Luca Sangalli: "Cuando me estaban llevando en camilla y vi 'Unidad de Ictus', ahí sí que me pregunté '¿Qué hago aquí?'"

Luca Sangalli (Donostia, 1995) forma parte de esa generación formada en Zubieta y de la que tanto se habló en su momento, aunque ahora se la recuerda como la 'generación maldita'. Solo Martín Merquelanz y Álvaro Odriozola pertenecen a la primera plantilla. El primero comienza a ver la luz al final del túnel después de dos años marcados por sus lesiones de rodilla y el segundo apenas está teniendo minutos. El resto se vio obligado a hacer las maletas. Ahí están los casos de Jon Guridi, Jon Bautista, Andoni Gorosabel o el propio Luca Sangalli, que vuelve a disfrutar del fútbol en el Málaga, rival copero hoy de la Real Sociedad. El futbolista atiende la llamada de Relevo sin perder la sonrisa, recordando su tormentoso paso por el primer equipo blanquiazul. Atrás han quedado un ictus y diversas lesiones que le impidieron tener la continuidad necesaria. Hoy es el día en el que vuelve a sentirse futbolista.

Después de unos últimos años complicados, estoy muy bien, muy contento, aprovechando mucho el día a día. Estoy disfrutando del fútbol, de lo que es jugar, entrenar y competir. Estoy con ganas de seguir y de ir a más.

Un poco, pero también con ganas de que llegue. Al ser nosotros un equipo de Primera RFEF, sí o sí nos iba a tocar un rival de categoría. Fuera de los equipos que van a jugar la Supercopa era de los más complicados. La gente aquí en Málaga está con muchas ganas de que llegue el partido, es un rival de máxima exigencia. A ver si podemos hacer un buen partido.

Es un partido muy especial. Soy aficionado de la Real, soy realzale desde pequeño, tuve la gran suerte de llegar al primer equipo, de estar unos años allí y la verdad es que lo voy a vivir con muchísima emoción e intensidad. Competir contra muchos de los que fueron mis compañeros, que muchos son mis amigos, va a ser especial.

(Risas) La verdad es que me puse muy contento y feliz de poder jugar contra la Real, sobre todo por el hecho de volver a jugar contra mis excompañeros lo que convierte al partido en algo bastante sentimental.

Desde el primer minuto que llegas te das cuenta de que es un club mucho más grande de la situación en la que está actualmente, tanto por instalaciones, nivel de club, gente que trabaja y también por los aficionados, que a mí me parece una locura. Un partido en La Rosaleda se parece mucho a lo que se vive en el Reale Arena. Por esa parte el Málaga es un club muy grande. Es verdad que, por unas cosas y otras, ha ido encadenando años cada vez peores para desembocar en una situación como la actual, muy complicada. Pero este año, desde el principio, se le ha intentado dar la vuelta a todo eso, depurar un poco el club e intentar, desde la normalidad, desde el día a día, empezar a cambiar la situación y en eso estamos. Es uno de los peores momentos históricos del club, pero también es verdad que, a raíz de la primera vuelta que hemos hecho, la gente está muy enganchada con nosotros y eso es de agradecer y admirar.

Tampoco he notado excesiva presión. El Málaga, tanto por entidad, afición y ciudad, es un club que tendría que estar más arriba, pero no me he encontrado esa presión que me esperaba. También es verdad que los resultados han ido acompañando, hemos realizado una primera vuelta bastante buena y la afición, por esa parte, está muy volcada con nosotros. Me imagino que cuando llegue el final, los partidos más complicados, la empezaremos a notar.

