SELECCIÓN

La ley del silencio ya es historia en la Selección tras un año de su último bandazo comunicativo

España se 'desmuteó' e inició la desescalada tras la crisis de 'Las 15' en abril de 2023. Ahora, La Roja trabaja con mayor normalidad en esta vía.

Montse Tomé, seleccionadora española, y Athenea del Castillo, jugadora, durante un partido de España. /GETTY
Montse Tomé, seleccionadora española, y Athenea del Castillo, jugadora, durante un partido de España. GETTY
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

11 de abril de 2023. España acaba de ganar (3-0) a China en Can Misses. Era su segundo partido consecutivo en el estadio del Ibiza, después de haber ganado días antes a Noruega (4-2). En zona mixta, nadie espera declaraciones de jugadoras españolas. La ley del silencio instaurada desde que estalló el conflicto de 'Las 15' lo impide. Sin embargo, algo hizo clip de ente un partido y otro. Si ante la selección noruega no hubo ni rastro de las jugadoras para atender a los medios más allá de la fijada rueda de prensa, el duelo con el cuadro asiático dejó una sorpresa final.

Alba Redondo y Tere Abelleira aparecieron en los pasillos del templo ibicenco para sorpresa de los pocos periodistas -la falta de atención a medios redujo paulatinamente el despliegue- que esperaban sin esperanzas a que esto ocurriera. La primera pregunta era obligada. Tras muchos meses sin poder hablar con ellas sobre el asunto, la periodista de Relevo, Sandra Sánchez Riquelme, le preguntó sobre cómo se estaba viviendo esta situación en el seno del vestuario de España. "No depende de nosotras... Estamos muy enfocadas en sacar el mejor rendimiento al equipo y todo lo que venga, bienvenido será", respondió.

Era la primera puesta en escena de una jugadora en la Selección -más allá de las rutinarias ruedas de prensa con el entonces seleccionador Jorge Vilda- en medio del huracán de 'Las 15'. No había entrevistas. Nadie hablaba del conflicto que rodeaba entonces a La Roja. Para ese partido ya había vuelto Jenni Hermoso. También Irene Paredes. Dos fuegos apagados a medias, sin brazalete para ellas, que habían sido capitanas hasta que todo saltara por los aires. Sin embargo, aún quedaban piezas bajo la duda. Jugadoras que luego fueron clave en el Mundial como Aitana Bonmatí, MVP de la cita planetaria y posteriormente ganadora del Balón de Oro y el The Best.

Aquellas primeras palabras fueron el símbolo de una desescalada que, con algunos peros por el camino, ha culminado en una atención a medios de comunicación que ahora palpita con más normalidad. Incluso en los momentos más difíciles, tras la dura concentración en Oliva, las jugadoras de España salieron a dar la cara ante los periodistas.

Las capitanas y líderes del vestuario, Alexia Putellas e Irene Paredes, durante las tensas reuniones con la RFEF, en las que intervino hasta el Gobierno -el presidente del CSD, Jose Manuel Francos, estuvo presente-, dieron una rueda de prensa exclusiva para hablar de ello en Gotemburgo. Antes del primer compromiso en la Nations League frente a Suecia.

Y, por si quedaban dudas, una representación de ellas (Alexia Putellas, Irene Paredes, Misa Rodríguez, Athenea del Castillo, Cata Coll y Ona Batlle) citó a los periodistas para una nueva atención en Sevilla, con un gran despliegue de profesionales a los que explicaron en profundidad todas sus quejas. Era la señal de que, en todo lo que pasó con 'Las 15', ellas también habían aprendido a convivir con la tensión mediática. Dieron un paso al frente a la hora de hablar, echaron abajo la barrera del silencio y expusieron públicamente sus motivos, tal y como no ocurrió durante la anterior crisis en el vestuario de La Roja.

Si el vacío comunicativo fue el gran protagonista en aquella ocasión durante meses, tanto en la Selección y como en el grupo de jugadoras que mandaron el email para no ir convocadas en protesta por la falta de mejoras a todos los niveles. El 'Se Acabó' tras estallar el 'Caso Rubiales' supo ver que era necesario desmarcarse de este silencio. Los aficionados necesitaban saber, ver a sus iconos ponerse ante un micrófono para trasladar y explicar a viva voz todo lo que estaba pasando.

Una vez calmada la situación, la Selección volvió a la rutina. Y en ello también entró la prensa, que ha retomado sus hábitos antes de 'Las 15', la crisis que lo detuvo todo. Frenó las carreras de algunas jugadoras y sacudió al fútbol femenino con una batalla comunicativa que, ante el silencio de ellas, fue para la RFEF y el seleccionador, Jorge Vilda. Una figura que había provocado un gran descontento en el vestuario de la Selección tras la Eurocopa por su falta de autocrítica, exigencia, preparación y ambición, entre otros motivos.

