ATHLETIC CLUB

Unai Gómez, el 'Stallone' del Athletic y una epopeya a base de grapas en la cabeza: "Con la felicidad casi ni lo noto"

Unai Gómez salió a La Cartuja dispuesto a jugarse el físico con quien fuese, incluso con Muriqi, en un choque que le abrió la cabeza. Un despliegue al que dota de heroicidad la afición rojiblanca.

Muriqi y Unai Gómez chocan en un salto durante la final de la Copa del Rey./RFEF
Muriqi y Unai Gómez chocan en un salto durante la final de la Copa del Rey. RFEF
Bor González

Bor González

El Athletic de Ernesto Valverde hizo historia en La Cartuja, en una final de Copa del Rey frente al Mallorca que será siempre recordada en Bilbao por cómo se consiguió, sufriendo hasta la tanda de penaltis, por 40 años de espera que merecieron la pena... y por los cabezazos de Unai Gómez.

El canterano se ganó los corazones de la afición rojiblanca, saliendo desde el banquillo en el minuto 80 en sustitución de Ruiz de Galarreta, y activó a su equipo a base de garra y despliegue. Tanto así que se jugó el físico por partida doble. Primero con Samu Costa, en un choque fortuito, y después con Muriqi, que terminó con un vendaje alrededor del cráneo y con una imagen de dolor del propio Unai. "Puta madre, tú", se pudo leer de sus labios mientras le colocaban las grapas. "Godzilla vs. Kong", lo tituló la RFEF.

Unai Gómez se abrió la cabeza por ambos lados como consecuencia de los lances, pero al finalizar el encuentro, sumergido en la euforia de la celebración, atendió a los medios y fue preguntado si tenía dolor de cabeza. "Un poco, sí. Tengo aquí dos grapas (lado izquierdo) que me ha metido el doctor, y del golpe del primero aquí (lado derecho), pero bueno, con la felicidad casi no lo noto", afirmó con una sonrisa en la cara.

El impacto de Unai Gómez, una de las joyas en las que la afición zurigorri tiene depositadas grandes esperanzas de presente y futuro, ya ha provocado la adopción de sobrenombres que hablan por sí solos: Rocky y Rambo. No sólo por su parecido con el Sylvester Stallone que comenzaba a hacer sus pinitos como actor, sino por su lucha y su carisma. "No quería dejarme nada dentro. Que terminase la final y que supiera que hice todo lo que pude", dijo tras el partido.

Además, no se achica ante la presión. Berenguer marcó el cuarto penalti del Athletic en la tanda y fue suficiente para cantar el alirón, pero Unai Gómez había asumido la responsabilidad de lanzar el último y definitivo: "Tenía ganas, era el quinto, pero bueno, si se termina antes, pues mira...".

En la Cadena Ser, a su vez, reconoció que "estaba tenso" antes de ese posible quinto penalti, dejando por fin un atisbo de su juventud e inexperiencia. Como no, también se deshizo en halagos hacia los athleticzales: "No sé cuánta gente ha venido sin entrada, en Bilbao, San Mamés está lleno, en mi pueblo también han puesto pantallas... Esto es el Athletic y demostramos que vamos todos a una".

Y eso de "todos a una" lo lleva a rajatabla con su círculo más cercano el de Bermeo. Sin ir más lejos, la Copa la celebró con un amigo personal sobre el césped de La Cartuja. "Este momento de mi vida, con un amigo de toda la vida, es especial", posteó.

Todos estos detalles han contribuido para elevar en redes sociales la figura de Unai a casi de un héroe digno de epopeya. A Iñaki Williams y su 'A lo bajini' le han salido una fuerte competencia viral.