Capdevila: "Me recuerdan por el cubata en el hombro, pero 411 partidos en Primera, 60 con España y 52 goles no son casualidad"
El catalán, campeón de la Eurocopa 2008 y del Mundial 2010: "A esta Selección sólo falta que yo esté en el cuerpo técnico ayudando a Luis de la Fuente y a Pablo Amo".

Joan Capdevila (Tárrega, Lérida, 1978) es tan especial que entrevistarle no es un trabajo sino una bendición en mitad de la rutina. No es habitual que nadie, casi sin activar la grabadora, te ponga en tal aprieto para elegir uno entre tantos titulares. Campeón de Europa en 2008 y del Mundo en 2010 con la Selección, es una de de las voces más autorizadas para hablar de España y del campeonato que arranca este viernes en Alemania. Es también una fuente de motivación y un buen refugio para la carcajada.
La charla, dividida en dos partes y desarrollada en una grada mientras sus hijos juegan, se produce en Barcelona, en la ciudad deportiva Dani Jarque del Espanyol donde ahora hace de portavoz y relaciones institucionales. En esta primera entrega, abordamos con idas y venidas porque él es carrilero, sus años de gloria, sus mejores anécdotas y su pasado en el club de su vida, en el Depor, Villarreal, Benfica y Atlético. En la segunda, toca el futuro a corto plazo. El suyo, el de Xabi Alonso, Xavi y Raúl. Y hasta el de La Roja, que era la excusa de este careo antes de que nos fuéramos por las ramas.
Le dije a mi primo, Javier Matilla, que venía a Barcelona a entrevistarte y me dijo que coincidió contigo en la plantilla del Villarreal, que eras un fenómeno y que entonces, hace 15 años. estabas en tu 'prime'. ¿Recuerdas aquello como tú cenit deportivo?
¡Hombre! Grande Mati. Sí, sí, y aparte se juntó con los éxitos de la Eurocopa 2008 y del Mundial 2010. En el Villarreal estaba cómodo, con Pellegrini. Allí disfruté de la profesión. Estaba en plenitud. Ya tenía experiencia, veteranía en todos los aspectos. A nivel personal, a nivel profesional... Se juntó todo. De los 28 a los 32 es cuando uno mejor está.
Que nostalgia. ¿Eres más querido por lo que hiciste en el campo o por cómo de cercano eres?
Pues mira, es curioso, porque la gente, mucha gente, me recuerda por el vaso de cubata aquí en el hombro bailando, ¿no? [lo hizo en una celebración para el recuerdo y ahora se intenta imitar en las discotecas] Y yo le digo 'vale, vale...'. Digo que sí, que está muy bien que me recuerden por eso, pero lo que yo veo es que tengo 411 partidos en Primera, casi 40 goles en la máxima categoría y unos 52 en total, 60 internacionalidades con España, y la gente solo ve lo que le gusta ver. Detrás de eso hay un trabajo, no haces eso de casualidad, digo yo.
También me aseguró Matilla junior, por lo que ve y lee, que ahora curiosamente pareces algo más serio que cuando eras jugador y te conocían como el gran animador y motivador del vestuario. ¿Te pesan este tipo de responsabilidades actuales en el Espanyol o que te inviten a Las Rozas en representación de la mejor Selección que hubo?
Yo soy tal cual, ¡eh! No te creas, porque también digo mis bromas. Y tengo que decirlas. No hago ningún mal a nadie, ¿no? Siempre con buena onda. Soy muy dicharachero. Me gusta el humor. ¿Para qué vivir enfadado? Eso sí, cuando estoy en un acto representando al Espanyol no voy a estar contando chistes, es evidente. Hay que saber estar.
¿Estás cómodo en ese puesto?
Me gusta. Al final estoy en casa. Soy socio desde hace 33 años. Pero sí, quizá, me gustaría más algo deportivo. Estar más involucrado con jugadores. Me gusta mucho el fútbol formativo. La base también me atrae muchísimo.

También le he dicho a Ginés Meléndez que venía a verte a tu casa y me ha dicho que te diera un gran abrazo, ya que te tuvo en Las Rozas como alumno en el curso de entrenador UEFA PRO.
¿Le conoces?
Claro. Me fichó en su día para el Alba, ¿o te crees que sólo habéis jugado al fútbol los campeones del mundo...?
[Risas]. Ginés es un crack. Qué importante fue ahí en la Federación. ¿Sabes qué le falta a la RFEF?
¿Te digo solo una cosa o puedo disparar varias?
Le falta que yo esté en el cuerpo técnico ayudando a Luis de la Fuente y a Pablo Amo. Ahí me gustaría.
¿De verdad?
