COPA ÁFRICA

Cuando Emilio Nsue eligió a Guinea Ecuatorial y fue recibido por su tribu: "Ahí me sentí un Dios"

El capitán de 'Nzalang' atiende la llamada de Relevo desde su hotel de concentración tras su hat-trick para repasar su trayectoria deportiva y analizar cuál es el objetivo de su selección en esta Copa de África.

Emilio Nsue celebra uno de los tres goles que marcó frente a Guinea Bissau. /Afp
Emilio Nsue celebra uno de los tres goles que marcó frente a Guinea Bissau. Afp
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

A Guinea Ecuatorial le tocó el grupo de la muerte con Costa de Marfil y Nigeria como las grandes favoritas a estar en la fase final de la Copa de África. Sin embargo, tras su goleada a Guinea Bissau por 4-2, ya tiene pie y medio en octavos de final y, en parte, se debe a la actuación estelar de Emilio Nsue, autor un hat-trick histórico.

En Donostia se le recuerda con mucho cariño. Contribuyó de manera decisiva en la consecución del ascenso. Lo hizo con apenas 19 años. Ahora, a sus 34 primaveras, disfruta de uno de los mejores momentos de una dilatada carrera que le ha llevado por Inglaterra, Chipre y Bosnia. Ahora juega en el Intercity de Primera RFEF, donde es feliz. Sueña con ser el máximo goleador de esta edición de la Copa de África para poder decirle a su hijo algún día que marcó más goles que delanteros de la talla de Osimhen, Mané o Salah.

Si ayer por la mañana, antes del partido ante Guinea Bissau, que fue cuando contactamos para hacer la entrevista, te hubiera dicho que iba a marcar un 'hat-trick', ¿qué hubieras pensado?

Que estás loco (risas). Ha sido una casualidad. Estoy muy contento, sobre todo por mi selección y por el grupo de jugadores que llevamos trabajando tanto tiempo, peleando por nuestro país. Personalmente, ni me lo esperaba ni me lo imaginaba, pero sí es verdad que me he preparado mentalmente muchísimo para esta Copa de África y afortunadamente, todo está saliendo muy bien.

¿A qué se debe, futbolísticamente hablando, el crecimiento de Guinea Ecuatorial?

Somos un grupo muy unido que nos conocemos desde hace muchos años. Fuera del fútbol somos amigos. Nos llamamos hermanos. Hay una hermandad muy fuerte, humanamente hablando, y futbolísticamente todos los jugadores han crecido mucho en los últimos años. La clave es ésa, la unión que tenemos, la humildad, todos vamos a una, todos nos dejamos la piel el uno para el otro. Estamos haciendo las cosas muy bien. Llevamos dos años sin perder un solo partido y estoy muy feliz y orgulloso de toda mi selección.

¿Se puede hablar de Guinea Ecuatorial como una potencia del fútbol africano?

En términos de nombre, habitantes y cracks, no, porque selecciones como Nigeria o Ghana tienen súper estrellas, pero si no miramos los escudos y somos realistas, Guinea Ecuatorial es una potencia y lo hemos demostrado. La CAF nos ha colocado entre las cinco mejores selecciones para esta Copa África.

¿Os creéis que podéis ganar la Copa África?

No, nosotros vamos con humildad. Es nuestra fuerza. Preparamos cada partido como si fuera una final, no pensamos más allá. Sería de hipócritas pensar en ganar la Copa de África cuando todavía nos queda un largo camino. Tenemos mucha ilusión, soñamos y vamos partido a partido. Ese es nuestro lema y en ese camino vamos, no hay otro.

