Ellos escriben, ellas ilustran: la brecha de género en los libros de fútbol
Escritoras, librerías y editoriales barajan una desigualdad múltiple: en la literatura, en el deporte y en la industria.

Érase una vez una mujer escribiendo un libro de fútbol. Este inicio podría pertenecer a una historia de cuento, pero los datos demuestran que, por desgracia, en la mayoría de casos se trataría de un libro de ficción. Mientras que los relatos de muchos hombres que escriben de fútbol se han hecho realidad, la base de datos de libros editados del Ministerio de Cultura y Deporte confirma que entre 2022 y 2023 muy pocas mujeres han sido las protagonistas de esta historia dentro de las editoriales.
La base de datos de libros editados en España ha hablado: solo hay seis firmas distintas de escritoras entre los 102 libros de la materia IBIC "fútbol" y "fútbol infantil/juvenil" entre 2022 y 2023. Siete libros con la presencia de autoras (el 6,86% del total) son los que cambian el curso de las páginas de la literatura de fútbol llena de hombres en este tiempo. Escritoras de fútbol y de deportes hay más, pero dentro de esta denominación, la muestra es reveladora.
Rosario Teva Guillén, Vega T., María Isabel Sánchez Vergara, Marta Ramón Gorina, Alma Marín Berbís y nuestra compañera de Relevo Mayca Jiménez. Las protagonistas femeninas a contracorriente entre las estanterías llenas de libros de hombres se cuentan con los dedos de las manos. Mi diario de fútbol, Mi diario de fútbol femenino, Pelé, El llegat enverinat de Bartomeu, Nosotras y Yo también quiero jugar al fútbol serían unos libros como otros, de no ser porque estos, a diferencia del resto, están escritos íntegramente por mujeres.
ESCRITORAS Y ESCRITORES DE FÚTBOL
Los sesgos, de la historia a las editoriales
"No es casual que a lo largo de la historia las mujeres hayan sido relegadas a un segundo plano a la hora de practicar deporte y más si hablamos de fútbol", comenta Ana Pastor (@Mundadeportiva), autora de Chandaleras. Esta experta, consultora sobre equidad de género y deporte, afirma que "el forzar la no presencia de las mujeres en el fútbol repercute también a la hora de elaborar su propio discurso, tener su propia voz y agencia". Pero no es la única brecha. "Entra en juego valorar la capacidad de una mujer que escribe y habla sobre fútbol y validar su discurso y no cuestionarla solo porque haya sido escrito por una mujer independientemente de su contenido", expone.
LICENCIAS FEDERADAS EN EL DEPORTE
Alzar la voz cuando eres minoría. Ese es el reto al que también se ha enfrentado Alma Marín Berbís, una de las únicas seis autoras de fútbol entre 2022-2023. "Creo que siguen pensando que por ser mujeres no entendemos de igual manera el fútbol, cuando en mi caso nunca he jugado, pero me he formado en la materia". En espacios llenos de hombres, ella subía un escalón en la representación femenina. Hace 20 años fue "la única chica en la sección de deportes" y formó parte del 10% de mujeres en otras redacciones. Pero las cifras no varían con el tiempo. "Hace tres temporadas, como jefa de prensa del Lugo, creo que solo éramos tres en toda la Segunda División". Pastor ve la contraparte de esta realidad: "La falta de presencia nos ha influenciado a la hora de poder escribir sobre este tema".

