El año loco de Kubo en el que le tuvieron que convencer para salir del Villarreal y acabó salvando a Bordalás: "Sufrí mucho"
La 2020/21 fue una temporada de aprendizaje para él con dos cesiones desacertadas.

Antes de que Take Kubo (23 años) tirase la puerta abajo en la Real Sociedad tuvo que pasar varios años de travesía. El Real Madrid manejó el asunto con paciencia, pero lo cierto es que no terminó de acertar en algunas de las decisiones respecto al futuro del japonés, que se marchó cedido a cuatro equipos diferentes en apenas tres temporadas. Una de ellas, la 2020/21 fue especialmente complicada. Jugó en el Villarreal hasta enero y en el Getafe hasta mayo, y en ninguno de los dos terminó de encajar.
Corría el verano tras comenzar la pandemia. El 10 de agosto de 2020 Take era anunciado como nuevo futbolista del Submarino Amarillo después de varias semanas de rumores. Media Liga lo quería, pero analizando los pros y los contras, se decidió que se mudase a Castellón. Sobre todo, porque Unai Emery, recién llegado a la entidad, se mostró encantado con la posibilidad de poder contar con él en una temporada con tres competiciones abiertas para ellos, la Europa League entre ellas.
Otro de los motivos por los que Kubo y el Real Madrid eligieron el Villarreal fue el estilo de juego. Venía de una temporada en el Mallorca, un equipo que no cuidaba la posesión y en el que se le veía sufrir. Hándicap o ventaja, los que conocen al de Kawasaki aseguran que brilla por encima del resto en sistemas ofensivos, rodeado de otros futbolistas con buen trato de la pelota. La llegada de Unai y la presencia de otros talentos como Parejo, Trigueros o Gerard Moreno terminaron de convencerlo.
Sin embargo, las cosas no salieron como esperaban ni él ni el Real Madrid. Emery demostró contar con él para la Europa League (jugó de titular cinco de los seis partidos de la fase de grupos), pero en Liga contaba poco con él. En las primeras 13 jornadas apenas sumó 292 minutos, el 22%. Después, cuando empezaron los rumores de salida, vio tres partidos completos desde el banquillo. Finalmente, acabó dejando La Cerámica para irse al Getafe.
De Emery a Bordalás
En un primer momento tuvieron que convencerlo, pues estaba por la labor de quedarse y tratar de luchar por un puesto. Consideraba que, con tiempo, podría haber cambiado su situación. Por otro lado, miembros de su entorno y también del Madrid consideraban que la cesión no estaba saliendo como estaba previsto. Esperaban que fuese un habitual en los onces, pero para Emery era un actor secundario. Por ello se pusieron a buscar posibles destinos y apareció el Geta, necesitado de efectivos y que aprovechó sus buenas relaciones con el conjunto blanco.
Todos esperaban que en el Coliseum se convirtiese en un fijo para Bordalás. Si bien el estilo del equipo no era su favorito, se estaban jugando el descenso y un futbolista de su talento podía marcar la diferencia. A pesar de la ilusión, la segunda cesión de la temporada tampoco funcionó. Empezó disfrutando de protagonismo, pero acabó mezclando titularidades con suplencias. Acabó la temporada de azul con 802 minutos, un 36% del total.
A goal worth the wait! 😉
— LALIGA English (@LaLigaEN) May 19, 2021
Take Kubo's first goal for @GetafeCF secured their safety in #LaLigaSantander! 🇯🇵🔒#Mediacoach pic.twitter.com/Y3TO4dOq5n
Eso sí, su participación, si bien corta, resultó clave para que el Getafe se quedase en primera. Un gol suyo contra el Levante en la penúltima jornada certificó la salvación. Fue heroico, pues llegó en el 84 y cuando el agua les llegaba al cuello. Tras el partido, pudo soltarse y reconoció haberlo pasado mal: "Sufrí mucho este año personalmente tanto en el Villarreal como en el Getafe, pero el final es lo que cuenta".
Un curso de aprendizaje para él. Su travesía no acabó ahí, pues al siguiente repitió en el Mallorca y no fue hasta 2022 cuando el Madrid decidió vendérselo a la Real a cambio de seis millones de euros. Allí ha explotado, cumpliendo las expectativas generadas: 23 goles y 17 asistencias que han despertado el interés de grandes clubes de Europa.
Sin embargo, el Madrid se guarda el 50% de los derechos. Es decir, podría recuperar al futbolista poniendo la mitad de su cláusula, 30 millones de euros. Además, el futbolista está obligado a avisar en caso de llegar a un acuerdo con un tercer club y el conjunto blanco se lo quedaría si iguala el salario ofrecido, una fórmula de tanteo poco habitual de la que informó Relevo en octubre de 2023.
Vuelve al Bernabéu, un escenario especial para él y donde siempre intenta brillar. Sabe que muchos ojos estarán puestos sobre él y que una remontada de la Real Sociedad pasará por sus botas (perdieron 0-1 en la ida). La vuelta de un futbolista que gusta mucho a la afición madridista y que sigue teniendo una puerta abierta para volver al club.