Y no hay que olvidar, por ejemplo, que el capitán de Guinea Ecuatorial, que eres tú, juega en el Intercity, un equipo de Primera RFEF…

He jugado muchos años en la elite, en Primera División tanto en Inglaterra como en España y en otras ligas. La Primera RFEF está bastante cerca de lo que es la Segunda División y el nivel es muy fuerte. Sin ir más lejos, el año pasado jugamos en Copa del Rey contra el Barcelona y logramos empatarles. Nos eliminaron con un gol en la prórroga de Ansu Fati. A lo mejor no estoy jugando al máximo nivel, pero sí que tengo la experiencia que no tienen otros futbolistas que, por ejemplo, están jugando en la Ligue 1 de Francia. En España el fútbol está tan avanzado que creo que el nivel de la Primera RFEF da nivel para ligas que a lo mejor no son tan famosas como Noruega, Suecia… Cualquier jugador de mi selección podría estar en cualquier equipo de Primera o Segunda División de cualquier liga.

¿Te consideras un modelo a seguir para sus compañeros?

No creo que sea yo el que tenga que responder a eso. Lo único que puedo decir es que desde que llegué hace 12 años he intentado implantar mi pensamiento y una mentalidad ganadora y positiva. Hay que tener humildad, saber de dónde vienes, no perder la cabeza, tener los pies en el suelo, dar todo lo que tengas y creer. Esa es mi mentalidad y es lo que he intentado implantar desde que llegué a la selección. Tengo la suerte de que todos mis compañeros piensan como yo y tienen mucha ilusión. Cuando tienes ilusión por hacer lo que amas, cuando existe esa hermandad, cuando das todo por tu compañero, por tu amigo… Es que ya no lo ves como un amigo, lo ves como un hermano y esa unidad es lo que hemos creado estos años y estoy muy orgulloso de mi selección.

"Desde que llegué hace 12 años, he intentado implantar mi pensamiento y una mentalidad ganadora y positiva, sin perder la humildad ni la cabeza, siempre con los pies en el suelo"

Emilio Nsue Capitán de Guinea Ecuatorial

¿Puedes explicar cómo es una Copa de África?

Para los africanos es como un Mundial. La gente deja de trabajar. Aquí la gente vende sus cosas para ir a los partidos. Nosotros ganamos y en Guinea es fiesta nacional. La afición sale a las calles durante todo el día a celebrar. Son muy parecidos a los latinoamericanos. Están todo el día bailando. Es lo más importante para ellos porque de aquí sale el mejor equipo de África. Ya podéis ver las celebraciones de las aficiones. Se pintan, se visten con trajes llamativos, las calles se inundan… Es una experiencia increíble y me siento un privilegiado por poder vivirla.

¿Es un tipo de afición muy diferente a la europea?

Todas las aficiones son buenas, pero claro que son diferentes. Aquí llegan en el calentamiento y se ponen a bailar, a cantar... Es diferente porque son distintas culturas y distintas maneras de ver las cosas pero eso no significa que una sea mejor que otra ni la otra mejor que la una.

Emilio Nsue será lo más parecido a un Dios para los aficionados…

No me considero así. Me quedo muy ajeno a los comentarios. Cada vez que voy con Guinea intento dar lo mejor para que el país esté orgulloso de mí. Es lo típico del fútbol. Cuando metes goles eres el mejor y cuando no, es que estás viejo y te tienes que retirar. Ya llevo muchos tiros pegados, soy algo viejete y esas cosas pasan a un segundo plano para mí. Lo más importante es que yo esté bien. Como siempre he creído en mí, sé el potencial que he tenido y tengo y sé lo que puedo dar. También me conozco más. Tenemos una edad en la que ya sabemos cómo funciona el fútbol, las rachas… En la anterior Copa África tuve una ocasión y la fallé. Ayer tuve la misma y la metí. Ayer era un crack y en la anterior Copa África me tenía que retirar. Eso es el fútbol. Eso lo viven todos los profesionales, es algo que vive con nosotros. Considero que tengo el respeto de mí país, me siento querido, pero es normal que haya gente que esté en contra.

¿Eres mejor futbolista ahora?

Considero que de joven era mucho más rápido, mucho más eléctrico y que físicamente podía hacer más cosas. Ahora ya no soy tan rápido, ni tan eléctrico, ni puedo hacer tantas cosa, pero ese punto de experiencia, de conocerte a ti mismo, de saber descansar, cómo hacer las cosas, correr en los momentos que tienes que hacerlo y en otros ahorrártelo para estar lo más fresco posible para cuando te lleguen las ocasiones… Todo eso ayuda. Antes era mejor jugador, pero ahora estoy mejor hecho. No sé con cuál me quedaría.

