FÚTBOL FEMENINO

Todos los mitos que rodean al sinfín de mofas contra las porteras del fútbol femenino: "Sería mejor si hubiera nacido ahora"

Relevo charla con Ali Gómez, exportera del Rayo, y con Miguel Ángel Muñoz Vacas, el que fuera entrenador de Misa o Lola Gallardo.

Sophie Whitehouse durante un entrenamiento con la selección irlandesa. /Getty
Sophie Whitehouse durante un entrenamiento con la selección irlandesa. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

"¿De los 12, crees que había alguno parable? Sí, el tercero. El tercero me han dicho mis compañeros que si es fútbol femenino". Con su comentario, Diego Pardo, el portero del Tardienta, al que acababan de meterle 12 goles, ponía en el foco -injustificadamente- en las guardametas, en concreto, y en el fútbol femenino, en general. Su respuesta corrió como la pólvora y fueron muchas las jugadoras que salieron al paso.

A través del testimonio de Ali Gómez, exportera del Rayo, y de Miguel Ángel Muñoz Vacas, el que fuera el entrenador de Misa Rodríguez, Lola Gallardo o Sari van Veenendaal, entre otras, Relevo trata de desmontar el "topicazo" que rodea a las porteras. La estatura o el tamaño de las porterías son algunos de los prejuicios existentes en torno a la figura de las guardametas. Tanto Ali como Miguel responden a todos ellos.

La presión y la fortaleza mental de las porteras

Partiendo de la base de que los porteros son los que más críticas reciben, en el fútbol femenino la circunstancia se multiplica por mil. "Al final, al que le han metido los goles es a él, no a ninguna del fútbol femenino. Y mete el fútbol femenino para menospreciarlo y despreciarlo, ahí es donde se equivoca", responde Ali Gómez, exportera del Rayo Vallecano, al otro lado del teléfono. "Yo creo que, como exfutbolista y portera, te duele. Al final, lo que vemos siempre en los medios, cuando intentan comparar el futfem siempre es para mal y creo que eso debe de cambiar", añade.

Ese tema lleva a otro, el de la salud mental. Ali hace especial hincapié en, lo que para ella, es uno de las grandes puntos fuertes del fútbol femenino. "La mayor fortaleza es la cabeza. Ahora se está con más presión. Yo, cuando jugaba, no teníamos esa presión social, tantas redes sociales, siempre estás en el punto de mira y siempre eres a la que más critican. Creo que, al final, a nivel de cabeza, tienes que ser muy fuerte para aguantar esas criticas y seguir con tu trabajo e intentar mejorar día a día", reflexiona.

El entrenamiento específico, un 'invento' de ahora

A Miguel Ángel le bastó una llamada para adentrarse en el fútbol femenino. "Me ofrecieron ser el entrenador de guardametas del Atleti y me pareció muy atractivo. Siempre había seguido el fútbol femenino. Conocía a Lola Gallardo porque seguía a Fidel, su entrenador, y subía vídeos a YouTube y demás de ella. Lo que más me llamó la atención es su entrega (la de las porteras) al trabajo. Son como esponjas", detalla Miguel.

El principal argumento que ambos sostienen para derrumbar la frase, tantas veces repetida, "es que las porteras son muy malas", es el tiempo que se lleva trabajando -de forma específica- en ellas. "Cuando yo empecé a jugar, me acuerdo que hasta hace 10 años, a lo mejor, que ya tenía una figura que se dedicaba más a las porteras, siempre era el segundo entrenador, el fisio, o quien estuviera por ahí el que te entrenaba. Te calentaba antes de los ejercicios de portería. Y, una vez que te calentaban, te ponían y te tiraban, no había ninguna preparación ni nada", recuerda Ali.

"Siempre era el segundo entrenador, el fisio, o quien estuviera por ahí el que te entrenaba"

Ali Gómez Exportera del Rayo Vallecano

Ali sabe bien de lo que habla. Con más de 300 partidos a su espalda y tres Ligas y una Copa de la Reina en su palmarés, defendió los colores del Rayo Vallecano durante 15 años. "Por supuesto que sería mejor portera si hubiese nacido ahora", reconoce. "Antes, no se trabajaba nada con el pie. Y es verdad que yo no era nada buena en eso, tenía muchas carencias. Y, ahora, sí que veo que muchas de las que salen, de la nueva generación, tienen un buen golpeo. Al final, se nota que han trabajado desde pequeñitas. Y eso yo, por ejemplo, no lo tenía", reflexiona la exportera rayista.

