Mbappé detonó la final y Rodrygo salió muy tocado de La Cartuja
El astro francés cambió el guion del partido por completo, con su peligro constante y el gol que hizo saltar todo por los aires, aunque finalmente el Barça se llevó el título.

La final de Copa tuvo dos capítulos y un nombre propio: el de Kylian Mbappé. El futbolista de Bondy salió al descanso, cuando el Real Madrid perdía sin rumbo contra el Barça, y pulsó el botón de la mutación nada más pisar el verde. Puso patas arriba el encuentro, mientras Rodrygo, el jugador que fue sustituido en su lugar, quedó muy señalado.
Ancelotti y Flick vivieron dos partes muy diferenciadas. En el primer acto los culés dominaron a los blancos a su antojo, y en la segunda el Real Madrid se apoderó del choque con su punch tan característico. Amenazando a la contra, ganando duelos y con el protagonismo indiscutible de Mbappé.
El delantero francés mostró sus virtudes desde que entró. Eléctrico, desafiante, y siempre dirigido al gol. Casi lo encontró en el minuto 68, cuando Frenkie De Jong le tuvo que detener al enfilar solo la meta del Barça. Culminó la obra en la siguiente jugada, con el lanzamiento directo imparable que supuso el empate y el reventón de la final.
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Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) April 26, 2025
Después, un recital de apoyos y caídas desde la posición de delantero centro, insinuando cada ataque de los de 'Carletto', proyectando a Vinicius y también a él, elevando a los suyos hasta el segundo gol de Tchouameni, con la remontada momentánea de los merengues hasta el último tanto de Ferran.
Mbappé, que inició el duelo desde el banquillo, a causa de las molestias en su tobillo, según informaron las fuentes oficiales del club, salió muy reforzado de la final de la Copa del Rey. El jugador más destacado de la noche, aun sin estar al 100%, mientras que Rodrygo fue el principal señalado. Cambiado al descanso, sin apenas generar peligro, y cabizbajo en el banquillo durante toda la segunda mitad.
Sólo tocó la pelota en ocho ocasiones y prácticamente nunca con acierto. Ayudó en defensa, como siempre, pero al brasileño se le pide más desequilibrio y protagonismo con balón y lleva varios meses sin dárselo al equipo. En La Cartuja volvió a suceder...