El coste de la crisis en la RFEF: España se resigna a 11 sedes... y a un pulso durísimo hasta última hora por la final del Mundial 2030
Marruecos y Portugal se desesperan por la situación institucional de la RFEF, que debilita la posición de su parte de la candidatura.
El día que Pedro Rocha entró al juzgado de Majadahonda como testigo, y salió al poco tiempo como investigado, las reacciones de incredulidad llegaban de todas partes. Por supuesto desde dentro, instituciones como LaLiga, clubes, federaciones... Pero también desde fuera. Concretamente desde Portugal y Marruecos, un poco más desesperadas, si acaso, de lo normal. "Entonces... ¿ahora qué pasa? ¿Cambia algo?". Temían lo que ha terminado ocurriendo: nuevos retrasos en una toma de decisiones que dependía de que la RFEF tuviera un presidente legítimo. No ha podido ser (por ahora).
Marruecos y Portugal, y también FIFA, están sufriendo en sus propias carnes la inestabilidad institucional de la Federación, que se refleja en la parte española de la candidatura. Ya incluso antes de todos los problemas con Pedro Rocha y su posible suspensión por parte del Gobierno, el ambiente estaba lejos de ser el mejor en algunos grupos de trabajo. No tanto por los encargados de la parte técnica de la candidatura, sino por la dificultad a la hora de tomar decisiones ante la falta de un liderazgo real. "Están esperando a que elijan a su presidente y, mientras, no estamos avanzando nada", explicaron fuentes de la candidatura a Relevo.
De esto hace más de un mes. Y pocas cosas han cambiado: la parte técnica del trabajo va saliendo adelante, pero la indecisión con las sedes continúa con una premisa que hasta hace nada perseguía fines electoralistas ("no enfadar a nadie"), pero que parece estar dejando de tener sentido.
Quedan apenas dos meses para que cada país sede tenga que tener en regla y perfectamente preparado su Bid Book, el dossier completo de su candidatura, y en España todavía no hay seguridad de qué sedes van a poder serlo y en qué condiciones. Lo que sí parece estar quedando claro es que esa opción de que España tenga 12 sedes, en lugar de 11, es cada vez menos probable. De hecho, fuentes consultadas por Relevo coinciden en darlo como imposible.
Eso significa que de entre Valencia, Gijón, Vigo, Gran Canaria, Zaragoza o Murcia lo normal es que cuatro de ellas no lo consigan, toda vez que el resto de las candidatas parece tener mucho ganado (no sin ciertos problemas) para cumplir todos los objetivos que pide FIFA. En realidad, casi se reparten dos entre cuatro, ya que Valencia y Gijón están casi descartadas. Aunque no se puede ignorar la posibilidad de que alguna otra sede tenga problemas de última hora, la realidad es que parece bastante encaminado a estas cuatro.
En las demás, hay situaciones que complican cumplir las exigencias FIFA: Bernabéu, Metropolitano y en realidad casi todos los estadios de titularidad privada no ven con buenos ojos la obligatoriedad de cederlos tres meses antes del torneo, con lo que eso implica de pérdida de ingresos por conciertos, reuniones u otros eventos. Parece que la disposición de todas las partes, incluida FIFA, es muy buena para solucionarlo, pero es un camino que está por recorrer.
El problemón de la final con Marruecos
¿Corre riesgo España de 'perder' la final del Mundial 2030? Todavía no. En realidad es que nunca se ha dicho que la fuera a albergar, eso es lo primero. Sí es cierto que el Santiago Bernabéu es un candidato fortísimo a obtenerla, seguramente el principal, pero está claro que no el único. Marruecos gestiona su importancia dentro de esta candidatura consciente de que, sin ellos, lo más probable es que el torneo se lo hubiera llevado Arabia Saudí.
Incluir al país africano allanó el camino a España y Portugal y, con esos poderes, ahora la monarquía marroquí quiere hacer valer su importancia con un imponente estadio para casi 115.000 espectadores en Casablanca. Cumpliendo todas las exigencias de FIFA y contando con la ventaja de que puede construirse casi "a encargo" de las necesidades de una final como esta. El Bernabéu cuenta con la historia, la modernidad y las facilidades de una gran capital europea, pero también con algunos hándicaps como la citada explotación particular del estadio y algunas dificultades urbanísticas, por estar en la zona que está, que el de Casablanca está a tiempo de ahorrarse.
Por otro lado: el gran proyecto de Casablanca, El Mansouria, es por ahora sólo eso: un proyecto, el sueño de Mohamed VI y una opción superválida porque garantizan en tenerlo en perfecto estado en 2028 y no tienen el más mínimo problema con la inversión. Aun así, tiene un componente de incertidumbre donde el Santiago Bernabéu ofrece todas las certezas.
La visita del presidente de FIFA, Gianni Infantino, a Marruecos el pasado fin de semana ha disparado los rumores sobre el posible compadreo que pudiera existir, aunque se trata de un movimiento agendado mucho antes que nada tiene que ver con los plantes mundialistas. Obviamente, esos temas estuvieron sobre la mesa, como es lógico. No implica, sin embargo, ningún favoritismo hacia cualquiera de los países, como tampoco lo supondría si viniera a España (y tuviera con quién reunirse).
"La fragilidad de todo lo que está ocurriendo en la RFEF no ayuda a España, pero también es cierto que estamos muy lejos. Falta mucho. Si España siguiera así, con tanta incertidumbre, ayudará mucho a Marruecos en su objetivo de conseguir la final. Pero a día de hoy no: el dossier de candidatura no indica dónde se juega el inaugural o la final. Eso se decide apenas dos años antes de la Copa del Mundo", explica otra fuente conocedora del proceso a Relevo.
Así pues, los pasos parecen ser los siguientes: conseguir un presidente legítimo en la RFEF, solucionar y avanzar con las sedes españolas de cara al Bid Book del próximo 31 de julio y, luego, afrontar el pulso por la final del Mundial (y el partido inaugural) con una Federación que no esté en el epicentro de la polémica constantemente.