El horror de los aficionados del Atlético en Bilbao: "Llamaron a la Policía y les dijeron que no podían ir"
Ana, mujer de uno de los peñistas agredidos en la previa, lamentó la situación en 'El Larguero': "Que le digas a la Policía que estamos agobiados en un bar, que nos van a matar a todos y que no venga nadie...".

La victoria del Athletic sobre el Atlético en San Mamés (3-0) quedó empañada por los graves incidentes registrados en la previa, con lanzamientos de vallas a la Ertzaintza y agresiones a aficionados colchoneros. Unos 15 de ellos fueron atacados mientras comían en un restaurante cercano al estadio. Ana, mujer de un miembro de la Peña Atlética Rock & Roll que resultó herido, relató lo ocurrido en El Larguero a través del testimonio de su marido.
🗣️ 💥 Hablamos con Ana, mujer de uno de los aficionados del Atlético de Madrid agredidos en Bilbao
— El Larguero (@ellarguero) March 1, 2024
👊 "Estaban comiendo en un restaurante y de pronto ha entrado un grupo arrasando con todos"
❌"Ayer cuando vimos el planning ya sabíamos que era una ratonera. Han ido a matar" pic.twitter.com/wwZ6UYmEQ3
"Llevaban en el bar unas dos horas y de repente irrumpió un grupo de seguidores del Athletic. Al principio él me decía que eran 100, después 50. Entraron arrasando, arrasando. A un chaval le han abierto la cara, a otro le pegaron un botellazo en el ojo... Estaban muy agobiados y asustados", transmitió. La mala organización, lamentó, condujo a que los hinchas del Atleti (algunos terminaron hospitalizados) estuviesen más expuestos al peligro.
"Nosotros viajamos habitualmente, y estamos acostumbrados a que en partidos de alto riesgo exista un punto de encuentro para los peñistas y una zona de aparcamiento de autobuses. En este caso, el Athletic comunicó que ni habría había punto de encuentro, ni habría aparcamiento para los autobuses. El miércoles, cuando vimos el planning, ya sabíamos que eso era una ratonera. Tenían que dejar a los peñistas en paradas en la calle, recogerles en el mismo sitio y que mientras cada uno se moviese por la ciudad como pudiera", expuso.
Fue el caso de su marido, presente en el local donde se produjeron los incidentes: "Llegaron por la mañana, estuvieron dando una vuelta y, como llovía, decidieron entrar a comer al restaurante. De todos los que iban, 15 se quedaron juntos y otros tantos se marcharon a ver la ciudad". Según su versión, la inacción de las fuerzas de seguridad agravó la situación: "Llamaron a la Policía, pero les dijeron que no podían ir allí porque no tenían efectivos. Que les digas que estamos agobiados en un bar, que nos van a matar a todos y que no venga nadie... Después llamaron a la Guardia Civil, que evidentemente no pudo ir, y pidieron una ambulancia urgente. Mientras estaban esperando, volvieron a entrar (los ultras del Athletic) y tuvieron otro altercado".
Su esposo no se mantuvo ajeno a los daños: "Han pegado a una chica que había salido a fumar para relajarse, él ha ido a ayudarla y le han tirado al suelo, le han golpeado y cree que tiene la mandíbula rota de la patada". El horror fue total... hasta para la propia Policía, que tuvo que refugiarse en el interior de San Mamés por la actitud de los radicales. "Hemos ido a varios partidos de alto riesgo y esto jamás había pasado. Siempre hay un punto de encuentro para los aficionados, van controlados por la Policía; en Madrid no ocurren estas cosas. Y esto lo organiza alguien", criticó Ana.
Enrique Cerezo, presidente del Atlético, ya se refirió a lo sucedido en los micrófonos de Movistar Plus+ en los minutos previos al choque: "Varios aficionados han sido agredidos por gente del Athletic. Venimos al fútbol a ganar amigos y no a tener problemas. No se pueden consentir agresiones ni violaciones a los derechos de cualquier ciudadano a ver el fútbol sin ningún problema. Ha sido en un bar, con gravedad. Están en el hospital y esperamos noticias. Les pido una cosa a todos los aficionados de España: hay que venir a ver los partidos, aquí no viene nadie a matarse ni a morir".
Jon Uriarte, máximo mandatario del Athletic, se pronunció en la misma línea para condenar los hechos: "Lamentablemente, entre las multitudes se suelen esconder personas que no son ni aficionados del fútbol. Les da igual todo y no respetan nada. Estamos en contra de su actitud. Desgraciadamente, han podido empañar un recibimiento que ha sido muy bonito".