Dos mastodontes que pasan del 1,90 y de los 90 kilos: Van Dijk vs Haaland, el mejor duelo del mundo-mundial

Domingo. 10 de marzo de 2024. 16.45 (hora española). Anfield. Liverpool-Manchester City. Jurgen Klopp contra Pep Guardiola. Media Premier en juego. Primero contra segundo. Los 'reds' parten con dos puntos de ventaja. Suena el 'You never walk alone'. Se hace el silencio. El 'speaker' del estadio toma la palabra. Es el momento de presentar el gran duelo del partido y, más que posiblemente, de la temporada. Dos mastodontes frente a frente. Sus enfrentamientos directos, cinco, no son muchos por los nueve años de edad que les separan, pero ya comienzan a formar parte de la bibliografía y de la videoteca de la Premier. El cuadrilátero está preparado.

Suena la megafonía. A mi derecha, Virgil Van Dijk, holandés de Breda, 32 años, 1,93 y 92 kilos. Defensa central. Fichado por el Liverpool el 1 de enero de 2018. Precio: 84,5 millones de euros. El futbolista que más duelos aéreos ha ganado en lo que va de temporada en la Premier, 112, una media de 4,5 por partido. A mi izquierda, Erling Braut Haaland, noruego de Leeds (Reino Unido), 23 años, 1,94 y 90 kilos. Delantero centro. Fichado por el Manchester City el 1 de julio de 2022. Precio: 60 millones de euros. Máximo goleador de la Premier en lo que va de temporada con 18 goles en 22 partidos.

El primer contacto, antes de estrecharse la mano y, quién sabe, si darse un abrazo que exprese el reconocimiento y respeto mutuo que se conceden, será visual. En la distancia. Los dos son conscientes de que su desafío personal puede decidir el partido y, quizás, el Campeonato. Ambos querrán conquistar la misma zona de influencia. Uno en su faceta defensiva, con el apoyo de Konaté y Joe Gómez, los otros gigantes 'scouser'. Los invencibles de Klopp. El otro, en su vertiente ofensiva con Foden y de Bruyne como compañeros de viaje más cercanos. La Santísima Trinidad de Guardiola.

Van Dijk no solo es el capitán del Liverpool, brazalete heredado esta temporada de Henderson. Hoy por hoy es mucho más. Es el gran líder espiritual, moral y futbolístico. Y más desde que se fueron los Mané, Firmino, Milner, Fabinho, el propio Henderson... y están lesionados los Salah, Alexander Arnold, Jota, Matip, Thiago... Virgil, como luce su camiseta con el '4', es un tres en uno. Manda atrás, sobre todo en los duelos aéreos donde su colocación y sentido de la anticipación son ejemplares. Da salida al juego, tanto en corto como en largo con sus cambios de orientación de banda a banda, a lo Sergio Ramos. Y, además, remata en el área contraria, donde acude a todas y cada una de las acciones a balón parado. Esos son sus dominios. Ahí es la referencia de todos los centros. Es un destructor. Un tanque. Utiliza los codos, los brazos, las piernas, cualquier parte de su cuerpo que le permita llegar al remate una décima antes que el rival. De los 35 goles que ha marcado en su carrera, 24 han sido de cabeza. El 69 por ciento. Por algo será. Los otros, siete fueron con la derecha y cuatro con la izquierda.

Haaland es el gol. Nada por descubrir. Aunque sus 194 centímetros le permiten dominar el juego aéreo, solo ha ganado este curso 27 duelos, menos que su compañero de equipo Rodri (44) y muy lejos de los 112 del holandés. Para su altura, no marca tanto de cabeza como se podría esperar. De hecho, lleva el mismo total de goles que su 'marcador', 24. Por ejemplo, en lo que va de curso solo ha marcado tres y el último fue contra el Manchester United en octubre. Lleva una media de 4,1 remates por partido con picos de nueve contra el Chelsea y el West Ham o cero contra el Arsenal. En diez de los 22 partidos que ha disputado no ha marcado y desde que ha regresado de la lesión que le mantuvo fuera cinco jornadas, 'solo' ha sellado cuatro tantos en siete partidos. Sin olvidar, por supuesto, los cinco de una tacada que le hizo al Lutton en la FA Cup.

Van Dijk y Haaland ya se han enfrentado cinco veces, que podían haber sido siete, y tienen historias comunes que contar. En cuanto tienen ocasión no desaprovechan para intercambiarse elogios. No hace mucho, el noruego le dijo en la televisión al ex central del Liverpool, Rio Ferdinand, que del asunto de marcajes entiende, que el holandés se estaba convirtiendo en el rival directo más complicado de superar. "Para ser defensa, no es que sea alto y fuerte, es que tiene mucha habilidad, astucia e inteligencia. Es muy rápido y en el juego aéreo es increíble, tiene un 'timing' de salto increíble. Las primeras veces que me enfrenté a él creo que no le gané ningún duelo"

Virgil no se ha quedado atrás en cuanto a ponderación se refiere. Curiosamente, nunca le ha comparado con delanteros consagradísimos como Cristiano Ronaldo, Ibrahimovic, Lewandovski o Kane, "Es un centrodelantero especial porque es muy fuerte y muy rápido. Tiene todos los atributos para complicar la vida de los defensores. La primera vez que nos enfrentamos, fue cuando vino a Anfield con el Salzburgo y marcó. Tenía 19 años. Ahora es otro jugador. Es muy complicado frenarlo, es veloz, agresivo y muy directo. Juega un poco como lo hacía Jamie Vardy en el Leicester… la única diferencia es que creo que que Haaland es un poco más fuerte que Vardy, pero es ser realmente complicado enfrentarlo".