Hombre, esto sería la hostia, tío. ¿Sabes? Estar ahí en el vestuario... ¡Buah! De enlace. Como estaba Albert Luque, que me da una pena tremenda que ya no siga... Estar cerca, detectar posibles problemas... Eso es una familia y velar porque siempre lo sea mola mucho. Más que nada para sumar y guiar un poco para estar totalmente alineados. Recibir el feedback de los jugadores, saber cómo va todo... Ayudar, ayudar y ayudar. Y no para hacer alineaciones ni mucho menos. Que el marrón se lo coma otro. Que eso es jodido. Estuve con el seleccionador en el acto de la lista de 29 convocados y no dejaba de pensar en los que se iban a quedar fuera. Qué palo.
A ti ya te pasó.
Claro que me ha pasado. Muchas veces. Me sucedió en el Mundial de Alemania 2006. Me había comido los dos años de clasificación y luego llamaron a Pernía cuando se lesionó Del Horno. Eso es el fútbol, ¿qué le vas a hacer?
¿Te dolió más lo del 2006 o no haber sido capaz de aguantar y engancharte también al triunfo de 2012?
El 2012 no. Lo del Mundial 2006 sin duda. En 2012 ya no estaba yo... Si me llegan a llamar hubiera renunciado. De hecho le dije a Jordi Alba 've tú, porque si no no ganas nunca nada' [risas]. No quería ganar yo todo. Lo de Alemania no es que me doliera, pero vi que se me escapaba el tren de un Mundial con 28 años. Pensé que no iba a ir nunca más y que no lo iba a poder vivir jamás por dentro. Y luego, pues mira. Fui con 32 a un Mundial y lo gané.
A los compañeros que les he dicho que te iba a hacer unas preguntillas me han avisado: '¿Pero sobre qué si ya ha hablado de todo? Y justo eso era lo que te quería proponer: ¿hay algo que te apetezca contar y no lo hayas hecho porque no te sacaron el tema?
Pues mira, futbolísticamente no era un fenómeno pero tenía otros dones que igual no tenían los demás. Por ejemplo, sabía escuchar. Y de cada entrenador me he llevado lo mejor. Había y hay jugadores que piensan que lo saben todo ya. Y siempre hay que aprender cosas. Todo te ayuda. Con Pellegrini era maravilloso. Teníamos una confianza total. Llegó el primer día allí al Villarreal, me cogió y me dijo 'olvídate de que sólo eres defensa. Si nos meten tres, ya meteremos cuatro nosotros'. Claro, hostia, es que eso ya te abre y cambia un poquito la mentalidad. Con él disfruté mucho. Ahí, de su segundo Rubén Cousillas salió aquello del 'Kirikocho'.
Repítemelo porque quiero confirmar que no es un bulo.
Cousillas, siempre que se acercaba el rival con peligro gritaba desde el banquillo '¡Kirikocho, Kirikocho!' para espantarle. Una manía heredada del fútbol sudamericano. Y yo, cuando Robben tuvo el mano a mano decisivo con Casillas en Sudáfrica sólo atiné a decir eso, ya a la desesperada porque no podía hacer nada más. Tiré de ese recurso con tal de que fallara. No lo he vuelto a hacer más. No hay que abusar. Pero qué cosas, me acordé de eso en un momento así. Iker se llevó todos los halagos y es el que sale en la foto, pero ahí estuve yo en la sombra [carcajada]. He vivido mucho y bueno.
Ya te digo. ¿Alguna anécdota inolvidable?
Joder, en Coruña. Prefiero no dar nombres. Pero, vamos, cuando Irureta daba la charla había jugadores que estaban leyendo el periódico en el vestuario. Esto es impensable ahora mismo. Y claro, Jabo era muy listo y no miraba mucho para atrás cuando hablaba. Sólo se centraba en la pizarra. Y Jabo no ponía los nombres en la pizarra, ponía los números. Yo, al principio, como no jugaba casi nunca, no se sabía el mío y ponía un círculo. Son cosas bonitas de recordar.
Entonces os comíais una sesión de vídeo de una hora para analizar a los adversarios.
Uy una hora... ¡El partido entero! Me acuerdo que con Brindisi, cuando debutaba en el 98, los martes por la tarde, que había dobles sesiones, después de la de la tarde ponía el partido entero. ¡Pero del partido que habías jugado justo antes! Tremendo. Y tú dices, bueno, al menos me distraigo porque estoy jugando. Pero imagina a los no convocados viendo otra vez el encuentro en el que no han participado. El fútbol ha evolucionado mucho. O te modernizas o te pasan por al lado.
"Vi de todo. Mientras Jabo daba la charla había jugadores que leían el periódico. Ahora es impensable. Como ver un partido entero repetido con Brindisi. ¡Pero el ya jugado; no del próximo rival!"
¿Qué es lo que más te preguntan en las entrevistas que das?
