COPA DEL REY

La locura por las entradas de la Copa del Rey convierte Bilbao en un mercadillo: reventa a 1000€, sorteos...

Miles de aficionados bilbaínos se encuentran sin entrada para la final del próximo 6 de abril.

La afición del Athletic anima a sus jugadores antes de la final de la Copa del Rey 19/20./EFE
La afición del Athletic anima a sus jugadores antes de la final de la Copa del Rey 19/20. EFE
June Lavín

June Lavín

El 6 de abril es una fecha marcada en rojo para los aficionados de Athletic y Mallorca. Y también del fútbol. La Cartuja acogerá una nueva final de la Copa del Rey, esta vez entre bilbaínos y bermellones. El espectáculo está asegurado. La cita se antoja histórica, pero no está exenta de contratiempos y dificultades. Conseguir entradas, el más común. Con capacidad para 56.000 espectadores, presenciar en directo la final parece tarea complicada. Por no decir imposible. Las entradas vuelan. Y, donde muchos ven problemas, otros detectan oportunidades. Porque Bilbao se ha convertido en un mercadillo: reventa por cantidades desorbitadas, sorteos a cambio de seguidores en Instagram, chalet en Laredo en pleno mes de agosto... e incluso chapuzas que coquetean con la ilegalidad.

La emoción también está asegurada. Antes, durante y después. La Cartuja acogerá por sexto año consecutivo la final de la Copa del Rey, esta vez ligeramente empañada por la investigación de la UCO que aborda la remodelación del estadio a través de Gruconsa. Pero el fútbol es lo primero. Bajo esa premisa, los aficionados del Athletic se rascan el bolsillo para hacer frente a una reventa de cantidades desorbitadas: ya se han llegado a pagar 1.000 euros por una única entrada. En webs como Milanuncios o Wallapop, encontrar ofertas como "un boli bic y dos entradas para la final de Copa" por más de 300€ es habitual. Y por 400€, también. Todo, claro, sin certeza alguna de que las entradas sean 'auténticas' y permitan entrar al estadio a quien las compre.

También al revés: cientos de ofertas, que en realidad son reclamos, para intentar conseguir entradas. "Compro entradas para la final. Pago en un momento", "no pago burradas, persona seria", "pago 250€ más lo que cueste la localidad" o "necesito tres entradas, ofrezco mil euros", algunos ejemplos. Las entradas, además, son nominales, por lo que adquirirlas en reventa supone asumir el riesgo de no entrar al estadio. También son digitales, por lo que cualquier contratiempo con el teléfono móvil podría privar a los aficionados de entrar al estadio.

Reventa de una entrada por mil euros en Milanuncios.
Reventa de una entrada por mil euros en Milanuncios.

Hay matices. En el caso de las entradas de la Federación y del Mallorca, se 'vende' optar a acudir a la final, todavía sin precisar el nombre de la persona que asistirá. En castellano, pagas por el acceso a comprar la entrada, sin saber si, finalmente, estarás en La Cartuja el próximo 6 de abril. La hoja de ruta es sencilla: pagas, el aficionado en cuestión te da sus datos y, una vez ingresados, accedes a la compra. Si lo consigues, antes de pagar, cambias el nombre (la propia RFEF y Mallorca dan la posibilidad de hacerlo y es legal) y añades el tuyo, eludiendo el riesgo de quedarte fuera. Peor sería, y también mucho más arriesgado, comprar una entrada con un nombre que no es el tuyo. En lo que al Athletic se refiere, todavía no ha empezado la compra. Se ha sorteado, eso sí, el acceso a las entradas.

Captura de Milanuncios en la que aficionados del Athletic tratan de conseguir entradas.
Captura de Milanuncios en la que aficionados del Athletic tratan de conseguir entradas.

La locura, de hecho, siempre puede ir un paso más allá. Y la final de la Copa del Rey lo ha demostrado. Relegando la preventa a un segundo plano, también hay gente que cede su chalet una semana en pleno mes de agosto a cambio de conseguir entradas. Sí, así, sin anestesia. "Ofrezco un chalet con piscina privada en la zona de Laredo Cantabria el mes de agosto, una semana por cada dos entradas", reza la oferta, acompañada por fotos del piso y la piscina.

Ahora mismo, teniendo en cuenta todas las posibilidades y opciones, ya sea a través de los clubes o de la Federación, resulta igual de difícil conseguir entradas que evitar timos.

Sorteos en Instagram... y la sombra de la estafa

Los sorteos de Instagram emergen como otra alternativa para estar en Sevilla el próximo 6 de abril. Gratis, en esta ocasión. Aunque, y en el caso de esta clínica, con requisitos: dar me gusta y compartir la publicación, mencionar a la persona con la que irías a ver el partido ("puedes comentar tantas veces como quieras, pero mencionando a personas diferentes en cada comentario", explican) y, por supuesto, seguir la cuenta. Además, la persona ganadora podrá disfrutar de un tratamiento de 300€, siempre y cuando sea cliente de la clínica.

Vueling, patrocinador del Athletic, también se ha apuntado a la 'moda' de los sorteos. La compañía aérea sortea dos entradas para la final de Copa y un vuelo doble (ida 5 de abril y vuelta el 7) con unos requisitos similares: seguir su cuenta de Instagram, dar like a la publicación y etiquetar "a la persona con la que más disfrutarías de la final".

Además, Vueling ha reforzado las frecuencias a Sevilla para garantizar una mayor presencia de aficionados de Athletic y Mallorca. Tal y como ha informado la compañía aérea, ha añadido cinco frecuencias entre Palma y Sevilla del 6 al 7 de abril, y tres entre Bilbao y Sevilla el mismo día de la final, el 6 de abril, y dos diarias los días 5 y 7 de abril.

Estos sorteos, no obstante, también entrañan cierto riesgo. Hay cientos de cuentas que se hacen pasar, en este caso, por TellMySkin y Vueling y que, a la hora de comunicar el ganador (falso, ya que son completamente ajenas a la clínica y compañía aérea), utilizan técnicas de phising en forma de enlaces fraudulentos que requieren información privada de los usuarios (tarjeta, DNI...).

Reventa por mil euros, personas dispuestas a ceder su chalet en pleno mes de agosto por conseguir entradas, sorteos en Instagram (con su respectivo intento de estafa)... y, a fin de cuentas, una completa odisea para llegar a La Cartuja el próximo 6 de abril.