HERNÁN CORTÉS - BETIS

¿A qué hora sales del trabajo? Así entrena el Hernán Cortés, el pueblo moderno de la Copa: "Mis padres vieron esto construirse"

El rival del Betis es una localidad de colonización, creada de la nada en el franquismo. Su estadio Daniel, Gonzalo y Jorge rinde homenaje a tres jóvenes fallecidos.

El Estadio Municipal Daniel, Gonzalo y Jorge./DIPUTACIÓN DE BADAJOZ
El Estadio Municipal Daniel, Gonzalo y Jorge. DIPUTACIÓN DE BADAJOZ
Jonás Pérez

Jonás Pérez

La dictadura de Francisco Franco impulsó la creación desde cero de cerca de 300 pueblos a lo largo de España. Si alguna vez te has preguntado cómo de la nada surge una localidad, aquí encontrarás una respuesta. Es increíble, sí. Suena más a cuento que a realidad. Pero para cuento el de jugar la Copa del Rey desde Regional, una historieta con la que los niños, boquiabiertos, disparan cientos de cuestiones sin cesar. ¿Es posible que los representantes de 950 habitantes de unas calles que ni siquiera existían en 1960 vayan a pelear a 90 minutos contra el Betis de Isco, Pellegrini o Borja Iglesias?

Lo es, gracias a un formato copero que desde este pasado martes da luz y alas a decenas y decenas de equipos modestos persiguiendo un sueño. El caso del Hernán Cortés es especialmente llamativo. Es un pueblo de colonización, nacido de la nada durante el franquismo. Por ello, un paseo virtual por sus calles revela una modernidad impropia de otras localidades del país. Lo que es la España vaciada a lo largo del mapa, aquí se convierte en un lugar vanguardista que atrae a jóvenes, a futbolistas extranjeros y que es un recomendable destino turístico, aunque sea por curiosidad.

"Las familias que llegaron en su día ya no están por desgracia prácticamente ninguna. Somos un pueblo de gente joven, muy cercanos y amigables. Gente de la zona han querido venirse aquí porque es un pueblo tranquilo y tenemos muchos servicios. Somos 950 habitantes, nuestro campo, pabellón, piscina, sede de cultura, pádel... Tenemos bastantes cosas para lo pequeñito que es", presenta su vicepresidente-jugador Sergio Álvarez.

Antes, todo esto era campo. Bien podría ser el lema de un pueblo que en 1966 no contaba con ni un solo habitante. Entonces, fueron llegando las familias que sufrían obras a diario y que ni siquiera podían contar con servicios tan básicos como agua o luz. Nada que ver con lo que es ahora. El fútbol, lógicamente, tardó en llegar. No fue hasta 2002 cuando Hernán Cortés decidió fundar su primer equipo de fútbol, que lidió, como cualquier otro, con la dureza de los campos de tierra y modestos presupuestos que daban para poco más que sobrevivir: "Primero empezamos solo con gente del pueblo y luego ya empezamos con jugadores de los alrededores y a subir el nivel".

Tampoco ha cambiado tanto la cosa, porque, sí, estos equipos que batallarán con los mejores jugadores del país no pueden pagar a sus jugadores y disfrutan del fútbol como una afición y no como un trabajo. "No cobra ninguno. Lo único es que a la gente de fuera que viven en estas dos casas alquiladas les damos un dinero semanal para la compra, la comida... Les cubrimos sus gastos. Y luego se pagan los desplazamientos para los entrenamientos y los partidos", informa Sergio.

Por tanto, los jugadores necesitan trabajar o estudiar para poder vivir. Casi como los jugadores de su rival, vaya. ¿Os imagináis las siguientes palabras en la pretemporada del Betis? "Entrenamos martes, jueves y viernes, más los partidos los domingos. Los entrenamientos los adaptamos a los horarios de trabajo. A principio de temporada preguntamos quién es el último en salir del trabajo y ponemos los entrenamientos después. Tenemos profesiones de todo tipo: peluqueros, gente que trabaja en fábricas hortofrutículas, en el campo...", expone el futbolista del Hernán Cortés.

Daniel, Gonzalo y Jorge: el estadio homenaje del fútbol español

El partido frente al Betis se disputará en el estadio Francisco de la Hera, de Almendralejo, casa del Extremadura en su etapa en Segunda División. Un señor campo, que contrasta con su modesto Municipal Daniel, Gonzalo y Jorge. Con césped artificial y escasa capacidad, son las instalaciones del pueblo en la que defienden su escudo como locales.

"Cuando estaban aquí mis abuelos y mis padres vieron todo construirse. Las casas, las calles... Todo sin asfaltar, sin servicio de luz ni de agua"

Sergio Álvarez jugador-vicepresidente del Hernán Cortés

La normativa de la Federación obliga a los clubes más humildes a cumplir unos requisitos mínimos para poder jugar en sus estadios. Algunas instalaciones pueden pasar el corte con unas reformas exprés. No es el caso de las del Hernán Cortés. Por ello, se han tenido que desplazar, lo que puede implicar algo de frustración dentro del grupo. Sergio Álvarez le resta importancia: "Bueno, ya sabíamos que aquí no podíamos jugar... Queríamos encontrar un campo rápido que no necesitara remodelación. Tardamos 40 minutos en coche por autovía en llegar. Se han fletado ya cinco autobuses. Calculo que irán unas 700 personas del pueblo".

