Endrick confiesa su secreto 'Disney' para triunfar en un Bernabéu "que me está esperando"

Endrick, el flamante fichaje del Real Madrid que llegará a la capital de España el próximo verano cuando cumpla los 18 años, sigue quemando etapas en su trayectoria futbolística a la misma velocidad a la que arma su potente pierna derecha para perforar la portería rival. El delantero del Palmeiras ha pasado al estrellato y a vestir la camiseta de la 'canarinha' en un abrir y cerrar de ojos. Pero eso no le ha impedido disfrutar de las cosas propias de su edad.

Sobre todo desde que admitió el consejo que le dio su entrenador en el Palmeiras, Abel Ferreira. El técnico del 'Verdao' ha tenido que manejar muy bien los tiempos con el atacante de Taguatinga, compaginando las expectativas generadas por su calidad con los errores propios de una edad tan temprana. Por eso, uno de los primeros consejos de Ferreira a Endrick fue que tenía que olvidarse de todo y pensar más en visitar Disney que en ser profesional.

"Lo que quiero hacer cuando estoy en el campo es jugar", ha confesado el delantero en su intervención televisiva en el programa brasileño Conversación con Bial. "Cuando llevas la responsabilidad al campo es horrible. Yo ya he sentido eso. Te sientes pesado y en el campo te tienes que sentir ágil, ligero, feliz como un niño. Igual que mi hermano Noe (4 años), sin responsabilidad de nada".

El futuro atacante del equipo madridista ha asegurado que las palabras de su entrenador hace dos años ("Tiene que preocuparse en ir a Disney y no en jugar como profesional", aseguró Ferreira) le han ayudado a sobrellevar la presión y a convivir con ella de forma natural.

"Hay que entrar al campo para ser feliz. Tienes que ser como un niño en un parque de atracciones. Es como me dijo Abel, que tenía que ir a Disney, que era un niño y lo que tenía que hacer es divertirme. Es un consejo que ya he tomado de por vida y cuando entro al campo, es como si fuera mi patio de recreo", desvela el jugador brasileño sobre su forma de entender el fútbol profesional, toda vez que se ha quitado la presión que ello conlleva.

Una presión que aumentará todavía más cuando el próximo mes de julio pise la Ciudad Deportiva de Valdebebas. El Real Madrid es totalmente diferente al Palmeiras y la exigencia entre uno y otro no tienen nada que ver. Sin embargo, el internacional brasileño no rehuye la responsabilidad que le va a tocar vivir cuando se enfunde la camiseta blanca y pise el Santiago Bernabéu. Un estadio que ya conoce tras visitarlo con la verdeamarelha, presentándose ante su nueva afición con un gol.

"Fue un tanto maravilloso. Cuando lo hice y estaba deslizándome por el césped para celebrarlo, vi a un aficionado con la camiseta de España delante de mí y diciéndome -entiendo un poco de español- que allí me estaban esperando y que voy a ser un gran jugador. Esta imagen está en mi cabeza desde que marqué el gol", aseguró el jugador que también confesó que ya tiene casa en Madrid y que no sabe cuándo será su presentación con el equipo blanco. Pero que, de momento, tampoco le quita el sueño.

Tan importante como el consejo de Ferreira para saber llevar la presión con madurez ha sido la educación que le han dado sus padres. Una familia humilde que ha puesto el valor del trabajo por delante de todo y por ello el jugador no ha dudado en señalarles como los grandes responsables de su éxito. "Cuando marco pienso mucho en mi familia, porque sé que tener una buena casa, comida en la mesa y una buena escuela, está en mis manos. Esto pasó cuando comencé a hacer una buena carrera en Palmeiras... Cuando tuve el primer contrato pude dárselo a mi familia, que así se quitaron ese peso de encima".

Por último, el todavía jugador del Palmeiras habló sobre el racismo que sufre todavía y cómo lo combate como cuando su padre sufrió este tipo de insultos en un partido ante Venezuela. "Para ser honesto, estaba bastante tranquilo. Una cosa que mi madre siempre me ha dicho, para que no me molestara nada de esto, es que si la gente lo hace, no te preocupes. Soy negro, tengo que aceptarlo y no enojarme. Dios me dio esta responsabilidad, este tono y no tengo que revolverme. Como dice la Biblia, obedece a tu padre y a tu madre. Esto sólo me fortalecerá".