Rubiales, que era presidente de la RFEF en aquellos momentos, respaldó al técnico madrileño pese a que las jugadoras les trasladaron su preocupación. Y Vilda se hizo fuerte como líder de la Selección -además de técnico era director deportivo y asambleísta en el ente federativo-. En su afán por controlar el mensaje y seguir manejando los tiempos en el conflicto con sus jugadoras, el exselecciondor cortó el grifo de las declaraciones a los medios de comunicación. Las únicas palabras que salían desde su vestuario eran las estrictamente necesarias en rueda de prensa, con un discurso plano y serias directrices para las jugadoras que aparecían junto a él en la sala de prensa.

Aquel día en Ibiza, hace ahora casi un año, Vilda levantó la mano. La polémica de 'Las 15' se había apagado a nivel mediático, después del citado regreso de Jenni Hermoso e Irene Paredes. Ambas no habían formado parte de este grupo, al igual que Alexia Putellas, lesionada de gravedad, pero respaldaron a sus compañeras en una lucha de la que formaron parte. Y ya había varias futbolistas negociando su regreso a la Selección tras introducirse los primeros cambios.

Doce meses después, la Selección asume en estos instantes su día a día casi sin restricciones en el aspecto comunicativo. Pese a que, tal y como ocurrió en el Mundial, se echa en falta mayor participación en entrevistas y declaraciones de estrellas como Alexia Putellas en el contexto de los partidos, el resto de jugadoras hablan con frecuencia ante los medios de comunicación.

Jenni Hermoso rompió su silencio en Sevilla

Hasta Jenni Hermoso rompió el hielo en Sevilla tras haber estado más apartada por el terremoto Rubiales. La delantera madrileña salió en la rueda de prensa previa a la final y, tras el encuentro ante Francia, en zona mixta. "Me dedico el gol y el triunfo a mí misma. He trabajado mucho tanto física como mentalmente para disputar un partido de alto nivel. Me lo dedico... He gritado mucho cuando he marcado. Vuelvo a soltar muchas emociones", confesó tras meses complicados, en medio de un delicado momento personal del que había salido más fuerte.

Todo esto no es nuevo. Ya en el Mundial se abrieron las puertas a los medios en el día a día del equipo. A pesar de ello, el control de Jorge Vilda no cesó y el técnico monitorizaba cada movimiento en este sentido. No obstante, la actividad comunicativa fue de menos a más para llegar a la actual concentración con deseos de máxima normalidad. En este parón, como en los anteriores, las entrevistas tiene un tic verde para todos los que siguen habitualmente al equipo.

 

Por otro lado, varias jugadoras salieron a zona mixta. En Lovaina fueron tres de las goleadoras frente a Bélgica. Salma Paralluelo, con un hat-trick, Esther González y Sheila García las que aparecieron en los micrófonos para responder todo tipo de preguntas. Además, habló Montse Tomé en rueda de prensa. La seleccionadora ha querido liberar en este sentido a sus jugadoras. 

Ella misma fue la primera en quitarse ataduras y miedos en los momentos de mayor presión sobre su figura. Atendió en una entrevista a Relevo por primera vez como seleccionadora y se citó después con el resto de medios. A ello se sumó que la seleccionadora se concienció pronto de la importancia de cuidar el aspecto comunicativo. Tras su polémica y primera rueda de prensa, Tomé ha trabajado en ello con los expertos de la RFEF para mejorar su puesta en escena.

El avance comunicativo de Montse Tomé

Y lo cierto es que la entrenadora asturiana ha avanzado mucho en esta vía. Se muestra más liberada en ruedas de prensa, en las que ha conseguido desquitarse de los nervios para controlar mejor los tiempos y contestar cualquier pregunta. "No lo ponéis fácil", confesó entre bromas en la Nations League. 

Ni siquiera las más comprometidas, como la reciente pregunta en la que se le cuestionó sobre cómo está viviendo el terremoto en la RFEF y el 'Caso Rubiales'. Tomé respondió con tranquilidad y dejó un guiño a su equipo: "No he visto a nadie hablar de ello y eso me gusta porque está todo el mundo centrado en el partido". Al tiempo, se desmarcó de los problemas institucionales en el ente federativos. "No me dicen nada y tampoco lo pregunto", expuso con cercanía.

La dinámica se extiende en su equipo con un mayor aperturismo que representa el último bandazo comunicativo de España. La Roja ya camina con normalidad en una atención a medios que escaseó en los meses más delicados de 'Las 15'. Un conflicto del que aún no se ha pasado página. Falta el 'ok' de varias jugadoras a las que la situación de la RFEF no convence. Mientras, en la Selección vuelven a tener normalidad en su flujo informativo, con mayor aperturismo y dejando atrás los meses más silenciosos de la historia de este equipo.