Iñaki Williams, tras un gol de película: "Me gustaría ir a echar un par de cervezas, pero estoy reventado"

Iñaki Williams apareció en la sala de prensa cansado. Feliz, con una sonrisa tras eliminar al Barcelona, pero con los ojos brillosos, casi sin fuerzas después de sus 24 horas "más frenéticas" para regresar desde Costa de Marfil a Bilbao tras la eliminación en la Copa de África y poder disputar el partido con el Athletic ante el Barcelona. "Parecía un cuento con final feliz. Ha sido un día precioso", dijo, aunque reconoció que "ni en el mejor de los sueños hubiese imaginado estar hoy aquí".

Para estar en San Mamés necesitó que Camerún remontase a Gambia en un choque con dos goles en los minutos finales y una revisión de VAR que pudo echar por la borda todo el plan que tenía el Athletic con él para traerle de vuelta. Así relató el jugador estas horas tan convulsas, emotivas y, desde hoy, importantes para la historia del conjunto vasco: "Ayer estaba en la habitación de los fisios viendo el partido de Camerún, sacamos los vuelos a todo correr, me vino a buscar mi aita (padre) y me llevó al aeropuerto porque teníamos un vuelo a París. No me he enterado casi del vuelo porque he ido dormido. Al llegar a París, 45 minutos en coche para coger un vuelo privado...", narraba. Lógico que estuviese cansado. "Una locura, estoy reventado. Me gustaría ir a echar un par de cervezas, pero estoy reventado". 

El delantero agradeció el apoyo de la afición durante estas horas. "No me esperaba tanta expectación, he visto que ha sido uno de los vuelos más seguidos en el día. Cerrarlo así es increíble. me voy muy feliz a la cama, estoy super feliz de haber vivido el trayecto en el autobús desde el hotel, ver a la gente volcada... Es un día para sentirse orgulloso del Athletic". También agradeció al club porque hizo "todo lo posible" por tenerle en este choque y también a sus compañeros. "Yo quería estar aquí y apoyar a mis compañeros jugando o no. A veces el destino es caprichoso y quiere se cumplan los sueños".

Su cansancio es lógico. No solo porque disputó un choque el pasado lunes con Ghana, si no porque no descansó como cualquier noche habitual antes de un partido, además de la adrenalina por lo vivido en las horas previas. Pero mereció la pena. "Mi madre me dijo ayer que cuando se cierra una puerta se abre una ventana. De la alegría a al pena hay un paso.

"Evidentemente he pasado 24 horas frenéticas, en un avión, no he dormido como se descansa en una cama, al principio estaba superado. He tenido el apoyo de todos, al final me he ido encontrando mejor. Ha sido una locura todo lo que se ha generado, estoy muy contento. El equipo ha hecho un partidazo que es lo importante. Este es el camino a seguir, pero ha sido increíble. Parecía un cuento con final feliz".

Ernesto Valverde también se refirió al tema del día. A esa decisión de recuperar a Iñaki lo antes posible, incluirle en la convocatoria y hacerle jugar. Algo que tenía muy claro, según explicó. "Le he saludado esta mañana, no le he preguntado mucho. Sí he preguntado esta mañana si iba a llegar o no, pero tenía claro que si estaba iba a ser un empujón anímico no solo en el campo, también para el grupo, para la afición... Tenía claro que era una baza que teníamos que jugar", dijo, aunque reconoció que Iñaki saltó al campo "algo revolucionado" por el cúmulo de emociones.

El técnico rojiblanco también valoró la importancia del delantero, con un ejemplo gracioso y sincero. "A Iñaki siempre le ven los dientes porque siempre se está riendo, transmite mucho. Habrá tenido momentos peores, pero un jugador que ha participado tantos partidos seguidos es impensable. La llegada de Iñaki para nosotros suponía mucho. Creo que el vuelo ha sido uno de los más seguidos. Todos estaban empujando el avión para que llegara".