Esta ausencia se ha trasladado a las librerías: desde libroslowcost.es afirman que, en cinco años, los libros de la materia de deporte en su base de datos escritos por mujeres no superarían el cinco por ciento. "Lo que recibimos es la oferta editorial y en esa oferta ya aparece ese sesgo", de acuerdo a la librería 'Diógenes', aunque dudan de si depende de sus propias elecciones o de una producción más masculina. En esta última causa incide la librería 'Dobledé', aludiendo al "machismo de la sociedad a nivel deportivo y social". "Victor Catalá era mujer [Caterina Albert], porque si ponías tu nombre real en vez del de hombre, no te publicaba nadie. Le pasó también a Mary Shelley, que empezó a publicar Frankestein como anónimo", comentan sus encargados a Relevo.
ESCRITORAS Y JOSÉS ESCRITORES DE FÚTBOL
¿Existe solución por parte de las editoriales? En 'Diógenes' consideran que "puede haber una inercia a publicar libros escritos por hombres y hará falta una atención especial a los libros escritos por mujeres", pero que "cada editorial es un mundo". Uno de esos mundos es 'Galimatazo', y Susana Ramírez, su editora y encargada, procura "trabajar y que haya equilibrio entre hombres y mujeres". "Como editorial tú puedes crear un proyecto, buscar a una autora que trate ese tema y llevarlo a cabo", especifica. Ramírez nos cuenta que en su especialidad, la literatura infantil y juvenil, lo tiene más fácil. Pero la encargada también es consciente de los sesgos ya latentes: "cuando se fomente más el deporte femenino, influirá más en que las autoras muestren eso en su obra". En el caso del fútbol para niños y adolescentes hay dos autoras en un total de 21 libros (9,52%, cifra más susceptible de variar al tratarse de un recuento reducido),
ESCRITORAS Y ESCRITORES DE FÚTBOL INFANTIL / JUVENIL
La editora reitera dos claves: "línea editorial" y "compromiso". "El fútbol tiene muchas caras y las editoriales tienen que ser más atrevidas en ese sentido, lo que se ha dicho hasta ahora ya nos lo sabemos, ¿para cuándo lo nuevo?", comenta Ana Pastor. "Hace falta que las editoriales den el paso de desacralizar al discurso hegemónico sobre fútbol", aclarando que no sea solo por moda o ventajismo. "Creo que deben fijarse en el momento histórico que estamos viviendo", se explaya, ante los ejemplos del furor por las jugadoras de fútbol y la primera colección de cromos de la liga femenina. Marín Berbís también es clara. "Quizás nos sorprendería ver el conocimiento de muchas mujeres, pero para eso debe haber una apuesta detrás, igual que pasa con el fútbol femenino", expresa.

Más ilustradoras que autoras
El libro Yo también quiero jugar al fútbol de nuestra compañera Mayca Jiménez es, junto a Pelé de Sánchez Vergara la unión de las fuerzas de mujeres escritoras e ilustradoras. Pero los hombres también cuentan con ellas. De los 19 libros editados que cuentan con ilustradores, ocho cuentan con mujeres para la ilustración (42,11%). Las cifras son más pequeñas y, por tanto, los porcentajes más caprichosos, pero en este número ya hay más ilustradoras que autoras en los 102 libros editados con y sin ilustraciones firmadas.
¿Por qué para escribir no tanto pero para ilustrar sí? "Es el acceso a ciertas disciplinas y los impedimentos para acceder a otras que te crean válida para esa tarea", comenta Pastor respecto a la diferencia entre escritura e ilustración. "Las traducciones son una profesión también bastante feminizada", matiza la editora Ramírez (tres mujeres de 11 hombres en el caso del fútbol, el 27,27%).
ILUSTRACIÓN Y TRADUCCIÓN EN LIBROS DE FÚTBOL
"Si miramos por ejemplo Bellas Artes o ciclos formativos artísticos hay un amplio porcentaje de mujeres con respecto a los hombres", explica Alicia Caboblanco, ilustradora de "Yo también quiero jugar al fútbol", quien coincide en ciertos roles asignados más a un género: "en el caso concreto de los libros sobre fútbol entiendo que sigue siendo un mundo de hombres, principalmente porque está reservado para ellos a nivel profesional y por un proceso de identificación".

La encargada de 'Galimatazo' abre el melón de la precariedad de estos cargos: en su visión, estos roles estarían más desamparados en términos económicos dependiendo de la editorial. En su caso, toma "el contrato modelo de la Asociación de Traductores", hacia unas buenas prácticas en términos de "derechos de autor", "visibilidad" y "tarifas", que ella sugiere más altas. Lo mismo en el caso de los ilustradores, sin "regatear con el anticipo" en la apuesta por el proyecto aunque suponga un riesgo.
"Los ilustradores somos profesionales solitarios y no tenemos el amparo y la protección que da el grupo, eso nos hace vulnerables frente a las editoriales que son grandes empresas o pequeñas", comenta sobre este punto la ilustradora Caboblanco. "También está el hecho de que se venden más títulos con letras que con dibujos y un escritor, autor total de su obra, tendrá más opciones de ganar más dinero que un ilustrador que muchas veces trabaja por encargo o que en ocasiones hace de comparsa de un escritor", recalca.
Pero colorín colorado, este cuento no se ha acabado. "Poco a poco vamos conociendo a más autoras mujeres", afirma Caboblanco, quien considera cómo tareas producto de esa desigualdad como la "carga familiar" o la incorporación tardía al mundo laboral afectan, y tira de una metáfora: "la escritura es como plantar pistachos, tarda muchos años en dar algún fruto". Pastor cree que serán muchas quienes siembren esa semilla: "por suerte nos quedan por leer muchos libros de fútbol que todavía no se han escrito". Las páginas del libro de la historia de las escritoras en el fútbol marcan un final abierto hacia un futuro con otros desenlaces posibles.