no lo fue y salió en la foto de los dos primeros goles de los Williams, las dos ante Iñaki, la primera después de un remate y la segunda antes de la asistencia del mismo. ¿Puede hacer algo Mario Hermoso en esas jugadas? En la primera es complicado, pero tiene que intentar mantenerse firme y ocupar el mayor espacio posible. El balón pasó por encima de la cabeza del futbolista y se metió en la portería de Oblak. El segundo también fue un error de Hermoso, que tenía mucho campo por detrás pero cierra de manera equivocado, con su pie derecho en vez de hacerlo con su pie izquierdo. El Cholo lo quitó en el minuto 53 tras la amonestación de la primera parte.

Si el Cholo Simeone de hace años pudiese mandarle un mensaje al de hoy en día, seguramente le pediría que esto no puede seguir así, que recibir 47 tantos a esta altura de la temporada no es normal, que así ganar fuera de casa es complicado, que ganar torneos es casi imposible y que darle seguridad al equipo para que juegue en ataque con tranquilidad ni se contempla. El Atlético de Madrid, en la primera parte, recibió dos tiros que fueron dos goles. En la segunda, no compitió. Y eso es casi imperdonable para un equipo de Simeone que necesita ser exigente consigo mismo para después serlo en el campo. Este Atlético de Madrid, el de los últimos partidos, no es reconocible.

El brasileño fue el más destacado del equipo colchonero en San Mamés y merece la convocatoria con la selección de Brasil que saldrá mañana. No sé si Doviral Junior lo llamará, pero que lo merece es seguro. Defiende, ataca y regatea, asiste y remata a puerta. Lo hace todo, aunque a veces sus grandes esfuerzos hacen que no esté tan lúcido como debería. El Atlético de Madrid, en muchas ocasiones, depende de las conducciones y ocasiones del que hoy es el mejor jugador de los de Simeone.

El tweet del amigo Bruno Alemany de la Cadena Ser tiene todo el sentido del mundo: el Atlético, en defensa, no tiene un líder. Witsel, el mejor de la zaga esta temporada, es un centrocampista reconvertido. Sávic ha pasado ya sus mejores momentos, Hermoso tuvo buenos partidos pero no es un líder y la llegada de Paulista es un parche. La fragilidad defensiva del equipo se demuestra en situaciones particulares, en la falta de duelos ganados, en que no hay contundencia y en que el Atlético de Madrid no tiene a nadie atrás que organice el equipo y sea el mariscal que el Cholo necesita.

--RESULTADO: ATHLETIC CLUB, 3 - ATLÉTICO DE MADRID, 0 (2-0, al descanso).

--ALINEACIONES.

ATHLETIC CLUB: Agirrezabala; De Marcos (Yeray, min.89), Vivian, Paredes, Lekue; R. de Galarreta (Dani García, min.68), Prados; Iñaki Williams (Berenguer, min.80), Sancet (Unai Gómez, min.81), Nico Williams; y Guruzeta (Raúl García, min.89).

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Molina (Barrios, min.54), Savic, Witsel, Hermoso (Reinildo, min.54), Lino (Riquelme, min.72); De Paul, Koke (Saúl, min.65), Llorente; Correa (Memphis, min.54) y Morata.

--GOLES:

1-0, min.13: Iñaki Williams.

2-0, min.42: Nico Williams.

3-0, min.61: Guruzeta.

--ÁRBITRO: Martínez Munuera (C.Valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a R. de Galarreta (min.40), Lekue (min.66) y De Marcos (min.75) en el Athletic Club, y a Hermoso (min.28) en el Atlético de Madrid.

--ESTADIO: San Mamés, 52.061 espectadores.