José Ángel Ziganda: "Lo que está haciendo el Athletic demuestra por qué no debe cambiar de filosofía"
El exdelantero del Athletic lo ve favorito para pasar a la final y repasa sus años como jugador y entrenador de los bilbaínos.

José Ángel Ziganda (01/10/66, Larraintzar, Navarra) era de esos delanteros que tan bien le iría al Athletic esta noche en la semifinal de Copa. Con el 'Cuco' los goles estaban garantizados, siendo su pichichi en varias ocasiones, como lo fue en Osasuna, su club de origen. A ambos les entrenó años después, tanto al filial como al primer equipo, y mientras espera una nueva oportunidad en los banquillos, atiende a RELEVO y no escatima en charlar sobre la filosofía del Athletic y su posibilidad de cambio; cómo convencer a Nico Williams, cómo era ser jugador con 'los Leones' en los años 90 y qué se espera en San Mamés tras el 0-1 de la ida.
José Ángel, ¿por qué lo de Cuco?
Me lo pusieron de pequeño, era chiquitillo y vivo en el área. Un compañero de equipo me puso ese apodo después de adelantarme a la defensa y meter un gol con la mano.
Marcar 17 goles, no sólo en una ocasión, en esos tiempos y con el Athletic, no sería nada fácil.
No era consciente, cuando me fichó el Athletic había hecho con Osasuna 11 goles. Con Jupp Heynckes metí 17, él venia de clubes grandes y me dijo que el delantero centro de sus equipos hacía por lo menos 15 goles. Me dije para mis adentros que la llevaba clara, pero por suerte tenía razón. Normalmente quienes pasan de esas cifras son los más grandes, los elegidos. Jupp era muy tirado hacia adelante, pensaba siempre en grande y en salir en todos los sitios a jugar de tú a tú.
¿Qué gol elegiría de los que marcó?
El de un partido que nos estábamos jugando el descenso con el Rayo. Fue una época difícil y era clave, ganamos 3-1 e hice un 'hat trick' que no olvidaré nunca. Cuando voy por Bilbao me suelen recordar el gol contra el Newcastle, es ya un clásico de mi época. Todo el mundo me dice que estuvo ese día en San Mamés, yo no sé si fue tanta gente, y si no, es que estaría por la noche celebrándola.
¿Cómo vivía el equipo el conflicto de ETA? ¿Les afectaba o les sumaba presión?
Gracias a Dios ese tema está liquidado y olvidado. Para toda la sociedad vasca y España dejó de existir, de matar y dejaron las armas. Fue bueno para todo el mundo, mezclar el deporte y la política nunca es positivo, siempre hay gente radical, pero nosotros estábamos totalmente abstraídos. Trataban más de provocarnos y hacernos daño. Cuando nos insultaban intentaban sacarnos de las casillas, todavía hay cafres que mezclan, pero creo que es más gente desalmada sin dos dedos de frente que no tienen razonamiento.
Por entonces, ¿ya tenía claro que quería estar en los banquillos?
Sí, siempre me ha gustado mucho el fútbol y tenía claro que quería entrenar, de jugador ya entrenaba con chavales. Las dos primeras licencias me las saqué con veinte años. Siempre he sido un loco del fútbol, de verlo, estudiarlo, etc.
Sin contar con experiencia en Primera, ¿se sintió preparado para dirigir a Osasuna?
Cuando dejé el fútbol pasaron tres o cuatro años en las categorías inferiores de Osasuna y secretaría técnica dando esos pasitos que son importantes para desenvolverte en un vestuario, la relación de un equipo y de personas que te tienen que escuchar todos los días. Me dieron esa oportunidad y estoy muy orgulloso de aquellos años. La primera temporada fue increíble e histórica para Osasuna.
¿Son muy distintos los vestuarios de su época de jugador con los que se encuentra como entrenador?
Sí, son distintos pero lo que pasa es que la sociedad ha cambiado. Nuestros hijos son diferentes y cómo los educamos es diferente, la cultura la música, la forma de divertirse o relacionarse… va de la mano con el desarrollo de la sociedad.
¿Qué implantaría de sus vestuarios a los actuales?
Es difícil hoy con las redes sociales que están en todas las esquinas. Cuando acaba un partido de fútbol y el 90% de los jugadores lo primero que hacen al llegar un vestuario y se ponen a mirar no sé el qué, me da qué pensar. Acabamos de ganar, perder, de sufrir juntos… qué necesidad tenemos ahora, pero es algo ya adictivo. Si pudiera sí lo evitaría, tendría 10 minutos para nosotros y hablar de lo que ha pasado. Estoy diciendo un posible, son momentos muy personales del grupo, antes era como más sentido y ahora vamos a tanta velocidad que queremos ver lo que están diciendo de nosotros, cuando lo más importante es lo que ha pasado en el partido o lo que está pasando en ese vestuario. Cuando jugábamos era impensable que hubiera música en el vestuario, no sé si por haber jugado en equipos del norte. De un tiempo a esta parte yo ya no concibo un vestuario sin música, que también tiene su parte bueno.
¿Cómo llevaba el equipo el éxito de Julen Guerrero?