¿Esperabas vivir todo esto?

No, para nada. Sí que esperaba vivir una buena Copa de áfrica porque lleva tiempo mentalizado y preparándome para ello y sé que podía hacerlo, pero sería mentirte si te dijera, por ejemplo, que pensaba meter un 'hat-trick' ante Guinea Bissau. Sabemos que tenemos bueno equipo, pero somos humildes. Sabemos que en el momento en el que nos relajemos, cualquier selección nos puede pintar la cara. Cuando metí el primer gol sí que sentí dentro esa sensación de que podía marcar alguno más. Hay que creer y tener ambición. Eso es lo más importante, tener ilusión que en mi caso todavía no la he perdido y por eso sigo jugando a fútbol. El día que la pierda, lo dejaré. Y esa ambición de soñar, de ilusionarte, de amar lo que haces.

¿Disfrutas más ahora por todo lo que te ha tocado sufrir?

Todos los futbolistas pasamos por momentos buenos y por momentos malos. Una de mis virtudes es que mentalmente soy muy fuerte. He pasado adversidades muy difíciles, muy duras, que poca gente puede pasar y eso se refleja en el campo y en la manera de pensar, que si no me sale un día, lo sigo intentando hasta que salga y si no sale, no pasa nada. Descansar, volver a trabajar y volver a intentarlo. Eso es lo más importante, no dejarte llevar de los comentarios ajenos, de gente que no entiende, incluso de familiares que te aconsejan y no entienden. Hay que dejarte aconsejar de gente que te conoce y que siempre ha estado para lo bueno y para lo malo. Me pasa en Guinea. Cuando marco goles me felicitan los de siempre, pero los que me 'matan', no salen. Lo hacen cuando las cosas me salen mal. A mí esta gente no me vale. Me valen los que siempre están para decirme lo bueno y lo malo. Esos son los que yo valoro.

Has hablado de adversidades. ¿Cuál ha sido la situación más complicada de su carrera?

Una de las más complicadas es cuando estuve seis meses sin equipo. Tuve varias ofertas y las rechacé porque no me gustaba ninguna. Tuve un problema familiar muy grave y me estuve entrenado solo durante seis meses y me tocó jugar la Copa de África. No hice el ridículo, pero lo rocé. No estaba físicamente bien, pero hice un esfuerzo muy grande de entrenar seis meses solo en Mallorca para poder llegar lo mejor posible. Ese momento fue muy duro. Cuando todo un país espera tanto de ti y tú ves que no lo das y sabes que no puedes darlo, para mí, por un lado, me hizo sentirme decepcionado, pero por otro, muy orgulloso de mí mismo porque en las peores de las situaciones, seguí intentándolo, sin rendirme. Y a día de hoy estoy muy motivado. Esa Copa África que hice tan mal me dio la fuerza para pensar que en esta no podía fallar, que tenía que irme con un mejor sabor de época porque, además, puede que ésta sea mi última Copa África.

"Tuve un problema familiar muy grave, me estuve entrenado solo durante seis meses y me tocó jugar la anterior edición de la Copa de África. No hice el ridículo, pero lo rocé. Fue un momento muy duro"

Emilio Nsue Capitán de Guinea Ecuatorial

¿Ha habido momentos en los que has pensado tirar la toalla?

Nunca. Gracias a Dios tengo muchos amigos y me siento un afortunado. Como jugador muchas veces miramos lo económico. A mí me salieron cinco, seis opciones que no me cuadraban y por un problema familiar, decidí quedarme con la familia. Claro que te decepcionas y moralmente bajas, pero en el tema mental soy más de persona que de futbolista. La familia es lo primero. Yo tengo un hijo y mientras le vea bien a él, yo siempre voy a estar bien. Moralmente bajas, porque no es la situación adecuada, pero no se me ha pasado por la cabeza tirar la toalla. Ahora con 34 años que tengo me siento mejor que nunca. Mucha gente se deja llevar por los años, por la edad, pero ahí están mis números. Yo me encuentro bien físicamente y me cuido. Y lo más importante es estará bien mentalmente y confiar en ti.

