Aitana Bonmatí y Teresa Abelleira acuden al rescate de la Selección para evitar otro disgusto antes de los Juegos Olímpicos
El tanto de la Balón de Oro desatascó a España en un mal inicio de partido. Teresa Abelleira, con un golazo en el 90', se gustó en el regreso a su casa.
Estaba rara. La Selección volvía a presentarse a un partido más espesa que de costumbre. Y ya van tres. Rozó el drama en Tenerife, lo palpó en República Checa y se plantó en Riazor, donde homenajeó a sus centenarias (Alexia, Paredes y Jenni Hermoso), con ganas de desquitarse de las dudas. Esas que, de inicio, afloraron entre imprecisiones, falta de fluidez y ausencia de pegada en el duelo ante Bélgica, su último test antes de los Juegos Olímpicos. Partido decisivo para coger sensaciones. Duelo vital para demostrar que esta Selección gana hasta cuando el cielo no está tan despejado. Por lo pronto, España ya ha cerrado este capítulo en la Eurocopa, con el billete para la fase final en el bolsillo desde hace varios partidos, para centrarse por completo en la cita olímpica.
Con un rival que, a pesar de jugarse el descenso de liga en esta previa europea, sólo tiró a puerta en dos ocasiones durante el primer tiempo, con paradón de Cata Coll en una de ellas, España volvió a coquetear con el drama. Y, una vez más, se sobrepuso a la presión con una jugada maravillosa de Alexia, Olga Carmona y Aitana, que repitió como goleadora y dio cuentas de su buen estado de forma antes de los Juegos Olímpicos. Fue el primero de un duelo que terminó con 2-0 tras un tanto sobre la bocina de Teresa Abelleira.
La celebración del tanto, el 1-0, con rabia, evidenció la importancia de este partido. Denotó la frustración de un equipo que, durante 39 minutos, dominó el partido sin efectividad arriba. Montse Tomé, que alineó a Patri Guijarro por primera vez desde su vuelta, adelantó a Alexia Putellas para dar más libertad a Eva Navarro y España empezó a ahogar a Bélgica con ocasiones de todos los colores.
La propia Eva tuvo un clarísimo mano a mano que no supo matar al filo de la media hora, Athenea lo intentó con un remate al palo y Lucía García protagonizó varias ocasiones a pase de Alexia. La capitana de la Selección fue quien puso un pase entre líneas para que Olga Carmona, con un centro maravilloso, encontrar en las botas de Aitana el primer gol del encuentro. La Balón de Oro y The Best se coló entre la defensa y dejó atrás a su sombra, una Missipo que le había hecho marcaje individual durante el arranque del encuentro.
El gol de la estrella del Barça cambió por completo el guion del partido. La Selección salió después del descanso con otro aire. Al menos, con más decisión en el último tercio. Lucía García protagonizó un disparo al larguero cuando en las gradas de Riazor ya casi se celebraba el segundo. Y, en medio de las olas de un público que dejó un nuevo récord (16.650 espectadores) en el templo coruñés, España siguió dominando y reencontrándose en ataque.
Aunque hubo que esperar a los últimos suspiros para el 2-0, con un final del encuentro en el que pesaron las ideas. No así para su rival, que aprovechó el último tramo para acelerar e intentar dar avisos en el área de La Roja. Se mantuvo firme la defensa española ante tal peligro. Y España cerró el envite con el sabor de la victoria y un golazo de Teresa Abelleira, que regresó a casa con ganas, entre la ovación de su hinchada gallega. Pisando su césped, en el templo que conoce como la palma de su mano, firmó una obra de arte. Marca de la casa. Con un disparo casi desde medio campo imposible de parar.
El triunfo frena las dudas y hace que la Selección viaje a París 2024 con otra cara. Al menos, con la tranquilidad de haber reaccionado a tiempo en este encuentro en Riazor, yendo de menos a más. Una inercia con la que se presenta en los Juegos Olímpicos con el cartel de favorita. Y con las ganas de colgarse el oro.