Las dos cosas. Para nosotros lo principal es lo que pase en Liga, pero estamos compitiendo la Copa y ahora nos toca la Real. Sabemos que es una competición que nos queda grande. Intentaremos llegar hasta donde podamos, siempre con ilusión. Lo importante es la Liga, poder estar ahí y pelear por un posible ascenso. Vemos la Copa como un regalo, como un partido muy ilusionante ante un rival muy importante. La afición está muy ilusionada porque lleva tiempo sin ver rivales tan importantes. Seguro que el Estadio va a estar a reventar. Es una pasada la afición que hay aquí, el nivel de asistencia al Estadio. Va a ser una caldera. Vamos a intentar disfrutar del partido, ponérselo difícil a la Real y darlo todo para poder ganar sin olvidar que somos un equipo de Primera RFEF. Cuando jugamos fuera hay incluso más gente de fuera animando que del equipo local. Y en casa, lo mínimo suele ser 15.000 personas y hemos tenido entradas de hasta 23.000 espectadores y para un club de Primera RFEF es una pasada. Esto durará el tiempo que nosotros consigamos mantener enchufada a la afición. De momento, lo estamos haciendo. Con la actitud del equipo, que aunque no salgan los partidos, se ve que lo dejamos todo en el campo y peleamos hasta el final. Así mantenemos enchufada a la afición y eso nos da un plus que en esta categoría es importante.

Sí. Con Jokin ya había coincido en el Sanse y el año pasado hizo muy buena temporada. Ahora mismo en la Real está muy caro jugar y llegar. El nivel es el que es y tengo claro que en otras circunstancias habría tenido más oportunidades en el primer equipo, pero así es el fútbol y ha tenido que salir de allí. Ha llegado aquí y la verdad es que ha aterrizado de pie. Ha cogido el lateral derecho y se lo ha quedado para él solito. Es una pasada. Físicamente es un animal, llega hasta el fondo y pone buenos balones. Tiene buen golpeo y nos está dando mucho por el lateral derecho. Está muy contento y ojalá que siga progresando. Con Loren tengo mucha relación. Está intentando traer al club un poco ese modelo de la Real, de basarse mucho en la cantera, de confiar mucho en la gente de abajo y, a partir de ahí, intentar crear un grupo competitivo. Aquí el nivel de la cantera es muy bueno. No para de subir gente de abajo que tiene mucha calidad. Con eso y con la experiencia que podamos aportar nosotros los veteranos o los que venimos de fuera, esa mezcla, creo que es la fórmula para intentar ir hacia arriba.

Sí, un poco sí. El año pasado estuve en el Cartagena donde tuve una temporada un poco rara. En la primera vuelta participé mucho y fui parte importante del equipo. Aunque no era titular, siempre contaba con minutos y con la confianza del entrenador, pero en la segunda, como estábamos peleando en la zona de arriba, trajeron muchos fichajes y mi participación bajó bastante. Sí que estaba fastidiado porque en la primera vuelta me había encontrado bien, me había sentido futbolista, pero en la segunda volví a estar fuera del equipo. Este año desde el principio me han dado mucha confianza. El míster ha confiado mucho en mí, creo que aporto bastante al equipo y eso me da confianza. El otro día, a pesar de regresar de una lesión, también fui titular. Estoy muy contento por cómo está yendo la temporada. Y de cara a esta segunda vuelta, el objetivo es seguir apretando para llegar al final lo mejor posible.

Mucho. En mi carrera deportiva he tenido muchas experiencias que al final no me han permitido tener una temporada normal. Entre una cosa y otra siempre ha sido así. La verdad es que sí necesitaba una temporada en la que me sintiese un jugador sin más, que vive de manera normal los entrenamientos, los partidos… Por esa parte estoy muy contento porque he recuperado todo eso y me siento muy bien. Por suerte o por desgracia, por las experiencias pasadas, valoro bastante más el día a día y la verdad es que estoy muy contento aquí.

Desde que llegué al primer equipo de la Real, entre lesiones, enfermedades y demás, he estado más fuera que dentro. Es verdad que llegué fuerte al primer equipo y las primeras temporadas estuve muy a gusto, pero a partir de ahí fue bastante complicado. Fue un periodo duro de recuperación tras lesión y eso machaca mucho. El año pasado, tras la primera vuelta, volví a reencontrarme conmigo mismo y después de estar más parado en la segunda vuelta, pues este año volver a sentirme parte importante de un equipo es ilusionante y me da fuerzas para seguir. Estoy muy contento y a partir de aquí va a ir todo hacia arriba.