¿Esa fuerza mental es algo que se trabaja o se lleva de manera intrínseca?

Por tu infancia, por la vida que te toca, por tus familiares… Afortunada o desafortunadamente salí muy joven de mi casa. Tuve muchos problemas familiares. Mis padres fallecieron muy jóvenes y tuve que espabilar rápido en todos los sentidos. Tuve que mantener a la familia y eso te ayuda. Es algo que se puede trabajar para ello hay profesionales que te pueden ayudar. Es un poco de todo. Repito que mi mejor virtud es que mentalmente soy muy fuerte. Yo soy el primero que sabe que estoy mal, no hace falta que nadie que me lo diga. Lo principal es tener cerca a gente correcta, que sepas que van a estar en lo bueno y en lo malo, y tirar para adelante. No queda otra.

Emilio Nsue era un habitual en las categorías inferiores de la selección de España. ¿Cómo fue ese paso para decidir jugar con Guinea Ecuatorial?

Mi madre era española y mi padre guineano. Mi padre siempre me hablaba de la selección de Guinea. Vivía en Mallorca y empecé a sobresalir. Fui campeón de Europa en Sub-19 y en Sub-21, pero llegó un momento, con 21 años, en el que Guinea vino muy seriamente a por mí, a proponerme que debía ir a representar al país de mi padre, que también es el mío por raíces, por sangre, por familia. Me dieron la capitanía y galones con 21 años. Lo pensé y decidí aceptar la propuesta porque era vivir algo único. Tenía curiosidad por conocer a mi familia por parte de padre, mis orígenes, todo, incluso mi tribu. Tomé esa decisión y ha sido una de las mejores de mi vida. Estoy muy agradecido y muy contento de lo que he vivido estos doce años. Guinea Ecuatorial me ha dado mucho y me sigue dando.

"Con 21 años Guinea vino a por mí. Me dieron la capitanía. Tenía curiosidad por conocer a mi familia por parte de padre, mis orígenes, mi tribu... Tomé esa decisión y ha sido una de las mejores de mi vida"

Emilio Nsue Capitán de Guinea Ecuatorial

¿Qué es lo primero que te encontraste al llegar a Guinea?

Una de las primeras cosas que conocí fue la tribu a las que pertenezco: Esseng. En esa época jugaba en Primera División con el Mallorca y me recibieron en el aeropuerto como si fuera Cristiano Ronaldo. Que un jugador de Primera fuera a jugar a Guinea, que en esa época perdía todos los partidos, me lo valoraron y me lo agradecieron mucho. Ahí sí que me sentía como un Dios. Era agradecimiento. Por eso me dieron el brazalete solo con 21 años. La gente me valora mucho más por eso, por esa decisión que tomé. Llevo doce años, nunca he faltado y siempre he venido a dar la cara. Creo que lo que estamos haciendo en Guinea Ecuatorial es algo histórico que dudo mucho que cualquier otro grupo de jugadores en los años que vengan lo van a poder repetir. Y eso se va a valorar con el tiempo.

¿Cuánto ha influido en su forma de ser todas las experiencias futbolísticas que ha vivido y que le han llevado, entre otros sitios, a Inglaterra, Chipre, Bosnia…?

Me han ayudado mucho. Es otra manera de pensar, de vivir, conoces otras mentalidades a las que te han enseñado en casa. Por ejemplo, yo tenía mejores ofertas, pero decidí irme un año a Bosnia por tener la experiencia de vivir en aquella zona. Todo eso te da una cultura. No es algo que puedas estudiar, es algo que ves. Estas con gente de otra cultura, de otras religiones, con otra forma de vivir. Ves las cosas de manera diferente. Es importante viajar, conocer países… He podido aprender inglés, puedo entender el griego y todo eso es muy positivo. He estado fuera de casa diez años y ahora veo las cosas de una manera diferente. He visto y he vivido tanto que con la edad cambias la mentalidad, cambias la manera de pensar. Antes eras más impulsivo, ahora me pienso más las cosas.

