Valdo, el canterano blanco que perdió una final con Osasuna: "Llorábamos, no viviríamos otra igual"
El ex futbolista, que jugó en ambos equipos, tendrá este sábado el corazón dividido. "El Madrid siempre tendrá otra oportunidad, para Osasuna es más difícil", dice.

Cuando Valmiro Lopes Rocha, más conocido como Valdo, aterrizó con 16 años en la cantera del Real Madrid, el natural de Villablino (León) soñaba con levantar algún trofeo vestido de blanco. "Cuando estás allí te imaginas jugando una final de la Champions, una final de Copa... Trabajas y entrenas a diario para conseguir esos sueños", recuerda a Relevo quien durante seis años perteneció a la entidad madridista.
Criado en un colegio de monjas, sería en Pamplona y no en la capital de España donde el extremo estuvo cerca de cumplir ese anhelo de la infancia. "Después de aquella derrota hubo muchas lágrimas en el vestuario. Estuve muchos días dándole vueltas. Era una oportunidad única". Aquellos llantos en el antiguo Vicente Calderón se refieren a la final copera que Osasuna perdió contra el Betis en la temporada 2004-2005. "La tuvimos ahí", cuenta. Dieciocho años más tarde, el destino ha querido que los dos equipos de su vida, Real Madrid y Osasuna, se enfrenten en una final de Copa. "Tengo el corazón dividido, pero es cierto que el Madrid siempre tendrá otra oportunidad".
Las similitudes de aquel Osasuna con el actual
Con Javier Aguirre a los mandos, para Valdo aquella plantilla de Osasuna guarda grandes similitudes con la de Jagoba Arrasate. "Éramos muy parecidos a lo que es el equipo de ahora. Gente de casa, con experiencia, mezclada con jóvenes que veníamos de fuera. Para la mayoría, al igual que pasa ahora, era nuestra primera final. Quitando a Savo Milosevic, a Chengue Morales y a Pablo García, los demás nunca habíamos jugado una final al máximo nivel". Del actual plantel que peleará este sábado con el Real Madrid por el primer gran título de la historia del club sólo el Chimy Ávila, Rubén Peña y Moi Gómez saben lo que es jugar un partido de estas características.
Pero, volvamos atrás. Tras derrotar al Atlético de Madrid en semifinales, los rojillos auparon a Osasuna a su primera final copera. Un tanto, precisamente de Valdo, les citó con la historia. "Tengo perfectamente guardado en la memoria cómo fue aquel gol. No fue para nada bonito. Fue un rechace a la salida de un córner. Pero bonito o no, lo importante es que entró y nos dio el pase a la final (risas). Recuerdo que recibí muchísimas llamadas y que me hicieron muchas entrevistas después de aquello".

Tras derrotar al Atleti, el Betis de Lorenzo Serra Ferrer les aguardaba en la final. "El ambiente que había en Pamplona era increíble. Era muy parecido a lo que se está viviendo ahora, una locura. La gente estaba súper entusiasmada. El Betis era un buen equipo, pero a priori era una final más igualada que la de ahora. La gente tenía muchísimas esperanzas en conseguir ese título", señala Valdo. "Éramos el equipo cenicienta. No teníamos nada que ver con el Betis en cuanto a presupuesto, historial, etc.", cuenta un Javier Aguirre que aquel 11 de junio de 2005 le tenía preparada una sorpresa a sus jugadores.
Del vídeo motivacional a las lágrimas en el vestuario
"Las charlas de Aguirre siempre eran especiales, pero aquel día lo fue más. Vimos un vídeo muy emotivo de nuestras familias animándonos y deseándonos suerte. Él es un motivador nato y la charla que nos dio antes de la final estuvo en su línea", rememora un Valdo al que, en la noche previa al partido, le costó conciliar el sueño. "Más que nervioso lo que estaba es tenso. Tenía el gusanillo metido en el estómago".
Pero aquel duelo, que aún escuece en la memoria de los aficionados rojillos, no tuvo el final soñado. Un gol de Dani en el minuto 115 de la prórroga les devolvió de un plumazo a la más cruda realidad. "Estuvimos remando para intentar empatar el partido y cuando lo conseguimos nos metieron ese gol en la prórroga que nos dejó hechos polvo. Nos veíamos capacitados para ganar esa final y por eso nos dolió muchísimo", confiesa el ex futbolista. Tras el pitido final y con la victoria verdiblanca por 2-1, el drama se instauró en el vestuario visitante del Calderón. "Había gente llorando. No tengo muchas imágenes en mi cabeza de aquello, pero lo que sí recuerdo es que cuando subí a recoger la medalla mi mente estaba a otra cosa. Pensaba en la oportunidad que habíamos perdido y en el hecho de no saber si en algún momento volveríamos a vivir algo así".
"Por la ciudad hubiera sido bonito ganar aquella final. A nivel personal, como entrenador y como persona no me afectó esa derrota. Sí por mi grupo de trabajo, por los jugadores... Sabía que esto iba a tardar en repetirse y fíjate los años que han pasado", añade el ahora entrenador del Mallorca.
Corazón dividido para la final
Dieciocho años más tarde Osasuna volverá a pelear por añadir el primer trofeo de su historia a sus vitrinas. Aquel niño que soñaba con ser futbolista y que consiguió vestir la camiseta del equipo de sus sueños tendrá este sábado el corazón dividido. "Si llegué a ser futbolista fue gracias a que el Real Madrid me dio la oportunidad y me formó para ser mejor jugador. Le tengo mucho cariño. Tengo además grandísimos recuerdos de la cantera. Los de esa quinta tenemos un grupo de WhatsApp. Están Borja Fernández, David Aganzo, Raúl Bravo, Miñambres...", apunta Valdo.

Con sentimientos encontrados, pero feliz pase lo que pase sobre el verde, Valdo no esconde que para los de Ancelotti la Copa sería una más. "El Madrid siempre va a tener la oportunidad de jugar otra final. Para Osasuna va a ser mucho más complicado. Que la ganase sería algo histórico para el club". "Por una que se la lleve Osasuna después de tantas que ha ganado el Madrid no estaría mal", añade en esa misma línea Aguirre.
Protagonista en la primera final de la historia de Osasuna, a Valdo le tocará vivirla ahora desde la barrera. "Cuando estas en el campo la vives de manera diferente. Estás abstraído de todo lo que sucede fuera. Ahora quiero vivirla como un aficionado más y sin la preocupación de estar jugando". Desde otra perspectiva pero con la misma presión la vivirá Ricardo Sanzol. Portero suplente en aquella final ante el Betis el navarro pertenece ahora al cuerpo técnico de Arrasate. "Se lo merece", coinciden. Ahora solo como dice Valdo toca "ponerle la guinda al pastel".