Sobre todo lo del Mundial y tal… ¿Qué siente al ser campeón? Pongo el piloto automático.
Venga, dime qué se siente pero siendo original.
Es que es como cuando nace un hijo… ¿Cómo cuentas esa felicidad? No se puede. Tienes que vivirlo.
Yo creo que no he llorado nunca por el fútbol si no he participado yo en el verde. Pero aún hoy veo el gol de Iniesta y me emociono.
Yo el gol de Iniesta no lo veo más.
¿Cómo dices?
Sí, sí, que no lo veo más. No vaya a ser que en la repetición lo falle y nos quiten el Mundial [risas sin freno] He prohibido verlo en mi casa. Aparte, es el peor gol de la historia de la Selección. Y es el más importante. Sí, sí, sí.
Será el mejor; es inolvidable.
No, no. El peor. Cuando tú ves ese gol… Es todo una chapuza. No se lo pones a ningún niño para aprender. Uno conduciendo más de la cuenta, un taconazo sin venir a cuento, el otro vaya asistencia que da... Eso sí, fue el más importante de nuestras vidas. Cómo sería que Del Bosque casi ni lo celebró.
Jajaja.
Mira, Del Bosque una vez me dijo en Albacete 'Joan, hoy no subas, porque quiero que lo haga más Ramos y tú no subas mucho para equilibrar'. Y yo, 'vale, vale míster'. Minuto diez, estoy solo, empiezo, tiro, hago una pared con Iniesta, me quedo solo y meto gol. Y viene Del Bosque al descanso y me dice 'Ves Joan, menos mal que no me has hecho caso'. El fútbol no son matemáticas ni es un futbolín. Pero bueno, sigamos. Pregunta, pregunta, aunque ya me han preguntado de todo y lo tienes difícil: de la infancia, mi familia, de los niños... Absolutamente de todo.
"Yo el gol de Iniesta en la final, que fue una chapuza por cómo se logró, no lo veo más; no vaya a ser que en la repetición lo falle y nos quiten el Mundial"
Joder, esto es descorazonador. Pues me interesa saber, con lo hablador que eres, si alguna vez metiste la pata en alguna entrevista o rueda de prensa.
Me gusta la pregunta. Y por eso te voy a dar una primicia. Lo pasaba fatal en la Selección, tío. Cuando tenía la rueda de prensa le decía a Paloma [Comunicación], 'por favor, no me saquéis'. Antes salíamos de dos en dos o de tres en tres. Y claro, yo tenía suerte. ¿Quién me iba a preguntar a mi con el equipazo que teníamos? Le metían diez preguntas a Xabi Alonso y a mí me hacían una por cortesía. Lo pasaba mal. Pensaba, 'como diga una catalanada...'. Es que te quedas marcado de por vida. En los clubes alguna vez tuve alguna mala experiencia con algún titular que no había dicho o algo así. Pero poco. A mí la prensa me ha tratado muy bien. Espectacular. Y si ha pasado algo, al final noticia dura dos días y otra cosa mariposa.

Desmontemos mitos y leyendas: ¿El futbolista ve, escucha y lee?
Todo. Te lo digo yo. A ver, siempre hay algún zumbao que no, pero claro que sí. El que diga que no lee la prensa, miente. Y siempre mirabas si te puntuaban bien. A veces jugaba de puta madre y me puntuaban mal. Y te quedas loco. Al final lo importante es lo que opinen tus compañeros. Si ellos te felicitan, ese es el mayor elogio que te puedan dar.
Documentándome para venir a este encuentro he visto por ahí muchas preguntas y titulares sobre la Kings League. Y me inquieta una cosa: ¿Quién te animó a ir y por qué lo dejaste luego?
Pues mira. Todo empieza un día de Navidad en el que me llama Piqué. Y me extrañó porque no lo hacía casi nunca. Me dijo que iba a hacer la Kings League y que quería contar conmigo. Le dije que qué cojones era eso. Le pregunté que si él iba a jugar y me dijo 'pero gilipollas, si yo soy el presidente de esto'. Ah, vale, vale. Imagínate mi nivel. No sabía dónde me metía. Ni idea. Hablé con Ibai Llanos porque le faltaba uno y luego me dijo que había fichado al Chicharito. Así que me buscaron otro equipo. A mí me gustaba y me gusta el show, el espectáculo, la farándula. Así que hablé con De Grefg, que mi hijo es muy fan suyo, y a empezar. Y encima vestido de blanquiazul me gustaba más. En principio eran tres meses y se jugaba los domingos en el Cupra Arena...
¿Y luego?
