COPA DEL REY | ATHLETIC - MALLORCA

Antonio Raíllo, el capitán que no olvida los años más duros del Mallorca: "Si llega el momento de levantar la Copa, Abdón la alzará conmigo"

A las puertas de la final copera ante el Athletic, el defensa andaluz habla con Relevo.

Antonio Raíllo celebrando un gol esta temporada. /GETTY
Antonio Raíllo celebrando un gol esta temporada. GETTY
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

Lleva ocho años viviendo en Mallorca, pero Antonio Raíllo (Córdoba,1991) no ha perdido el acento cordobés. Casado con una mallorquina con la que comparte dos niños, el capitán del Mallorca no está nervioso a las puertas de disputar el partido más importante de su carrera: la final de la Copa del Rey ante el Athletic. "No me lo imaginaba yo y no se lo imaginaban los mallorquinistas", confiesa.

Cercano y muy natural, "como tiene que ser", el central se acuerda estos días del consejo que le dio su padre cuando tenía 14 años y pensó en colgar las botas: "Si te comprometes con alguien tienes que llegar hasta el final". Y hasta el final, o más bien hasta la final, ha llegado Raíllo de la mano de su compañero y amigo Abdón Prats, únicos supervivientes de aquel Mallorca que en 2017 estaba jugando en Segunda B. El defensa desvela en Relevo qué detalle tendrá con el delantero de Artá si los baleares levantan la Copa en Sevilla: "Si llega ese momento, no la voy a levantar yo solo. Abdón se merece levantarla conmigo. Eso lo tengo muy claro".

De sangre caliente en el campo ("futbolísticamente a lo mejor tengo más carácter de lo normal"), fuera del césped Raíllo ese tipo de jugador con el que da gusto conversar.

Del 1 al 10, ¿cómo va el nivel de nerviosismo?

Ninguno. Cero. Te lo prometo.

No tienes nervios pese a que no estás acostumbrado a afrontar este tipo de partidos. La del sábado será tu primera final como profesional.

Por eso mismo no estamos nerviosos. Estamos acostumbrados a jugar por no fracasar. Esa tensión o ese nerviosismo que te genera luchar por salvar la categoría no es el mismo que el que tienes por ganar un título. Si lo consigues, quieras o no, quedas bien de cara a tu afición porque les has ilusionado. El problema es cuando generas tensión porque no sabes si vas a conseguir el objetivo de seguir en Primera. Eso sí que es presión de verdad.

¿Te imaginabas jugando una final?

No me lo imaginaba yo y tampoco se lo imaginaba el mallorquinismo. La primera idea era estabilizar al club en Primera División y a partir de ahí crecer de manera continuada para llegar a jugar este tipo de partidos. Llevo ocho años en el Mallorca y, viniendo de donde venimos, sabemos que es de los retos más difíciles de conseguir. Tenemos esa ilusión, pero también somos realistas.

Se hizo viral una conversación de Jaume Costa hablando con el colegiado, Ortiz Arias, el otro día donde le decía que no se creía que fuese a jugar la final de Copa.

Es normal. El jugador es realista y viene al Mallorca con el objetivo de pelear por la salvación. Llegar hasta aquí tiene doble mérito.

Antonio Raíllo y el gesto de levantar la Copa con Abdón Prats. Relevo

A las puertas del partido del sábado, ¿de quién se acuerda Raíllo?

Se acuerda de mucha gente. Te acuerdas de la familia, de los amigos, de todo el que ha estado contigo... Hay que darle mucho mérito también a los compañeros que han estado conmigo en este camino. El mérito ahora se lo llevará la actual plantilla, pero creo que los jugadores que se quedaron por el camino o los que se fueron yendo a lo largo de estos ocho años son incluso más importantes. Son una parte primordial porque ayudaron a subir al equipo a Primera División. Ayudaron a que el Mallorca mejorara económicamente, a que se estabilizara para tener otro tipo de jugadores que te ayudaran a competir por esta Copa. Ellos se lo merecen. Lo he dicho siempre que hablo con gente de mi confianza y lo seguiré diciendo: es mucho más mérito de ellos que de los que estamos aquí hoy en día.

Estás aquí, pero con 14 años te replanteaste dejar el fútbol. Tu padre fue quien te empujó para que no te rindieras.

Época mala. La mitad de tu entorno hace ciertas cosas que tú no puedes hacer porque el fútbol te priva de mucho. Tuve una familia muy centrada en ese aspecto. Siempre me dijeron eso de 'si te comprometes con alguien tienes que llegar hasta el final'. Mi padre me enseñó esos valores y a día de hoy los sigo manteniendo. Si doy mi palabra, la cumplo hasta el final. Me alegro mucho de que en su momento hiciera eso.

Ahora todo parece de cuento, pero la temporada no arrancó de la mejor manera para ti.

Fue una pretemporada un poco convulsa. Primero si salía o no salía del club. Típico proyecto ambicioso que a lo mejor uno quiere coger, que quiere probar. Finalmente decides quedarte con toda la ilusión del mundo y da la casualidad de que en la segunda jornada de Liga recaigo de una lesión que ya tuve hace dos años. Pisé accidentalmente a un contrario y me rompí un ligamento del tobillo. Uno nunca piensa que pueda volver a recaer de una lesión pero si pasa, el futbolista está preparado para reponerse.

