REAL SOCIEDAD 1 - REAL MALLORCA 1 (4-5)

Una frase del libro de Aguirre y una imagen insólita en el fútbol dan en el clavo con el éxito del Mallorca

La falta de presión que imprimió el técnico mexicano al vestuario, clave para alcanzar la cuarta final de Copa del Rey de su historia.

Una frase del libro de Aguirre y una imagen insólita en el fútbol dan en el clavo con el éxito del Mallorca
Pablo Díaz

Pablo Díaz

"En el avión puedo ver el partido de la Real Sociedad o leer un libro, voy a optar por lo segundo". La frase de Javier Aguirre corresponde al pasado sábado, recién terminado el partido de Liga ante el Alavés (1-1) y sirvió como respuesta a la pregunta sobre el siguiente partido, la decisiva vuelta de semifinales de Copa del Rey ante la Real Sociedad, que podía conducir al Mallorca a la cuarta final de su historia del torneo del K.O. Y así fue, estarán el 6 de abril en La Cartuja, ante Athletic o Atlético, el jueves saldremos de dudas.

La frase del avión y el libro, más allá del habitual humor y del desenfadado lenguaje del técnico en las salas de prensa, refleja lo que Aguirre transmitió a sus jugadores de cara a esta final, que visto ahora el resultado, no será la última de los bermellones esta temporada. "No éramos favoritos, cuando hay ocho o diez equipos que pueden llegar y no tú... Había mucho que ganar y poco que perder", explicó después un técnico que vivirá en poco menos de un mes y diez días su segunda final copera en España, tras la que perdió con Osasuna ante el Betis en 2005.

Aguirre se empeñó en rebajar la tensión de su plantilla, alejarles de cualquier obligación de ganar y centrarse en competir. No eran los favoritos. Detuvieron un penalti, se adelantaron en el marcador, recibieron el empate y aguantaron las acometidas de la Real Sociedad, un conjunto que no pasa su mejor momento pero que ha sido receptor de elogios por su intensidad y fútbol durante gran parte de esta temporada. Del mismo modo que el sorprendente Girona, anterior enemigo abatido en la batalla copera por los hombres del mexicano. "La falta de presión nos hizo crecer en la competición. Si te ganan es lo normal", volvió a recalcar. Un lobo con piel de cordero. Ir de víctima para sorprender al favorito.

Aguirre y la tranquilidad con la que vivieron la semifinal. RFEF

Así se presentaron en la tanda de penaltis, una situación de estrés máxima en el fútbol profesional pero que, sorprendentemente, en el Mallorca se vivió del modo contrario. Risas, corrillo con el entrenador, saltos y buen ambiente, como si ya estuvieran celebrando el trabajo hecho, sin saber si aquello acabaría con eliminación o final. Nada de tensión en los gestos, en los músculos, ni un atisbo de ese miedo a fallar que atenaza a la mayoría de los mortales, son incontables las rutilantes estrellas futbolísticas que han sucumbido a este momento. Las imágenes mostradas por Movistar Plus lo reflejan perfectamente. Insólito. Una fiesta antes del juicio final.

A sus 65 años, habiendo pasado por clubes tan diversos, y mencionamos solo los españoles, como Osasuna, Zaragoza, Atlético de Madrid, Espanyol, Leganés y ahora Mallorca, Aguirre se las sabe todas. Como suelen decir los más antiguos de esto, las ha visto de todos los colores. "No ensayamos los penaltis. no sé si me creerán o no. Lo teníamos anotado en el programa del día, pero por una razón u otra, llovió, hacía viento, ya se fue el otro, el otro no sé qué... No estaba contemplado", explicó, evidenciando que, antes de lanzar desde los once metros, su equipo ya había ganado.

Aguirre: «No ensayamos los penaltis» RFEF

Los futbolistas respondieron. "Cuando ves que quieren tirar todos sabes que todo va bien. Estaban todos muy tranquilos. Puedes perder, pero estábamos sin la presión de estar en la final", concluyó. Quizá no vio ese partido previo de la Real en el avión, pero el libro que se leyó durante el vuelo hablaba de liberar presiones en un grupo de trabajo. Aunque si así lo fuese, Aguirre ya se lo sabía.