Lo importante, eso sí, no es solo jugar en campo propio, sino llevar su aura allá donde vayan. Porque el Estadio Municipal Daniel, Gonzalo y Jorge tiene una triste y conmovedora historia que da sentido a su particular nombre. Un nombre que es homenaje a tres jóvenes chicos del pueblo que fallecieron, en lo que fue el mayor disgusto de la localidad en sus apenas 60 años de historia.

"Cuando se estaba haciendo la obra, uno de los que jugaba con nosotros, el portero, falleció, en la época de la pandemia. Y poco después, dos chavales del pueblo se ahogaron mientras se bañaban en unos canales de riego. Fue un palo gordo para el pueblo, era gente joven. Jugaban al fútbol y al final nos conocíamos todos. Fue muy duro. El Ayuntamiento y el club decidieron que en homenaje a ellos el campo llevara su nombre. Qué menos", recuerda.

El jugador-directivo, una especie en extinción

Salvo Marc Gasol y el Girona y algún caso aislado en el fútbol internacional solo en el recuerdo de los eruditos del balón, la figura del jugador-directivo está prácticamente extinguida. Excepto en los modestos, capaces de jugar con sus propias reglas y aun así llegar a competir contra equipos de Primera. El Hernán Cortés es una de esas excepciones que cumple con este extraño patrón.

Sergio Álvarez Bastida es su vicepresidente, a la vez que jugador. Una circunstancia descubierta casi de casualidad y explicada ante un visible asombro: "Desde que se creó el club llevo aquí jugando. Soy el más veterano. Tenía otro compañero, que ahora es el presidente. Cuando el anterior se echó a un lado, nadie quería cogerlo y mi amigo se lanzó para que no se quedara vacío. Me dijo que tenía que ir con él. Respondí: 'Hostia, si yo quiero seguir jugando todavía'. Pero ahora puedo compaginar las dos cosas".

La pregunta era inevitable: ¿desde que se creó el club?, ¿entonces cuánto lleva? Desde 2001, 22 años defendiendo los colores. Eso sí que es amor. No es para menos. Su familia vio nacer a Hernán Cortés, como si fuera un hijo: "Cuando estaban aquí mis abuelos y mis padres vieron todo construirse. Las casas, las calles... Todo sin asfaltar, sin servicio de luz ni de agua. Tenemos la suerte de estar bien situados, estamos cerca de Mérida, de Don Benito... La gente joven se está quedando aquí, se vive bastante bien y los trabajos están bastante cerca. En pueblos de los alrededores hay menos de mil personas y se está perdiendo vida, pero aquí no. Se mantiene y sigue creciendo todos los años un poquito".

Así vivió el Hernán Cortés el emparejamiento copero.

Las tradiciones se pierden. Sergio es el último que queda nacido en el pueblo: "Representando". Pero vivir, viven más. Entre ellos, varios jugadores extranjeros que han acabado llegando a un equipo de Regional. En el vestuario del Hernán Cortés conviven españoles, brasileños, panameños, argentinos... y estos últimos residen en un par de casas que tiene alquiladas el club.

¿Panameños, argentinos, brasileños? ¿Y cómo conocen Hernán Cortés? "Ha cambiado mucho el fútbol. A este nivel hay mucha gente que te quiere representar. Contactan mucho con nosotros, nos mandan vídeos. Quieren venir a España para dar el salto y poder ganarse la vida del fútbol".

Un rival deseado y en diferido

Llega a Extremadura el Betis, uno de los grandes atractivos. Su bola salió pronto en el sorteo, dando lugar a una divertida escena. Alberto Galeano, uno de sus futbolistas, era el anfitrión online para Saúl Ramos desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Y, primero, más formal, recordó a Daniel, Gonzalo y Jorge: "Todo esto se lo brindamos a ellos, son la ilusión que nosotros tenemos". Algo perdió la imagen cuando en el escenario se anunció el emparejamiento del Hernán Cortés.

Así reaccionó el Hernán Cortés al sorteo.

Desde la Federación conectaron con él y el resto que veían el sorteo desde la casa de cultura del pueblo... sin pensar en el retardo. Había risas, barullo entre las masas, incluso un clima de tranquilidad para que les acabara de tocar el Betis. Y es que no les había caído el 'Gordo' aún. Ya cuando lo escucharon comenzaron a saltar y gritar para celebrarlo. Los que pudieron ir, ya que otros muchos tenían que estar trabajando. El festivo les salva esta vez: "Por tema de trabajo no hemos tenido problema, pero nos hemos pedido algunos el día de antes o el día de después en el trabajo por estar más descansados".

En el pueblo se conocen todos y será una cita especial. No solo jugarán los once del campo, sino cada habitante, que vive cada fin de semana las aventuras de su equipo: "Hemos crecido mucho en aficionados y socios. Creamos la escuela de fútbol, se apunta los chavales y eso mueve mucho". Los chicos ahora ven que jugar contra sus ídolos de Primera no está tan lejos. Queda por ver si los mayores este miércoles rematan el sueño que comenzó el día de las bolas. Ganar al Betis, competir o llevar el nombre de Hernán Cortés a todos los hogares de España. Y el Daniel, el de Gonzalo y el de Jorge. Esto va por ellos.