FC BARCELONA - REAL MADRID

La lógica pone a Fran García en el once, pero Ancelotti, la caseta y los precedentes no olvidan a Mendy

Más allá de si Rodrygo se mantiene en el once de la final de Copa o se regresa a un 1-4-4-2 sin él pero con Mbappé (siguiendo el plan ante el Athletic), la gran duda en Sevilla es el lateral izquierdo.

Mendy, en el entrenamiento de ayer en Valdebebas. /REALMADRID.COM
Mendy, en el entrenamiento de ayer en Valdebebas. REALMADRID.COM
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Pocas veces se ha visto tan enfadado a Carlo Ancelotti como en los últimos minutos del reciente Getafe-Real Madrid. La lesión de Camavinga —más la de Alaba—, cuya gravedad se ha confirmado, hizo sacar su versión más ofuscada. Y con motivos: donde todo el mundo vio la razón de sus aspavientos en una anecdótica mala decisión de uno de de los médicos del club (más allá de quedarse con diez en un momento delicado), la realidad apunta a que su agria recriminación escondía la preocupación, el nerviosismo y la tensión por que parte de su estrategia para la final de Copa se venía abajo de golpe y porrazo. Camavinga iba a ser el lateral izquierdo titular ante el Barcelona y, por tanto, el encargado de intentar frenar a Lamine Yamal.

El Clásico del sábado (22:00 horas, La 1, Movistar y TV3) se ha convertido en trascendental para el italiano tras la desventaja en la Liga y la eliminación de Champions a manos del Arsenal. El Madrid se juega la temporada y él mismo su futuro a corto plazo. Por eso, si desde la misma alineación del Coliseum el técnico dejó claro que su mente ya estaba en La Cartuja, tras el imprevisto en forma de grave lesión le costó dormir en busca de soluciones al problema. Apostar por Fran García o Mendy, ya recuperado. He aquí la cuestión.

Carletto ya fue preguntado por este debate en la misma sala de prensa de Getafe. "¿Sin Alaba, Camavinga y con Mendy tan justo... la única opción es Fran García?", cuestionó el periodista. "Sí, Fran García", respondió automáticamente, casi sin pensarlo, como quien está deseando zanjar un tema al que ya volverá en otro momento. Su palabra no debería ponerse en duda, y por eso la lógica y este tipo de señales dan a Fran García como favorito, salvo si recordamos que el míster también dijo en su momento que Lunin sería titular en algún partido grande y acabó en el banquillo, o si reconocemos que el Real Madrid está en una situación crítica y que cualquier farol ante el rival está justificado y tiene sentido.

La realidad es que para Ancelotti no hay color, no lo hubo ni nunca lo habrá entre Mendy y Fran García. "Es el mejor defensa del mundo", llegó a decir. Mientras que con el francés él mismo pidió su renovación al club el curso pasado, con el internacional español no logra despejar las dudas que cada cierto tiempo le sobrevuelan, hasta el punto de que para él es transferible y parece que su continuidad en Valdebebas no pasa de este verano. El problema para Ancelotti es que Fran García está físicamente como siempre, como una moto, y ha mejorado notablemente como él mismo reconoció, mientras que Alaba ha vuelto a lesionarse (sustituido en el 46' en el último partido) y Mendy —que ha regresado a los entrenamientos esta semana— suma 43 días de baja por su decimoquinta lesión desde que viste de blanco.

Uno más

Mendy lleva varios días ejercitándose a buen ritmo con el resto de sus compañeros y, según diversas fuentes consultadas, en principio está en perfectas condiciones físicas. Otra cosa es su ya conocida relación con el balón y sus despistes tácticos. Pero de lo que sí goza Ferland es de algo que se antoja imprescindible para completar la carrera que lleva a sus 29 años y ganarse la credibilidad y el respeto de todos: sus compañeros le tienen una gran confianza y refuerzan que siempre es fiable independientemente del punto en el que se encuentre.

