Las tácticas de Rüdiger para sacar de quicio al rival: "A mí me insultó y pensé: '¿Qué le pasa?"

Cada partido es una oportunidad para ver algún gesto nuevo de Rüdiger. Desde sus carreras abriendo mucho las piernas hasta sus disparos desde fuera del área, pasando por los golpes a sus compañeros o los marcajes férreos a los delanteros. Sus locuras ya son famosas. Él a sí mismo se define como un 'loco', en el buen sentido, pero sus compañeros no dejan de alucinar. A sus 31 años, Rüdiger no sólo es uno de los mejores defensas del mundo: es, para muchos, el mejor central de esta temporada. Tras haber ganado un triplete con el Real Madrid, busca la gloria con la selección de Alemania en una Eurocopa donde son locales.

El siguiente rival, en cuartos de final, es España. La España de Álvaro Morata, entre otros, con el que coincidió en su etapa en el Chelsea. Si ambos son titulares este viernes (18:00 horas), y todo hace indicar que sí, volverán a verse las caras en el césped después de lo que ha sucedido en este curso entre Real Madrid y Atlético.

Porque para entender la vinculación entre Rüdiger y Morata hay que irse hasta el verano de 2017, cuando ambos coincidieron en la plantilla del Chelsea. Durante un año y medio fueron compañeros y amigos en el club de Londres, y no son pocas las imágenes de complicidad que existen de aquellos días: viajes en coche, entrenamientos juntos, selfies en el vestuario...

Sin embargo, ahora las cosas han cambiado porque son rivales tanto en clubes como en selecciones. En el partido de la Supercopa de España que enfrentó a Real Madrid y Atlético, el alemán pellizcó el pezón de Morata durante una discusión, algo que no gustó al futbolista español. Un año antes, sin ir más lejos, Rüdiger supo forzar la roja a Ángel Correa cuando éste le propinó un codazo, aunque los colchoneros protestaron por lo que pensaban que era una exageración.

Su intensidad sobre el césped no es cómoda para los rivales. Algunos, de hecho, lo temen. En el podcast "Einfach mal Luppen" que Toni Kroos emite junto a su hermano Felix, hablaron sobre el nivel de Rüdiger... y sobre todo lo que es capaz de hacer. "Si preguntas a los delanteros, muchos dicen que no les gusta jugar contra él. Lo entiendo, porque en un duelo con Rüdiger a veces las cosas pueden salir mal. Es un gran tipo a su manera", explicó Toni Kroos.

El alemán, con el que comparte vestuario en la selección, definió la actitud de Rüdiger como "odio positivo" hacia sus rivales. Esto significa, según explicó el propio Kroos, una fuerte voluntad de ganar y una pasión elogiable por la defensa de su portería.

En ese momento, Felix Kroos aprovechó para contar una anécdota que vivió cuando era futbolista del Werder Bremen y tuvo que enfrentarse a un Rüdiger que aún formaba parte del Stuttgart. Así lo cuenta el menor de los Kroos: "Ni siquiera habían sacado el córner cuando me insultó. Acababa de llegar, todavía no podría haberle hecho nada", recuerda. Y finaliza: "En ese momento pensé: ¿Qué le pasa? Pero echando la vista hacia atrás, creo que es genial", sentencia sobre la actitud de Rüdiger.

Contra España, a dos partidos de la final, Rüdiger tiene otra opción para seguir confirmándose como uno de los defensas del año. En el Real Madrid también alucinan con su actitud: pellizcos, sonidos raros y mucha actitud. Un día entrenando al lado del alemán es una experiencia. Y jugando, más. Que se lo digan a Haaland, por ejemplo, o a Kane. Cualquiera que se interponga en su camino. El siguiente será Álvaro Morata, delantero de España, que conoce su versión amigo... y enemigo.