Estuviste a un paso de marcharte, pero finalmente te quedaste. Octava temporada, capitán... ¿Qué significa el Mallorca para ti?

Yo lo describo siempre con una palabra: familia. Sí, el Mallorca es mi familia. Todo lo que lo rodea, todo lo que lo engloba, afición, compañeros, trabajadores…. Lo considero una familia porque es mi día a día. Creo que he dado mucho por ellos y ellos han dado mucho por mí. Hemos ido de la mano en todos los momentos. Hemos caído juntos. Vine aquí en Segunda División y descendimos a Segunda B, pero también hemos crecido juntos, de la mano. Hay que seguir manteniendo ese vínculo de lealtad y de cariño como le tienes a un hermano, a un padre o a alguien que quieres de verdad. Si el día de mañana hay que separar caminos se separarán, pero sabiendo que siempre los voy a llevar dentro de mí. Mi mujer es mallorquina y mis niños son mallorquines. Soy andaluz, pero mi segunda tierra es Mallorca.

Raíllo, sobre la final de Copa. Relevo

Una persona que te ha acompañado en este camino es Abdón Prats. Tú y él sois los únicos supervivientes de aquel Mallorca de Segunda B. A días de disputar una final, ¿lo habéis hablado?

Sí, lo hablamos entre nosotros, sobre todo en modo de cachondeo. Nadie se lo esperaba, nadie pensaba que llegaría este momento. No solo por venir de Segunda B hace siete años, sino también porque el Mallorca llevaba 21 años sin meterse en una final de Copa. Sonará mal que yo lo diga, pero nos lo merecíamos. Era como llegar a un final de ciclo. Es muy bonito.

Imagínate levantando la Copa en La Cartuja. ¿Qué significaría para ti?

Significaría lo máximo y lo tengo muy, muy claro. Y te lo puedo anticipar. Si llega ese momento, no la voy a levantar yo solo. Abdón se merece levantarla conmigo. Eso lo tengo muy claro. ¿ Y qué sentiría? Sentiría lo mismo que sentiría Abdón por levantar la Copa en su tierra porque para mí [es de Córdoba] es prácticamente lo mismo.

A Sevilla van a viajar 20.968 mallorquinistas. Será el mayor desplazamiento en la historia de club. ¿Siente uno miedo a decepcionarles?

Todo el mundo puede tener un poco de miedo al fracaso, pero por lo que nos hacen ver y por lo que nos hacen sentir vemos que están súper ilusionados. Ellos ya se sienten ganadores sabiendo de dónde viene el equipo en la época reciente. Saben que esto es un momento de disfrute, un momento de alegría y si se consigue la Copa será el colofón. Si no se consigue estarán súper orgullosos de sus jugadores.

Antonio Raíllo y el posible adiós de Aguirre. Relevo

Hace unos días Javier Aguirre contó una bonita anécdota con Greif. «Estaba liquidado y lo rescatamos», dijo. ¿Contigo ha tenido también alguna conversación o ha actuado de alguna manera que aún recuerdes con cariño?

Con el míster he tenido muchas conversaciones. Es una persona a la que le tengo mucho cariño. Cuando vino aquí, la primera persona con la que habló fue conmigo. Ya nos conocíamos de la etapa en la que él estuvo en el Espanyol y yo estaba en el filial. Hemos tenido muchas charlas, pero creo que son privadas. Si él las quiere contar, que las cuente, pero yo no voy a decir nada. Es de agradecer tener un entrenador como él, que maneja muy bien el vestuario, que cuida de todos los compañeros no porque sean sus jugadores, sino porque son personas suyas a las que quiere mucho.

¿Qué os dijo antes de la tanda de penaltis ante la Real Sociedad en semis?

No lo voy a decir porque son cosas de nosotros. Son cosas de vestuario, íntimas. Lo que sí te puedo decir es que intentaba quitarle presión a todo lo que había alrededor y lo consiguió.

¿Tiene que seguir Aguirre la próxima temporada?

Que él decida. Cada uno tiene que estar donde sea feliz. Tiene que ver y valorar su futuro. Lo que hemos conseguido es un hito y a lo mejor piensa en irse en la cresta de la ola y dejar ese legado de felicidad. Muchas veces parece que no, pero si el año que viene las cosas van mal y a la jornada diez lo echan, la gente se queda con el último recuerdo y no con todo lo que ha hecho antes.

¿Cómo se definiría Antonio Raíllo?

Una persona muy normal, muy simple, campechana, amigo de sus amigos. Futbolísticamente a lo mejor tengo más carácter de lo normal según qué aspecto. Soy un currante del fútbol, como hay muchos en otras categorías, que por suerte ha llegado aquí. Intento hacerlo lo mejor posible.

Antonio Raíllo y lo ocurrido con Vinicius la pasada temporada. Relevo

Hablas de que tienes carácter. La temporada pasada tuviste un desencuentro con Vinicius donde le recriminaste que enseñara el escudo a la grada.

Él defendía lo suyo. Cuando sale en el descanso tocándose el escudo yo defendí lo mío. Hago ese gesto porque quiero demostrar que su escudo no es más que el mío. Tu club tiene mucha historia, ha ganado muchos títulos, pero oye, el mío no es menos que nadie. Él defiende lo suyo y yo defiendo lo mío. Son cosas que se quedan en el campo. Anécdotas con las que te tienes que reír y que no trascienden a ningún lado. Me alegro por todo lo bueno que le pase.