Miguel Ángel coincide con ella. "La evolución es tremenda en las capacidades que han ido adquiriendo las porteras. En este caso, por el trabajo que se les ha ido implementado en su desarrollo. Tanto físico, como condicional, como técnico-táctico. Creo que la lectura del juego que tienen a día de hoy es mucho más amplia".

Además, destaca el trabajo de Misa Rodríguez, la portera del Real Madrid a la que entrenó en el Atleti. "Cuando la firma el Atleti, ella venía de estar en Canarias, en el Femarguín, y entiendo que no lo tuviera (refiriéndose al trabajo específico), pero sí que tenían los recursos más limitados. Eso no quiere decir que el propio club no lo hiciera, ¿eh? Es verdad que venía de una edad muy temprana y creo que ella sí que nota un cambio y donde le cuesta al principio la adaptación. Siempre ha sido una persona muy trabajadora. Además, le facilitaba que a su alrededor tenía a compañeras muy buenas que en todo momento la ayudaron", destaca.

Ali Gómez acaba pronunciando una frase que resume a la perfección los cuatro párrafos anteriores: "Al final, el principal problema es que antes no se trabajaba con ellas y ahora, sí".

El tamaño de las porterías: «Es un tópico»

Otro de los debates más recurrentes en torno a las guardametas -"Me gusta más llamarlas así y no porteras", resalta Miguel Ángel- es el tamaño de las porterías. Un comentario que salta a la palestra, con bastante asiduidad, después de un fallo.

"Es un tópico que no existe en la gran mayoría de las ocasiones. Es decir, realmente, cuando hay algún gol un poco que viene fuera de lo normal, digámoslo así, creo que es más fallo en el cálculo de la ejecución o en el cálculo de la decisión. Que, quizá, por pensar dos o tres segundos más tarde, puede que tu reacción también venga más tarde", responde Miguel.

Una de las porteras más altas de la Liga F es Mylène Chaves, del Real Madrid, con un 1,78 metros

Para Ali es una cuestión de perspectiva. "Creo que deberíamos echar la vista atrás y al fútbol masculino, a cuando no se trabajaba tanto con los porteros y, al principio, cuando los porteros no eran tan altos. Yo recuerdo la imagen de Paco Buyo y de Abel Resino. Era gente que no era tan alta como el tipo de portero que se busca ahora, como es Courtois o como es Oblak, todos los que miden casi dos metros. Al final, esa posición ha ido evolucionando y pasará igual en las chicas", cuenta.

"A día de hoy, estamos hartos de ver errores, como sucede en el masculino. ¿Que haya diferencia? No. ¿Que tenga que ser más grande o más pequeña la portería? No. Lo único que yo pienso, por mi experiencia, es que lo que hay que hacer es trabajarlo", detalla Miguel.

La media de altura de las porteras de la Liga F ronda los 170 centímetros. Una de las más altas es Mylène Chavas, la guardameta del Real Madrid, que mide 178 centímetros. "Es verdad que, todavía, pues a lo mejor, tampoco es que sean bajitas, pero llegarán a medir 1,80. Porque se buscará que en esa posición sean más altas y se siga evolucionando. Seguramente, llegue un momento en el que no miremos tanto el tamaño de la portería sino la calidad que hay en ella; y con el trabajo se solucionará", zanja Ali.

Una posición «abandonada»

Miguel y Ali se muestran optimistas y orgullosos de la evolución de las porteras. "Insisto en que es una posición que ha estado muy abandonada durante toda la vida, no sólo en el femenino. Siempre ha sido como la gran olvidada. Y yo creo que, en cuanto ha habido gente que se ha especializado y ha trabajado, pues se ha visto. Seguiremos viendo grandes actuaciones de porteras, como se ha visto en el Mundial, con Cata Coll, por ejemplo", reflexiona Ali.

"Antes, en el fútbol femenino, todo era mucho más difícil. Ahora es más fácil. El ser campeonas del mundo ayuda", comenta Miguel. "El cambio se seguirá notando, de lo que éramos antes y de lo que estamos siendo ahora", acaba Ali.