SUDAMÉRICA

River Plate y Boca Juniors sufren la odisea de viajar por Sudamérica... ¡con camionetas 4x4!

Esta semana comienza la Copa Libertadores y Copa Sudamericana y los dos grandes de Argentina juegan en Venezuela y Bolivia.

González Pírez, en el viaje de River./River Plate
González Pírez, en el viaje de River. River Plate
Equipo Relevo

Equipo Relevo

Ya acaba la cuenta atrás para el comienzo de la fase de grupos de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana. River Plate, uno de los candidatos al título en la máxima competición de clubes de Conmebol, visita San Cristóbal, en Venezuela. Boca Juniors, que, de manera sorprendente, no jugará Libertadores, sino Sudamericana, jugará en Potosí (Bolivia)... a más altura, incluso, que La Paz. En Argentina señalan la odisea que tienen que realizar sus dos equipos.

Para medirse a Deportivo Táchira, River Plate tuvo que afrontar un trayecto de 8 horas en un vuelo chárter hacia Cúcuta antes de desplazarse por carretera a San Cristóbal en un viaje que, pese a ser de unos 50 kilómetros, le llevó hora y media. Teniendo en cuenta lo complicado del desplazamiento, el cuerpo técnico liderado por Martín Demichelis optó por viajar con varios días de antelación, de modo que su equipo pudiera adaptarse, incluso, al cambio horario.

Pero si lo de River ya suena a viaje duro y exigente para la expedición completa, qué decir de lo de Boca Juniors para enfrentarse a Nacional Potosí. Los xeneizes no juegan en la altura de La Paz, sino en la de Potosí, que es aún mayor (4.000 metros). Y hasta ahí llegarán con ¡camionetas 4x4! Como lo leen. El territorio montañoso y en ascenso no es propicio para que sea realizado en un autobús, puesto que su duración se podía extender durante varias horas más pese a tratarse de unos 150 kilómetros.

No obstante, la odisea de Boca en territorio boliviano no solo está limitada a la manera de llegar al escenario del partido, que se disputará en la madrugada del miércoles al jueves en horario peninsular español. También, por su estancia en la capital, en Sucre, que, según apunta la prensa argentina, no dispone de la capacidad de alojamiento suficiente para albergar a toda la expedición de Boca en un mismo hotel. De ese modo, los jugadores estarán por un lado y los técnicos, por otro, antes de juntarse para realizar el desplazamiento en las mencionadas camionetas 4x4.

Quizá, por ello, buena parte de los futbolistas más habituales de Boca no entraron en la convocatoria. Cavani, Marcos Rojo y Fabra son las ausencias más sonadas. El último de ellos, por su expulsión en la final de la pasada Copa Libertadores ante Fluminense. Los otros dos, sin embargo, en condiciones de más urgencia, habrían sido citados con casi toda seguridad. No obstante, la participación de Boca en la Copa de la Liga obliga a rotar, puesto que ahí tiene la primera opción de lograr el regreso a Libertadores tras el fracaso de quedarse fuera en esta edición.

Y como no solo es ir, sino volver, tanto River Plate como Boca Juniors tendrán que regresar a Argentina por la misma vía. Idéntico trayecto, pero a la inversa. El de Boca ya recuerda a uno que vivió Estudiantes en 2017 para enfrentarse al mismo rival. Comienzan las fases de grupos de los campeonatos sudamericanos de clubes, torneos que dejan perlas como los viajes sinuosos a los que tienen que someterse algunos clubes. En este caso, dos gigantes como River y Boca lo sufren en sus propias carnes.