¿Qué significó su paso por la Real Sociedad?

Siempre lo he dicho. Es de las experiencias más bonitas que he vivido. Era muy jovencito. Me trataron tan bien tanto la afición como mis compañeros… Me hace ilusión hablar de la Real. Sigo teniendo no una relación diaria pero sí una en la que sabemos que nos tenemos cariño. Todo salió bien. Conseguimos el ascenso en el año del Centenario. Cuando todo sale así, no hay un pero. Con los años lo valoras más. Ahora trato con gente joven y me acuerdo de lo que hacían conmigo los capitanes que tuve, Labaka, Aranburu, Xabi Prieto, Ansotegi. Mikel González... Soy un fan de la Real y siempre va a estar en mi corazón.

Emilio Nsue, en su época como jugador de la Real Sociedad.  Diario Vasco
Emilio Nsue, en su época como jugador de la Real Sociedad. Diario Vasco

Coincidió con un tal Antoine Griezmann….

Siempre cuento la anécdota de que vivimos juntos seis meses y me alegro mucho que le vaya tan bien. Sabía que le iba a ir bien por su mentalidad ganadora y aparte tenía la calidad. Era muy ambicioso, pero muy buen chico. Me lo he encontrado alguna vez y seguimos siendo hermanos. La vida cambia. Él vive en otro sitio y tiene otros amigos, pero nos tenemos mucho cariño. Yo veo a ese jugador y es el mismo de que cuando tenía 19 años. Estoy muy orgulloso de él. Vivimos seis meses juntos, los dos ahí haciendo la comida, jugando a la Play, al ordenador, yéndonos juntos a entrenar... Le deseo lo mejor.

"¿Griezmann? Siempre cuento la anécdota de que vivimos juntos seis meses. Me alegro mucho por él. Sabía que le iba a ir bien por su mentalidad ganadora y aparte tenía la calidad. Era muy ambicioso"

Emilio Nsue Capitán de Guinea Ecuatorial

¿Con qué sueña?

Personalmente sueño con ser el máximo goleador de la Copa África. Se me ha dado la oportunidad. No me puedo mentir a mí mismo. Es un sueño, no una exigencia. He metido tres goles y si marco otros dos, por ejemplo, tengo la posibilidad de luchar por ser el máximo goleador. Eso sería grandioso, extraordinario, pero lo más importante, como grupo, es ir partido a partido. A ver si podemos ganar a Costa de Marfil, a la anfitriona en su casa y ante 60.000 aficionados. Va a ser un partido muy bonito. No tengo un sueño en concreto. En la vida sí que hay que marcarse objetivos, pero cuando estás compitiendo hay cosas que no puedes controlar y lo mejor es darlo todo e ir con la máxima ilusión y humildad.

¿Has pensado en que si hace un buen papel podría llegarte una oferta?

Es algo a lo que no le doy importancia. Estoy muy feliz en el Intercity y por eso he renovado dos años. Estoy muy agradecido al club porque me dieron la oportunidad de volver a España, pero en el fútbol nunca se sabe. Si viene alguien con alguna oferta de locos y salimos todos beneficiados, en el fútbol todo se puede dar. Pero no pienso en ello. No es algo que valore. Si tiene que pasar, pasará. Si no, más feliz que una perdiz en Alicante.

¿Te ves con fuerza para emprender una nueva aventura fuera?

Uno de los motivos por los que volví a casa era para no tener que vivir más aventuras. Repito que no me lo planteo. Estoy muy feliz en Alicante, en mi club, muy a gusto. El ambiente del día a día, que es lo más importante para mí para seguir jugando a fútbol, es genial, el vestuario, el buen rollo, seguir conociendo gente. Si sale, y se da, pues adelante. Lo más importante es que el Intercity esté contento y yo también. Ni lo valoro ni lo pienso. Mi objetivo es ser el máximo goleador para el día de mañana contarte a mi hijo que fui el máximo goleador de la Copa África por delante de Salah, Mané u Osimhen.