BARCELONA - REAL MADRID

Detrás de la batalla más dura entre el Real Madrid y los árbitros que incendió la final están la "apariencia de imparcialidad" y el "conflicto de intereses"

La guerra alcanza su punto más álgido en Sevilla y no parece tener vuelta atrás.

Florentino Pérez. /
Florentino Pérez.
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

La guerra entre el Real Madrid y los árbitros ha llegado a su punto más álgido en Sevilla, justo antes de la final de Copa del Rey. La rueda de prensa de De Burgos Bengoetxea, árbitro del choque, y González Fuertes, del VAR, dinamitó la previa hasta el punto que el conjunto blanco se plantó, no acudió a los actos de la RFEF (entrenamiento, ruedas de prensa, cena...) y emitió un comunicado a 24 horas del partido exigiendo cambios. Son varios los motivos que llevaron a la entidad a pedir una medida tan drástica. Por ejemplo, las lágrimas del árbitro hablando de las críticas de Real Madrid TV o, sobre todo, la amenaza de González Fuertes al respecto: "Vamos a empezar a tomar medidas, más serias de las que estamos tomando".

Los directivos de Valdebebas tenían sus argumentos para pedir el cambio de colegiados en la final, aunque fuera un imposible. La Real Federación Española de Fútbol, con Rafael Louzán a la cabeza, tampoco lo consideraron. Esto no quita que el Real Madrid desatara su ira contra el colectivo arbitral y no sólo eso, sino que considera lo sucedido en la previa de la final como un hecho sin precedentes, hablando de "show consentido por la RFEF".

Su deseo era una reacción por parte de la Federación, como así le pidió en su comunicado, ya que consideraron que existía un claro "conflicto de intereses" y que tanto De Burgos, árbitro de campo, como González Fuertes, en el VAR, habían quedado incapacitados.

Cabe destacar que la recusación de un juez es una cosa relativamente común en la justicia ordinaria en base al artículo 219.9ª de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Se aplica cuando no se puede asegurar apariencia de imparcialidad porque el magistrado en cuestión tiene algún tipo de relación o interés directa o indirecta con las partes. Esa "apariencia de imparcialidad" es un término que ha sido muy utilizado por el Real Madrid en las últimas horas, sobre todo a través de su televisión. Los blancos consideran que el arbitraje en España es parcial, contrario al conjunto blanco, pero en esta ocasión, en la Copa, pensaban que se ha hecho público en la rueda de prensa.

La Federación es consciente de que el arbitraje necesita cambios y, con el último cambio de presidente, están dispuestos a llevarlos a cabo. "En la medida que podamos, vamos a intentar que el modelo y ese cambio estructural pueda llegar con el inicio de la próxima temporada 2025/2026", dijo Louzán en marzo. El Madrid lleva un tiempo pidiendo la salida de Medina Cantalejo, presidente del CTA, y de Clos Gómez, jefe del VAR, y aunque Louzán no ha tomado cartas en el asunto sí que se instalaron un runrún en el ambiente, principalmente porque hay más clubes que también piden una renovación.

La guerra entre el Real Madrid y el CTA viene de lejos. Los merengues han tensado la relación con los vídeos de su televisión criticando a todos los árbitros del campeonato. Así han querido denunciar lo que ellos consideran decisiones premeditadas en contra de su equipo. Incluso han llamado a la competición doméstica "Mugrienta Liga Negreira".

Hansi Flick hizo de portavoz blaugrana en rueda de prensa. Consultado por la situación, mandó un mensaje conciliador. "Los aficionados quieren ver a los jugadores y necesitamos a los árbitros. Hay que cuidarlos también. Los entrenadores, pero también los jugadores".

La Federación y los árbitros se mostraron relativamente comedidos en la mayoría de casos, pero a la vez los colegiados han aprovechado sus intervenciones públicas para denunciar lo que consideran una persecución por parte de la entidad de Chamartín. La rueda de prensa previa a la Copa no es más que otra demostración de lo que piensan de los vídeos de Real Madrid Televisión, aunque no siempre lo verbalicen. Y la respuesta del club, una nueva batalla en su cruzada contra el estamento y su estructura. Sin duda, un momento que ya ha marcado la final de Copa de 2025.