FC BARCELONA

Raphinha ante el aclarado constante: no superó a Camavinga ninguna vez

El brasileño tenía una papeleta a priori favorable a la hora de enfrentar a Camavinga de lateral, pero no sacó ventaja.

Raphinha y Camavinga durante el encuentro. /GETTY
Raphinha y Camavinga durante el encuentro. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

Lo que podía ser una ventaja, terminó siendo una desventaja. Raphinha, que venía de jugar su mejor Clásico del curso ante el Real Madrid en Liga, se enfrentaba a Eduardo Camavinga, quién se reubicó como lateral en un ejercicio ofensivo de Ancelotti, apostando por un jugador con capacidad para conducir y regatear desde la primera línea. Pero lo que Xavi pudo imaginar una vez vio el once rival, terminó no siendo más que una premisa que nunca llegó a cumplirse. El francés cuajó el mejor partido desde que es jugador del Real Madrid, en fondo y forma.

El guion de partido del FC Barcelona se imponía al del Real Madrid. Los de Xavi superaban la presión blanca y aprovechaban que Vinicius y Rodrygo quedaban muy arriba para estrechar su línea defensiva y buscar 1x1 con Raphinha y las llegadas de Balde al espacio. Hasta ahí todo bien. El plan iba según lo trazado. Pero una vez la pelota llegaba a esa zona y la jugada pedía un poco de magia, los focos se apagaban. Camavinga, que tiene una elasticidad y una agilidad fuera de lo común, fue apagando el interruptor cada vez que Raphinha se atrevía a encenderlo.

La primera intervención de Raphinha ante Camavinga el brasileño intentó ganar la línea de fondo.
La primera intervención de Raphinha ante Camavinga el brasileño intentó ganar la línea de fondo.
Camavinga, que es muy agresivo, metió la pierna y le negó el avance a Raphinha.
Camavinga, que es muy agresivo, metió la pierna y le negó el avance a Raphinha.

La forma de defender de Camavinga fue el mejor antídoto para un brasileño que parece alemán. El francés no regala tiempo, no contemporiza, sino que muerde y se pega a su par, consciente que su habilidad para meter la pierna le hará ganador en la mayoría de duelos. Esa forma de comer metros al rival, de ahogar y no dejar pensar, expone las carencias de un Raphinha que no es un regateador, no hay magia en sus gestos, sino agresividad, una que se expresa con espacio y tiempo, pero le cuesta más sin ambos elementos. 1/6 en regates, para un Camavinga que dejó siete entradas y siete despejes, convirtiéndose en una piraña en ese sector.

Situación de aclarado en la que Raphinha decide ir hacia dentro, viendo el espacio que hay.
Situación de aclarado en la que Raphinha decide ir hacia dentro, viendo el espacio que hay.
Camavinga vuelve a ganar la acción y fuerza una pérdida del brasileño, que va al suelo a recuperar la pelota.
Camavinga vuelve a ganar la acción y fuerza una pérdida del brasileño, que va al suelo a recuperar la pelota.

Con un Araujo que quedó pendiente de cerrar su perfil ante la amenaza de Vinicius, Raphinha recibió siempre solo, abierto y en 1x1, pues la ayuda de Kroos apenas llegaba nunca al quedar pendiente de Kessie, que cargaba ese sector. Y el brasileño, que contó con oportunidades para imprimir su sello en el partido, no supo cómo desarbolar a Camavinga, impenetrable en su porte. Se le vieron pocos recursos técnicos y un cambio de ritmo que con el balón en los pies no es diferencial como sí puede serlo el de Dembélé.

Así como en el último Clásico Raphinha sí generó ocasiones ante Nacho, ganándole la espalda y recortando hacia dentro, ayer solo pudo rematar de cabeza, alejándose de Camavinga para buscar otras zonas de acción.

CUando Balde recibe, Raphinha traza un desmarque entre centrales, buscando ser receptor.
CUando Balde recibe, Raphinha traza un desmarque entre centrales, buscando ser receptor.
El brasileño remata en una posición alejada.
El brasileño remata en una posición alejada.

Si en algo ha destacado Raphinha este curso es en una gran lectura a la hora de atacar los espacios, generando situaciones de peligro con desmarques a la espalda del central, cortando por delante de su marca. Puro Bielsa. Sello Leeds. Chocó que, ante un jugador tan agresivo como Camavinga, que suele ir al suelo, Xavi optase por buscar el 1x1 en vez de su espalda, algo en lo que el francés ha mostrado estar verde todavía, llegando tarde, comiéndose fintas y perfilándose mal. Si bien es cierto que Raphinha estuvo mal, no ayudó tampoco el plan de partido diseñado para él. De hecho, de las pocas veces que el brasileño probó algo distinto, pilló desprevenido al francés.

Poseedor no presionado y espacio a la espalda de la línea defensiva; cóctel perfecto para que Raphinha inicie un desmarque.
Poseedor no presionado y espacio a la espalda de la línea defensiva; cóctel perfecto para que Raphinha inicie un desmarque.

Con estos movimientos, Raphinha es capaz de perfilarse hacia portería sin necesidad de regate, agilizando el proceso y sorprendiendo al rival. Pero en el Camp Nou se vieron muy poco, y eso que, como en la imagen anterior, el Real Madrid facilitaba que se diesen estas situaciones al no presionar a quien tiene la pelota y dejar espacio a su espalda.

Raphinha ante el aclarado constante: no superó a Camavinga ninguna vez

Son muchas las dudas que existen alrededor de Raphinha, no tanto por lo que es, sino por lo que muchos pensaban que sería. El mayor problema en los futbolistas que han llegado al FC Barcelona recientemente es que se les ha medido bajo una óptica errónea, más pensando en aquello que no son que en lo que realmente pueden aportar. Raphinha nunca fue un regateador habilidoso aunque su nacionalidad y algunas jugadas nos engañasen. El debate reside en si su versión (atacar espacios, zurda para centrar y/o disparar) es suficiente para ser titular en el FC Barcelona. Camavinga descubrió ayer una de sus limitaciones.