No sé si seré un ejemplo o no. Lo que sí es verdad es que he vivido situaciones muy complicadas y siempre he intentado seguir peleando y seguir luchando pese a que ha habido momentos, sobre todo en el proceso de recuperación de la segunda operación, en el que lo veía todo muy negro, pero con la ayuda de los compañeros, sobre todo cuando estaba en la Real que la notaba muy cercana, siguiendo con perseverancia he demostrado que, en mi caso, he podido salir. Aunque no es fácil, se puede conseguir y que la recompensa merece la pena.

No sé si tirar la toalla, pero sí ha habido momentos en los que lo veía muy complicado y muy difícil por el dolor, las molestias, ver que no avanzas, que eres incapaz de progresar, ver que por mucho que pongas de tu parte, los resultados no llegan... Son momentos en los que te planteas todo. Pero bueno, por suerte, poco a poco, y con la ayuda del tiempo y la paciencia, he conseguido que llegue. Estoy bien físicamente, preparado para competir y con la satisfacción de haber dejado eso atrás.

Bastante. Ya te digo que son momentos complicados y si no eres fuerte…. Al final, si te dejas llevar por las sensaciones del momento, si no eres valiente, si no piensas más a largo plazo que a corto pues…. Pero no miento cuando digo que hay momentos en los que te dan ganas de tirarlo todo y pasar. Es importante ser fuerte, rodearte bien de los amigos, de la familia, de la pareja, que en mi caso me ha ayudado un montón y eso es muy importante para seguir adelante.

Bufff. Después de la segunda operación de la rodilla. Tras la primera operación todo iba muy bien, la recuperación iba estupenda, incluso frenando, pero en la segunda fue todo lo contrario. Por mucho que quería avanzar no podía, no me dejaba, molestias por todos los lados, era incapaz de coger masa muscular y todo eso era una espiral que no terminaba nunca y que se iba haciendo más grande. Al final, con mucho tiempo y mucha paciencia fui saliendo poco a poco, pero sí es verdad que hubo seis meses de dolor todos los días y no progresaba. Esa época fue la peor.

Sí, sí. Hubo una época en la que él tampoco podía con el dolor que temía, que era incapaz de correr. Poco a poco, me consta que con mucho trabajo y con cambios de alimentación, pudo solucionarlo. Son situaciones difíciles en las que hay que intentar seguir mirando hacia adelante, buscar todas las opciones y seguro que se encuentra el camino.

Ese fue el primer episodio un poco fuera de lo normal en mi carrera y que me llegó bastante pronto, justo cuando empezaba a destacar en el primer equipo. Tampoco fue tan relevante deportivamente porque solo estuve fuera dos meses y pude recuperar el ritmo y pude jugar a fútbol con normalidad. Pero es verdad que a partir de ahí se desencadenó toda una serie de lesiones.

Hasta que llegué al Sanse las lesiones me habían respetado siempre. Pero en el filial sufrí la primera luxación de rótula. Decidimos no operar. Las dos opciones eran válidas y optamos por no pasar por quirófano y seguí adelante. Pasaron dos años y se me volvió a luxar y ahí sí dimos el paso de la cirugía. Eso me pasó en el Sanse, pero hasta que llegué al primer equipo no había sufrido nada más. Fue llegar al primer equipo, asentarme un poco y empezar este tormento. Pese a todo, conseguí jugar en el primer equipo. Fueron bastantes los de mi generación los que dimos el salto aunque es verdad que esa generación que parecía tan buena se ha ido desvaneciendo. En ese primera temporada jugué varios partidos y me consideré parte importante del equipo porque tenía bastante participación. Luego ya llegó el año siguiente, acertaron muy bien con algunos fichajes y, a partir de ahí, se complicó más. Guardo un gran recuerdo de mi época en el primer equipo.