A la primera semana voy y pregunto ' ¿aquí pagan o no pagan?'. Había unos que sí, otro que no... Un descontrol. A mí me daba igual y no cobré. Cero euros. Hasta que llegó un momento en el que nos hacían entrenar tres veces a la semana y dije '¿qué?'. A las nueve de la noche. Y luego surgieron cosillas por ahí para el evento del Camp Nou... Pero lo pasé bien. Lo dejé, entre otras cosas, porque no podía compaginarlo. Ya está.
¿Sigues entrenando y cuidándote?
Hago pádel, partidos de veteranos... Estoy muy activo.
Nunca se pierde la competitividad.
Nunca, nunca. No me gusta perder ni a las cartas. Juego con mi hijo al ajedrez y le quiero ganar. Soy muy competitivo. Pero no hasta el extremo de perder amistades.
También he visto alguna referencia a que tu presente estaba siendo complicado, con ciertas estrecheces, y debo reconocer que me sorprendió. No sé si te apetece aclararlo.
De repente un tío publicó eso, que no sé ni de dónde salió, y ponía una foto que en teoría era mía pero no lo era. Es que no sé ni por qué cojones puso eso. Es que... Pero me encantó, porque toda España me invitaba a su casa a comer. Era la hostia. Si hubiera tenido problemas, yo creo que sería el primero en decir oye 'pues me pasa esto'. Estamos para ayudarnos. Dicen cada cosa...
"De repente un tío publicó que estaba pasándolo mal, que no sé ni de dónde salió. Es que... Pero me encantó. toda España me invitaba a su casa a comer"
Has jugado en grandes clubes y has ganado mucho dinero. ¿Invertiste y lo gestionaste bien?
Siempre insisto: hay que formarse. No puedes llegar ahora a los 35 y decir 'ahora qué hago'. No fastidies tío, que la vida es muy larga. Hay un estudio que dice que el 70 o el 80 por ciento de exjugadores están arruinados. Ésa es la realidad del fútbol. Hay grandeza pero también esto es peligroso. Estudiar es básico. A mí se me cae la baba cuando veo a Puado en los aviones y viajes del Espanyol y veo que se está sacando una carrera. Todos tienen que ser así, que el fútbol se acaba. Aunque ganes mucho dinero. Hay muchos que están arruinados por mala gestión y yo tuve mucha suerte. Gracias a Dios conocí a un asesor que para mí es el mejor del mundo: Paul Gomero. Muchos jugadores de la Selección están con él. Tengo una vida, no para tirar cohetes como la gente se piensa, pero estructurada.
¿En algún momento de tu carrera llegaste a trabajar con psicólogos deportivos?
No, nunca. Mi psicóloga era mi madre.
¿Y eso?
Cuando hacía una cagada brutal y estaba hundido, le llamaba y nunca fallaba. Me animaba esa misma noche. Y esa figura ahora está, afortunadamente, muy incluida dentro del del fútbol. Es muy importante para todo. Da igual la edad. Por si tienes problemas en tu vida, para la retirada o para superar la presión y mejorar el rendimiento. Antes todo el mundo se escandalizaba si ibas al psicólogo. O te decían que estabas loco. Es muy importante y necesario. Te ayuda a estar equilibrado.
¿A qué te gustaría dedicarte en el futuro? Tienes los carnets de entrenador pero no te veo ejercer. No sé si el banquillo te hace tilín.
Como te decía, cuanta más formación tengas mejor. Pero ya ves... A mí me gusta entrenar, sí, pero a nivel profesional y eso es muy difícil. Me gustaría estar dentro de un staff al lado del alguien. Estaría bien, para empezar, fútbol base, con niños. En la élite me veo más como segundo entrenador. De primero, todavía no. Y si fuera en Primera. Con todo mi respeto, en Segunda Federación y todo eso no me veo entrenando.
¿Y eso?
Pues te llegan tíos al vestuario que vienen de trabajar ocho horas y les tienes que estar encima puteando, haciéndoles correr, apretándoles... No me veo. Eso no es justo. Los entrenadores exigen a esta gente como a los profesionales y no puede ser, es inviable e ingrato. Cobrando mil euros, si los cobran, con deudas, que si luego uno no juega... Y suma eso a sus problemas en casa... Que no, que no... Yo no he vivido muchos impagos, pero los he tenido. En el Atlético tuvimos una intervención judicial. No te digo más.
Sí, sí, dime, dime. Vamos la con Selección, que está a las puertas de la Eurocopa y, ya puestos a hablar de banquillos, me tendrás que hablar también de Alonso, Xavi, Raúl…
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*Es que con Jesús Gil tengo muchas... En la segunda parte de esta entrevista, Capdevila narra con su gracia habitual las relaciones con presidentes tan peculiares como Lendoiro, Jesús Gil o Roig, analiza el presente y futuro de la Selección y el de los compañeros de estrella que ahora están triunfando y sufriendo -a partes iguales- como técnicos de equipos grandes.