Siempre ha sido un profesional, no había tantas figuras mediáticas como ahora y él fue de los primeros. El Madrid y Barça estaba muy por encima de nosotros, fue un 'boom' del que todos nos beneficiamos y a su estela estábamos mucho. Ha cambiado lo justo físicamente, sigue siendo un tanto introvertido.
Hasta ahora, ¿considera que el banquillo ha sido grato con usted?
Tengo que decirte que sí porque tengo la enorme fortuna de poder hacer lo que más me gusta. Te llevas sinsabores, como todo en la vida. He estado en clubes donde todas las salidas te duelen porque te involucras mucho y cuando no salen las cosas, te duele. Cuando estás en casa ya no es sólo llevas el peso tú, sino también los amigos, la familia… Esa presión se multiplica. A veces veo a Xavi en el Barça lo que está sufriendo y quizás está viviendo unas circunstancias que en otro equipo no sería así.
¿Entiende cuando Xavi dice que no puede disfrutar?
Sí, porque no lleva tanto tiempo. Luego le dará la vuelta. Cuando se vino de Catar era el peor momento del Barça y hay un desgaste.
¿Se sintió valorado como entrenador del Athletic?
Sí, mucho, fue un periplo muy difícil. Recogí el testigo de Ernesto, de unos años impresionantes, y por lo que sea que no viene el caso, no se dieron las cosas como esperabas. No fue tan bonito como uno hubiera querido, pero siempre he sido muy afortunado.
¿Disfrutó más entrenando al filial que al primer equipo?
También he disfrutado mucho en el filial de Osasuna y seis años a los del Athletic. La esencia es más pura, piensas más en cómo hacer para que los futbolistas crezcan, más allá del resultado. Me esto preparando para volver a algún banquillo y sufrir con gusto.
¿La cantera del Athletic es tan fructífera como la de hace unos años?
Lo que está claro es que lo que hace diferente al Athletic es ese efecto Pigmalión de querer es poder. No es sólo eso, pero hay una generación espontánea que sabe que hay que sobrevivir con eso, que cuando hay momentos delicados hay que mirar lo de dentro. Tiene muchísimo mérito. Hay épocas que cuando haces un bloque redondo, y se crea ese vínculo entre Lezama, San Mamés… como este año, es porque se hacen las cosas bien, pero también es tiempo de confiar y enorgullecerte, y eso le hace a la gente dar un plus más.
Tal y como va el fútbol moderno, ¿cree qué en algún momento el Athletic se verá obligado a cambiar esa filosofía?
Lo que está pasando este año es una gran excusa para seguir confiando en esto, en el ejemplo que das a todo el mundo, demostrar que haciendo bien las cosas, se puede: con Ernesto, con los chavales jóvenes que están saliendo… La demostración palpable es esta. Llegarán los momentos duros como para todos, el Athletic se ha mantenido firme en su idea, los ha sabido sobrepasar y aprovechar los buenos que vienen.
¿En su época estuvo realmente cerca esa posibilidad?
Cada vez que el equipo está un poco en tierra de nadie o en zonas de abajo, siempre están las voces que dudan, y que hay que respetar, de si merece la pena Yo soy un admirador loco y fanático de esta filosofía. No sé si algún día llegara un plebiscito, a mí me cuesta pensarlo, y aunque viendo cómo van los tiempos de rápido, podría ser. Yo no lo veo.
¿Cómo se puede convencer a un Nico Williams de que siga en el Athletic si le llegan ofertas de los grandes de Europa?
Por su progresión va a tener posibilidad de aspirar a los mejores de Europa. El mejor consejero y guía es Iñaki, a partir de ahí es muy importante que el equipo esté aspirando a cotas altas, que esté ahí arriba. Se intuye la progresión que tiene y esa es la principal gasolina para que siga, hay que tocarle el corazoncito, pero el jugador también quiere aspirar a lo máximo y que el equipo esté así, ayuda. Si no se podía desanimar. Conozco a Iñaki y sé que es el ejemplo de su hermano.
¿Qué augusta en esta vuelta de la semifinal de Copa?
Me espero ambientazo y mucha tensión. Aunque al Atleti le esté costando mucho fuera de casa, es un partido muy especial y con jugadores campeones del mundo. Veo favorito al Athletic por el resultado de la ida, pero el Atleti tiene mucha experiencia y es la posibilidad para ellos más cercana de ganar un título. Va a ser una olla a presión, es el escenario ideal para el Athletic porque se suele encontrar cómodo ante equipos que quieren jugar el fútbol y a los que se les puede presionar. Que puedes salir a la contra tras robo, y eso lo va a tener.
¿A qué cree que s debe el bajón del Atlético fuera de casa?
Es verdad que está jugando muchos partidos últimamente y ha habido momentos con muchos lesionados. Pero más importante que todo eso es que ha cambiado su forma de jugar, con una propuesta más atractiva para el espectador. Es un cambio de estilo muy evidente y todavía no son capaces de sujetar al oponente con la posesión, en las contras que son sometidos en muchas ocasiones… Simeone le dio una vuelta con respecto al año pasado en su ideario y lo está llevando a fuego. Es cierto que le está costando fuera de casa y ajustarse atrás, creo que más por ese cambio de estilo. En lo ofensivo es muy vistoso. En parte de los mejores partidos que se han dado esta temporada ha estado de por medio el Atlético de Madrid: contra el Girona, Real Madrid, Barça…