En el primer momento no me asusté, porque no sabía lo que me estaba pasando. Pero una vez que me llevaron al hospital, me estabilizaron y demás, cuando me estaban llevando en camilla a planta, pasamos por el pasillo y vi 'Unidad de Ictus' y ahí sí que me pregunté: 'Qué hago aquí?' Cuando entré y me dijeron que me había dado un ictus pues ya pensé: 'Joder'. Claro que al principio te asusta porque es algo impactante, pero, por suerte, no tuve secuelas. Al principio sí que lo pasé mal pero tampoco guardo mal recuerdo del día. Sí que asusta, pero ya te digo que la sensación tampoco no era para tanto.

Estoy disfrutando de todos los partidos, de la manera de competir que tiene, de la manera de jugar. Hay una sensación desde fuera de que pueden ganar todos los partidos que jueguen, tanto en Liga como en Europa, que creo que es donde han experimentado el mayor cambio. Siempre había sido el debe de la Real cuando había jugado en Europa, que no era capaz de competir. Tanto el año pasado como éste han demostrado que pueden competir contra cualquiera. Imanol lleva tiempo haciendo esa carrera de ir asentándose, de jugar con los mismos jugadores y con esa base construir un equipo cada vez más competitivo y lo está consiguiendo. Es un placer como realzale ver todos los partidos de la Real.

Sorprende porque la Real había protagonizado otras veces años muy buenos, pero no había sido capaz de darle continuidad, pero en este caso sí lo ha conseguido, manteniéndose ahí arriba y compitiendo en Europa. Cada año como que ha conseguido un poquito más. El año pasado ya logró clasificarse para la Champions y este año ha competido contra todos los rivales, incluso contra el subcampeón. Sí sorprende, pero bueno, veremos hasta dónde es capaz de llegar. Intentaremos que sea hasta muy arriba.

No sé. Por la regularidad que tiene, por la calidad de los jugadores, por el bloque, gente que ya tiene mucho bagaje a pesar de la juventud, puede llegar hasta donde se lo proponga. Es un grupo que lleva mucho tiempo jugando junto. En Champions ya veremos cómo se desarrolla la eliminatoria complicada que tiene ante el PSG. Creo que es un rival que a la Real se le puede dar bien. En nuestro caso el fuerte es el grupo, saber competir constantemente. Si somos capaces de frenar las individualidades, como bloque o como equipo se puede competir perfectamente de tú a tú tranquilamente. Veremos qué pasa, pero tengo confianza en que se pueda pasar .

(Risas) Lo hago como un aficionado que se siente parte del equipo.

Solo puedo hablar de cosas buenas. Tuve la suerte de tenerlo los cuatro años que estuve en el Sanse y cuando echaron a Garitano, también estuve con él en el primer equipo. Tengo muy buen recuerdo de él. Aparte de que fuera muy bueno antes, creo que ha ido progresando en ellos últimos años y lo mejor que tiene, para mí, es que sabe sacar lo mejor de cada jugador, el 100% de cada uno. Por esa parte, tengo muy buen recuerdo de él porque aunque en el primer equipo, cuando estuve con él, era para estar en el banquillo, él te hacía sentir parte del equipo, que eran igual de importante que el que jugaba y eso es vital para el jugador porque te ayuda a seguir enchufado y te ayuda a sacar tu mejor versión. Tácticamente, en los últimos años también ha ido cogiendo más conocimientos, ajustando cosas y cómo juega el equipo, cómo compite, cómo es capaz de adaptarse a diferentes situaciones y siempre salir ganando, la verdad es que es una pasada.

Había dudas. Yo conocía su manera de trabajar en el Sanse. Era muy exigente y siempre te queda esa duda de cuando llegas al primer equipo con el tema de los egos, sobre todo de la gente de fuera, que no sabes cómo pueden reaccionar a que alguien sea tan exigente. Al principio sí que se intentó controlar un poco más, estar más tranquilo, pero me consta que ha vuelto a sacar el látigo, que pone a todos firmes. Viendo los resultados no tengo ninguna duda de que sigue con la misma exigencia, con la misma intensidad en todos los entrenamientos. Él tiene claro que como se entrena se juega, y ahí es el mejor.