EUROCOPA | ESPAÑA - GEORGIA

El antídoto de Georgia a Nico Williams aprendió español en tres meses y lo descubrió un vecino de Rafa Nadal

Kakabadze jugó en Nàstic y Tenerife, y llegó a Tarragona gracias a Xisco Muñoz, de Manacor y mejor jugador de la liga georgina en 2014.

Kakabadze, en uno de los moMentos de partido ante Portugal. /GETTY
Kakabadze, en uno de los moMentos de partido ante Portugal. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Düsseldorf (Alemania).- En la retransmisión esta noche de Televivión Española del España-Georgia, uno de los nombres más repetidos por Juan Carlos Rivero será el de Kakabadze. 'Kaka', sin acento en la última 'a' como el brasileño, para sus amigos y compañeros, quien ocupará la posición de carrilero derecho y se las tendrá que ver que uno de los futbolistas que se ha convertido en la sensación del torneo. Nico Williams, un puñal ante Italia, el futbolista más desequilibrante de la Selección española, tendrá un hueso duro de roer con experiencia en la Liga y con una historia también repleta de casualidades que le llevaron a España.

Todo comienza con Xisco Muñoz, ex jugador del Valencia, ganador de la Liga, la UEFA y la Supercopa con Rafa Benítez, vecino de Rafa Nadal en Manacor, quien en 2016 formaba parte de la dirección deportiva del Nàstic de Tarragona. La carrera de Muñoz dio tantas vueltas como una peonza y lo llevó tres años a Georgia, donde se convirtió en uno de los jugadores más destacados de un campeonato que se abrió a España, no solo por la presencia de técnicos como Andrés Carrasco o Álex Garcia, sino con jugadores como Xisco.

El delantero marcó 77 goles y dio 33 asistencias, consiguió dos Ligas y dos Copas en la campaña 2013-14 fue elegido en el mejor futbolista del campeonato. Y eso le llevó a fijarse en algunos jugadores, como Kakabadze, otro de los niños que captaron de jóvenes en la recién impulsada por Carrasco academia del Dinamo Tbilisi. Así, en 2016, el Nàstic de Tarragona llamó a la puerta del futbolista.

"El fichaje se gestionó porque primero hicimos una apuesta por el centrocampista Giorgi Aburjania y nos salió muy bien. Estábamos buscando un lateral derecho y no encontrábamos ese perfil en España. Xisco Muñoz trabajaba conmigo, tuvo de compañero a Kakabadze y tenía buenos informes. Quedaba libre y apostamos por él". Y 'Kaka' llegó a Tarragona. "Al principio le costó por el idioma, pero realmente en tres meses aprendió a hablar español. Hay gente que tiene una facilidad", recuerda uno de los entrenadores que lo tuvo en el equipo que, por aquel entonces, militaba en Segunda División.

"Era una persona excepcional... y lo traspasamos por una cifra..."

"Era un chico humilde, sencillo y tímido. Un gran profesional, un crack con el idioma", comentó Emilio Viqueira, el director deportivo del Nàstic en aquella época. "Era una persona excepcional, muy trabajador y fue uno de los más destacados. Los traspasamos por una cifra importante", apunta Lluís Fàbregas, director general del Nàstic, aún triste por todo lo que aconteció con su no ascenso a Segunda. Pero esa venta de la que habla, por 500.000 euros al FC Lucerna, ocurrió después.

Kakabadze apenas jugó seis partidos en el Nàstic y se marchó cedido al Esbjerg F. Boldklubber danés, pero en la segunda temporada se convirtió en uno de los puntales del equipo al disputar 36 encuentros. "Es un lateral con recorrido, llega cómodo a la zona de centro, pero ante España estará replegado. Jugó mucho tiempo siendo carrilero. Va muy bien de cabeza para ser lateral", insiste el que fuera su entrenador. Viqueira cree que Nico Williams tendrá que estar muy fino porque Kakabdze era el típico jugador que se crecía en los momentos importantes: "Ha mejorado mucho defensivamente y ha mejorado su físico, es más fiable. Tiene delante un buen desafío, pero cuando está concentrado es un jugador difícil de superar. Será un bonito duelo".

Después de su paso por el Nàstic, Kakabadze, fue traspado al Lucerna por 500.000 euros, donde jugó la previa de la Europa League y quedó eliminado ante el Espanyol, y de ahí recaló después en el Tenerife, donde jugó 16 partidos y no acabó de cuajar, por lo que se marchó a Cracovia, donde sigue militando actualmente y recientemente renovó hasta 2027. "Era una persona muy aplicada, se le veía que quería mejorar cada día y ahí está el resultado. Era un profesional de los pies a la cabeza... era un tío de lo más normal", comentó Cristian Lobato, compañero suyo en España.

Protegido con una defensa de cinco, el lateral georgiano tendrá ayudas para frenar uno de los peligros de España. Ante Portugal pudo contener a Joao Félix cuando caía por ese costado, y después le dio salida y vuelo al equipo por ese costado. Esta noche es otra historia...