Ese primer enfrentamiento entre ellos al que hacía referencia Van Dijk engendraba una doble historia. Iba a ser la primera vez que Erling jugara en un Anfield que le era muy conocido. Durante toda su infancia, su padre, Alf-Inge, le había recordado en infinidad de ocasiones que él había jugado y marcado en ese mítico estadio. Exactamente, 21 años, nueve meses y cuatro días antes que él. Una tarde de Boxing Day, el 26-12-97. Ganó el Liverpool (3-1), pero el orgullo de haber marcado en ese escenario el cabeza de familia siempre lo llevaba a gala.

Erling no fue titular esa noche con el Salzburgo (2-10-19). Se jugaba la fase de grupos de la Champions. Unas ligeras molestias le dejaron en el banquillo, a pesar de que llegaba de haber marcado un triplete al Genk en su estreno en la competición y sumaba un total de 17 goles en los dos primeros meses de la temporada. Esperando su momento, vio como el Liverpool se puso por delante (3-0) y también como sus compañeros se acercaban con dos tantos de Hwan y Minamino. Él, con el 30 a la espalda, entró en el minuto y 58 y marcó en el 60. Fue un remate fácil, a puerta vacía... y el balón hasta llegar a su pierna izquierda pasó por delante de Van Dijk, que apenas se movió.

El segundo partido en el que se volvieron a encontrar fue el de vuelta del grupo en Salzburgo. Haaland no marcó y hubo poca historia. Triunfo del Liverpool (0-2). El tercer enfrentamiento fue a nivel de selecciones. Fase de clasificación para el Mundial de Qatar (1-9-2021). Noruega-Holanda. Haaland ya era jugador del Borussia de Dortmund y marcó el tanto que abrió el marcador ante las mismísimas narices de Van Dijk, que llegó tarde a la acción. La segunda en la frente en su duelo particular. La Holanda de Van Gaal terminaría empatando. La noticia de la noche fue que al finalizar el encuentro, el jugador noruego confesó públicamente que creía que había roto un dedo de la mano a Van Dijk. "No sé cómo lo he hecho, ni en qué jugada, pero me ha dicho que le he fracturado un dedo". La realidad fue que durante el partido, entre gestos de dolor, el central holandés tuvo que ser atendido en la banda de una de sus manos, pero se descartó que el dedo se hubiera fracturado. Esa noche Van Dijk era también protagonista porque volvía a la selección 10 meses después de su grave lesión de octubre de 2020 y que a punto estuvo de retirarle del fútbol.

Los siguientes combates entre ellos fueron ya en en el Reino Unido. Dos la temporada pasada, la primera de Haaland en el Manchester City. El primero significó el debut oficial del noruego con la camiseta celeste. Madrugador. Penúltimo día de julio, la Community Shield (Supercopa) que enfrentaba al campeón de la Premier (Manchester City) y el de la FA Cup (Liverpool) en el Power King stadium de Leicester. No se jugó en Wembley porque al día siguiente se disputaba la final de la Eurocopa femenina. Ganaron los 'reds' (3-1) y Haaland desperdició tres muy buenas oportunidades de gol. No fue su debut soñado.

El segundo mano a mano fue ya en la Premier, 16-10-2022. Nuevo triunfo de los de Klopp (1-0). La noticia en la previa del partido era que Haaland llevaba nueve partidos seguidos marcando, pero entre Van Dijk y Joe Gómez volvieron a dejarle a cero y rompieron la posibilidad de superar el record de Vardy de 11 partidos consecutivos marcando. Hasta 15 recuperaciones sumaron los dos centrales ante el noruego que solo se fue de ellos en dos ocasiones. Sin embargo, el delantero ganó las cuatro disputas aéreas con sus marcadores.

En los dos siguientes enfrentamientos entre ambos equipos no se pudo dar el duelo directo Van Dijk-Haaland. En los octavos de final de la Carabao Cup (22-12-2022) porque el holandés no se había incorporado a su club después del Mundial de Qatar. Ganó el City 3-2 y el delantero noruego, que llevaba 40 días sin jugar porque Noruega no fue mundialista, marcó el primero. En la vuelta de la Premier (1-4-2023) en el Ettihad (4-1) quien no jugó fue Haaland, lesionado.

El último mano a mano entre los dos gigantes se ha dado en este curso, en el partido de la primera vuelta en Manchester. Empate (1-1) con gol de Haaland. La expectación para este sexto intercambio de golpes, seguro que los habrá, es máxima. Superior. El momento de forma de Van Dijk, superada su mala temporada pasada, se mide por sus estadísticas defensivas y su actual racha goleadora: tres tantos casi consecutivos ante el Chelsea (final de la Carabao), Lutton (Premier) y Norwich (FA Cup). Haaland convive con la vuelta arrolladora de De Bruyne y con el momento estelar de Foden... y para quien dude de su efectividad o sopese que, para él, cualquier tiempo pasado fue mejor, solo falta con revisar sus últimos datos: 28 goles en los 31 partidos disputados en todas las competiciones en lo que va de temporada y 80 en los 84 partidos oficiales que ha jugado con el City.