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La última tarjeta a Dibu Martínez destapa una lista de normas ocultas para los aficionados... y la mayoría de futbolistas

El portero argentino fue el héroe en la tanda del Lille - Aston Villa pese a haber visto dos amarillas.

Dibu Martínez manda callar a la afición del Lille./Sameer Al-DOUMY / AFP
Dibu Martínez manda callar a la afición del Lille. Sameer Al-DOUMY / AFP
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Emiliano 'Dibu' Martínez jugó la tanda de penaltis antes que nadie en el Lille - Aston Villa de los cuartos de final de la UEFA Europa Conference League. El portero titular de Argentina y del conjunto dirigido por Unai Emery, que vio una amarilla en el primer tiempo y pese a ello no tenía prisa por realizar un saque de puerta en los últimos minutos de la prórroga, consciente de que en el desempate desde los once metros él no solo demuestra una efectividad muy alta, sino que, además, y no menos importante, es capaz de ganar la batalla mental a los adversarios. Eso mismo le costó una advertencia del colegiado, que le acabó mostrando su segunda amonestación del partido... aunque sin acarrearle la expulsión. Le impedirá disputar las semis contra el Olympiacos de José Luis Mendilibar, pero no por las dos amarillas, sino por acumular tres en el global de la competición.

La norma era desconocida para muchos, incluso para Douglas Luiz, que ejercía de capitán durante la tanda de penaltis. El brasileño, cuando vio a Ivan Kružliak mostrar una nueva amarilla a Emiliano Martínez, se desplazó corriendo hacia la posición del árbitro eslovaco para pedirle explicaciones, pensando, seguramente, que su equipo perdería a su portero y baluarte durante un momento decisivo de la eliminatoria. Pero el propio colegiado se encargó de hacerles saber que eso no suponía ninguna expulsión y que el argentino podría continuar sin problemas bajo palos... a no ser que recibiera otra amonestación en la tanda.

Se trata de un nuevo ejemplo de una parte del reglamento que resulta 'oculto' para los futbolistas, así como para una mayoría de los aficionados. Sin embargo, desde hace algunos años, "las advertencias y amonestaciones impuestas a jugadores y miembros del cuerpo técnico durante el encuentro no se tendrán en consideración en la tanda de penales", como consta en las Reglas del Juego marcadas por la IFAB (International Board). Una normativa de la que el árbitro, lógicamente, sí era consciente.

El espíritu de la norma, no obstante, no radica en amparar la actitud del 'Dibu'. El reglamento entró en vigor en 2020, tres años después de que se implantara la amonestación a los guardametas que se adelantaban en un penalti. Como consecuencia de ello, el lanzamiento no solo era repetido, sino que, además, el portero recibía la amarilla. Eso propició imágenes como la del Europeo Sub-17 de 2018, cuando Jimmy Corcoran, de la República de Irlanda, vio la segunda amarilla en la tanda de penaltis por adelantarse en un disparo que detuvo. Un jugador de campo tuvo que enfundarse los guantes, algo que no habría sucedido en la actualidad.

Es, precisamente, para evitar imágenes como esta que se incorporó al reglamento el hecho de que las amarillas del tiempo reglamento no se tengan en cuenta para los penaltis. Y de ello se benefició un 'Dibu' cuya amonestación durante la tanda no fue por adelantarse dos veces en un penalti (a la primera ya no supone tarjeta, sino que ha de suceder en dos ocasiones), sino por dirigirse a la grada del Lille con evidentes gestos de provocación. Estaba en su salsa.

Eso no quita que el argentino se llevara un susto cuando Kružliak alzó la tarjeta amarilla. El reglamento presenta aspectos que muy rara vez acontecen, pero que, lógicamente, pueden ocurrir. Este es solo un ejemplo de otros puntos del reglamento que seguramente resultan desconocidos para la mayor parte de los protagonistas del fútbol.

Saques de esquina en caso de gol

¿Puede el balón entrar en una portería y que la decisión del árbitro sea indicar córner? Sí, y no solo en un supuesto, sino en hasta cinco. ¿Lo conocías? Probablemente tenías constancia de que no se concedía gol si un saque de banda entra directamente en la meta rival, así como si hace lo propio un libre indirecto. En ambos supuestos, la reanudación se realiza con un libre indirecto para el equipo defensor.

Sin embargo, ¿qué pasa si un libre indirecto, un libre directo, un saque desde el centro del campo o un saque de banda rebasa la línea de gol del equipo que ha ejecutado el propio saque? Efectivamente, ha de señalarse córner para el adversario. También, si, después de un balón a tierra (conocido coloquialmente como bote neutral), el balón entra en la meta sin tocar, como mínimo, a dos jugadores.

Libre indirecto y amarilla por cesión al portero

No es habitual que un portero intercepte el esférico procedente de un compañero y que cometa, con ello, cesión. Los guardametas saben que ello conlleva una oportunidad clara de gol para el rival, al disponer de un libre indirecto dentro del área. Aun así, sucedió, por ejemplo, en la presente edición de la UEFA Champions League, en el Lens - Sevilla. En este caso, un defensa tocó con el pie hacia el portero, que cogió el balón. Gudelj, sin embargo, no pudo aprovechar la situación.

En ese caso, la acción era antirreglamentaria, como así se señaló, pero no burlaba el reglamento, único caso en el que se ha de castigar una cesión con libre indirecto y tarjeta amarilla. Por ejemplo, estamos ante situación si un jugador, sin presión de ningún adversario, se tumba sobre el césped para tocar con la cabeza, a ras de suelo, hacia su portero. Al tocar con la testa, el portero sí podría amarrar el balón, sin embargo, se considera que la jugada estaría burlando de manera deliberada la normativa, por lo que el árbitro tendría que señalar cesión y amonestar al defensa que llevó a cabo dicho movimiento.

Repetición de un saque de banda

Un saque de banda será repetido si el balón hubiera tocado el suelo antes de entrar en el terreno de juego. Se volvería a ejecutar como si nada hubiera ocurrido; es decir, el mismo equipo pone el esférico en juego (no necesariamente ha de ser el mismo jugador) y desde el punto exacto donde se había servido el servicio lateral que no resultó válido.