Álvaro Benito revive el drama de la grave lesión que le llevó a la retirada: "Todavía me pongo de la mala hostia"

Álvaro Benito fue, durante unos años, uno de los jugadores más prometedores de la cantera del Real Madrid. Llegó al primer equipo un año después de Raúl y poco a poco se fue estableciendo como futbolista importante. Sin embargo, todo cambió en un partido con la Sub 21 cuando todavía no había cumplido 20 años. En una carrera hace casi 30 años se destrozó la rodilla y comenzó un calvario que todavía perdura. El diagnóstico fue terrible: ligamento cruzado anterior, ligamento colateral interno y menisco interno de la rodilla.

A partir de ahí se inició un largo camino para intentar volver a sentirse futbolista, uno que le tuvo prácticamente apartado de los terrenos de juego cuatro años. Nunca pudo regresar a ser el Álvaro Benito que un día brilló con la camiseta del Real Madrid y se vio obligado a una retirada prematura. Fue ahí cuando se focalizó en la música con su grupo Pignoise, pero hoy en día convive con sus problemas de rodilla.

"Vivo con mucho dolor, pero no le hago ni caso. Cuando camino, me duele, aunque un día me dije que la rodilla no iba a condicionar mi vida", apunta el exjugador en una entrevista con Jordi Wild en la que detalla todo lo que le tocó vivir en su día. "Iba por la mañana a la ciudad deportiva a hacer tratamiento de fisioterapia, comía allí yo solo y me iba al CSD a entrenar con un preparador físico para trabajar fuerza. Iba tres horas todos los días", explica.

Pese a su grave lesión, el Madrid no lo dejó de lado y le fue renovando hasta que él mismo decidió que lo mejor era retirarse. Durante esa etapa, el conjunto blanco ganó una serie de títulos que también eran de Álvaro Benito, aunque él no se sentía cómodo cuando le tocaba estar con sus compañeros. "Me consideraba un intruso cuando mis compañeros ganaban un título y lo celebraban", apunta.

El exfutbolista considera que se hicieron cosas mal a nivel médico tras su lesión e incluso se molesta al recordarlo. "El problema que yo tuve es que en mi época, cuando te rompías un menisco, te quitaban la parte rota. Me hicieron la técnica del semitendinoso, que creo que es una operación para alguien que no es deportista de élite. Todavía me pongo de mala ostia. Ahora suturan los meniscos", narra Benito, que recuerda como fue su primer regreso a los campos.

"Cuando volví a jugar, con el paso de los entrenamientos, el cartílago se fue a tomar por culo. Y cuando pasa eso, estás muerto. Tenía inflamación crónica y pasé a ser un impedido en mi vida normal. Vivía sentado o tumbado con una bolsa de hielo en la rodilla", cuenta el cantante de Pignoise, que también recuerda cómo fue su llegada al primer equipo.

"Cuando subí al primer equipo dejé de poder ir a ningún sitio público. Odiaba la fama. La vida te pega un bofetón y te tienen que ayudar. Ser jugador del Madrid es una fama incómoda porque te condiciona toda la vida. No podía ir a la Universidad y tuve que estudiar a distancia", explica Benito, que también apunta con qué compañero tenía mejor relación. "Mi mejor amigo del equipo era Raúl. Nos conocimos en la selección madrileña. El primer año no coincidimos, pero sí en juveniles. Quedábamos en el tren para ir a entrenar juntos", concluye.