El lunar de un día inolvidable: pelea de radicales de Athletic y Mallorca en el centro de Sevilla
La Policía Nacional actuó con rapidez y disolvió los disturbios. No hubo heridos de gravedad.

Aficionados radicales del Athletic Club de Bilbao y del Real Mallorca, que este sábado disputan en el estadio de La Cartuja de Sevilla la final de la Copa del Rey de Fútbol, han protagonizado incidentes durante una pelea en una zona céntrica de la capital hispalense sin que haya habido heridos de gravedad.
En la disputa, que ha tenido lugar a media tarde de este sábado en la Alameda de Hércules de Sevilla, muy cerca de la zona de concentración de seguidores del Mallorca, han participado más de un centenar de aficionados radicales de ambos equipos y ha motivado la intervención de la Policía Nacional, que ha disuelto los disturbios generados, según han informado a EFE fuentes policiales.
Durante los enfrentamientos, los aficionados radicales de ambos equipos, muchos de ellos consumidores de los bares cercanos, se han arrojado diferentes objetos y hasta sillas de los establecimientos, algunos de los cuales han sufrido ligeros desperfectos, según las fuentes. La intervención de los agentes policiales ha logrado controlar la situación y dispersar a los aficionados.
Este episodio es el único lunar de una jornada inolvidable y de extraordinaria convivencia. Unos cien mil aficionados son los que han estimado las autoridades que se han desplazado a Sevilla, con mayoría para los seguidores del Athletic, que son una auténtica marea.
Las dos aficiones han desplazado a unos 100.000 seguidores, según las autoridades, de ellos entre 70.000 y 80.000 del Athletic y unos 25.000 del Mallorca. Ya desde el viernes y, sobre todo en este sábado que amaneció nublado en Sevilla, se hicieron notar copando terrazas y veladores.
Vizcaínos y mallorquines disponían de 20.698 localidades para cada equipo, el 80 % del aforo de 60.000 del estadio de La Cartuja, y por ello varias decenas de miles de hinchas, en su inmensa mayoría vascos, han viajado sin entrada y deberán seguir el partido en algún bar o en las pantallas gigantes instaladas en sus respectivas 'fan zone', la del Athletic junto a la Torre Sevilla, al sur de la isla de La Cartuja, y la del Mallorca en su parte norte, en el Parque del Alamillo.
Los aficionados de ambos conjuntos pusieron el color, la alegría y la esencia del deporte rey en el centro de Sevilla, una ciudad eminentemente futbolera, acostumbrada a la masiva afluencia de turistas y en la que este sábado se respira un gran ambiente de fútbol y de animación, con ambas aficiones entremezcladas y unidas en bares y restaurantes. Una atmósfera maravillosa que, los de siempre, han empañado con una actitud deplorable y que nada tiene que ver con este espectáculo que es la final de la Copa.