De hecho, preparadores físicos y fisioterapeutas que le han tratado estos años (llegó al Madrid en la temporada 2019-2020) recuerdan que Mendy es un futbolista que, pese a sus continuos problemas físicos, no necesita de un gran rodaje para alcanzar su mejor nivel. Es una clara diferencia con lo que le ocurre a otros jugadores como por ejemplo Ceballos o Modric, que requieren imperiosamente de varios partidos consecutivos, aunque sea a ratos, para recuperar las sensaciones y volver al punto más óptimo en el que lo habían dejado antes de caer.

Así, teniendo claro que los tiempos, las exigencias y la coherencia benefician claramente a Fran García en su última bala para reivindicarse y cambiar de nuevo el guion de su futuro, y que los gustos del entrenador y los pesos pesados de la caseta se inclinan por Mendy, conviene revisar los precedentes cuando Ancelotti se ha visto en una tesitura parecida. Los datos no engañan en su 'modus operandi' cuando duda: el francés también sale ganador. Sobre todo después de la última vez que existió esta pugna por el puesto con Mendy aún entre algodones. Fue la campaña anterior. En Champions, que fue el primer partido de la reaparición del francés, Ancelotti le hizo pasar primero por el banquillo porque la alternativa era Alaba y su confianza en él era plena (que no es). Pero en la visita consiguiente visita al Metropolitano en Liga apostó por Fran García mientras Mendy cogía ritmo. Después de aquella derrota (3-1) se prometió que no lo volvería a hacer nunca más...

Ojito derecho

Ancelotti, por poco rodaje que tuviese, siempre ha tenido querencia a apostar por Mendy nada más regresar de una lesión. Ha habido excepciones a lo largo de los años, pero en varias ocasiones no le ha importado su inactividad para ponerlo de repente en un partido grande. Esta misma temporada, sin ir más lejos, fue titular en Anoeta y ante el Salzburgo al poco de superar una sobrecarga que le frenó dos semanas y, además, disputó los dos partidos de la Supercopa de España (Mallorca y Barça) después de 11 días fuera.

Ahora suma 43 días convaleciente, y ni eso supone un problema con su historial. En la temporada 2021-22, tras más de un mes de baja, Ancelotti le dio la titularidad en Champions en Ucrania (Shakhtar) para reaccionar a una derrota anterior con el Sheriff. Ese día, su plan pasaba porque se rodase para jugar días después de inicio en el Camp Nou en Liga (victoria 1-2). Ese mismo curso también sufrió un traumatismo en enero y, pese a estar KO una semana, fue titular en la Supercopa de España ganada ante el Barça y el Athletic. La fe ciega de Ancelotti en Mendy está fuera de toda duda.

Ahora, hasta el sistema elegido podría desnivelar la balanza. A Fran García le beneficia más un 1-4-4-2 por el que Ancelotti está enamorado, pero al que ha tenido que serle habitualmente infiel para dar cabida a todas las estrellas. Este dibujo, que ya utilizó el Madrid en el partido ante el Athletic, obliga a Vinicius a jugar más centrado en punta de ataque, por lo que el lateral tiene muchas más opciones para correr por su banda y explotar sus numerosas virtudes a la hora de doblar y centrar. Si juega, sería la segunda final de su carrera en el Madrid después de la Intercontinental de este año. Fue suplente durante estos dos años en las Supercopas, no jugó la de Champions ante el Dortmund y nunca ha comenzado un Clásico en el once.

El 1-4-3-3, por contra, le hace chocar muchas veces con Vinicius, al que no puede doblar y a veces estorba. Con esta clásica apuesta de Ancelotti a lo largo de esta temporada, Mendy es perfecto porque su papel a partir de medio campo se limita a guardar la espalda, distraer y hacer coberturas a sus compañeros cuando se pierde el balón. La última palabra es, como siempre, de Ancelotti. Y habrá que comprobar si la desvela este sábado en la rueda de prensa que ofrecerá en Sevilla o se guarda un as en la manga.