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Bolo Zenden desempolva el Barcelona de los holandeses y se revuelve contra su apodo: "Todo fue culpa de la prensa"

El extremo atiende a Relevo para recordar su trayectoria y su pasado por el Barcelona.

Bolo Zenden atiende a Relevo para valorar su trayectoria. /AP
Bolo Zenden atiende a Relevo para valorar su trayectoria. AP
Diego Otero Fontán

Diego Otero Fontán

Boudewijn Zenden (47 años), mejor conocido como Bolo Zenden, disfruta de la vida tras su retirada, aunque siempre tiene el fútbol en mente. Además de ser analista en televisión, el neerlandés sigue entrenando tras una primera etapa como asistente de Rafa Benítez en el Chelsea, mientras maneja negocios familiares y cuida de sus dos hijos.

Pero antes de todo esto, Zenden tuvo una longeva carrera que le llevó por Países Bajos, España e Inglaterra. Recordado es, sobre todo, su paso por el Barcelona, donde nunca pudo copar las expectativas de la afición y se ganó el apodo de 'Zentren'. Asimismo, Bolo también tuvo una importante carrera internacional con su país. Fueron 54 partidos y siete goles con la Orange y participó en dos Eurocopas y el Mundial de 1998 con tantos importantes como ante Francia en la Euro del 2000 o un gol insuficiente ante Croacia en la batalla por el tercer puesto de la Copa del Mundo celebrada en el país galo. El holandés, nacido en Maastricht, atiende a Relevo para repasar sus inicios, trayectoria y sus proyectos hoy en día.

En primer lugar, ¿cómo te definirías como jugador y como persona?

Como jugador me imagino que normalmente es otra gente la que habla de ti y te define. Yo fui polivalente y bastante profesional. Jugador ofensivo que cuando debutas tienes menos idea del conjunto y del sistema porque estás más ocupado con tu propio juego. Poco a poco, con la experiencia, tienes más visión sobre el fútbol en general. Como persona sería algo similar. Muy profesional y tranquilo. Además, siempre me ha gustado pasar el tiempo libre con mi familia.

Te crías en Maastricht. ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia y cómo comienza esa pasión por el fútbol? ¿Cuáles eran tus ídolos?

Mi pasión por el fútbol comenzó desde que era muy pequeño. Siempre estaba con el balón y pronto jugué en el equipo amateur de la zona. Con 13 años entré en la cantera del PSV y la mayoría de mi educación futbolística fue en Eindhoven. Cuando era muy joven era un fanático general del fútbol, pero cuando entras en una cantera comienzas a experimentar mayor simpatía por ese equipo. De pequeño me fijaba en Gullit, Maradona, Van Basten e incluso Rijkaard y siempre seguía sus partidos. Además, la calidad obvia de Cruyff.

Bolo Zenden durante las semifinales del Mundial 1998.  AP
Bolo Zenden durante las semifinales del Mundial 1998. AP

Después de varios años en la formación del PSV debutas con el primer equipo. ¿Cómo es para un chico tan joven lograr este hito?

Tenía 17 años. Aún estaba en el colegio y desde el club me dijeron que comenzara mi carrera profesional. Eso implicaba que la semana siguiente comenzaría a entrenar siempre con el primer equipo. Yo estaba encantado, pero mis padres no me dejaron porque querían que terminase el instituto para, luego, poder entrenar con el primer equipo. Tenía muchísima prisa para obtener mi diploma y poder entrenar con el primer equipo. Después ya debutaría en partido oficial.

¿No era demasiado extraño ir a clase sabiendo que estabas cerca de ser un jugador profesional?

No era tan espectacular como Lamine Yamal y lo que está haciendo con el Barcelona y España cuando está en el colegio. Aún así, fue similar, aunque no se debe comparar. Es cierto que estabas jugando con el primer equipo, pero al día siguiente estabas en clase y eras uno más. Mis compañeros nunca me pedían camisetas ni nada porque en verano fue cuando empecé a entrenar con ellos y ya no estaba en clases.

Teníais un gran grupo, pero la competencia con el Ajax era feroz. Incluso ganaron una Champions League

Siempre ha existido esa competencia, pero esos años era mayor. Hacíamos temporadas con las que ganaríamos la liga siempre, pero ese Ajax nos superaba. Ganaron la Champions también. Eran el mejor equipo de Europa. Podías competir, pero tuvimos mala suerte de encontrarnos con aquel equipo.

"Debuté cuando estaba en el colegio. No fue tan espectacular como Lamine Yamal, pero fue similar"

Bolo Zenden

En Eindhoven coincides con uno de los mejores de la historia como es Ronaldo Nazario. ¿Qué recuerdas del brasileño como compañero?

Ronaldo y yo somos del mismo año de nacimiento. Yo subí de los juveniles, donde fui máximo goleador, y en cambio Ronaldo venía de ganar la Copa del Mundo en 1994. Había un poquito de diferencia (risas). Tengo una gran relación con él tanto dentro como fuera del campo. En el campo era yo quien ponía los centros y Ronaldo quien los remataba.

Era un fenómeno en todos los aspectos. Lo pasé muy bien y tengo grandes recuerdos con Ronaldo. En ese momento tenías una forma de golpear a la pelota que en Holanda lo llamábamos elevador (folha seca). Nosotros practicamos ese disparo en el entrenamiento y se acerca a preguntarnos qué estábamos haciendo. Le explicamos y tiró tres veces perfecto ese disparo y suelta pa' casa. También recuerdo el primer partido europeo de esa temporada en Leverkusen, que llegó y hace un hat-trick como si nada.

También juegas, tanto en PSV como en la Selección, con Jaap Stam. ¿Daba tanto miedo como parecía?

Con Jaap tenía una gran relación y era un ganador. Por otro lado, sí, daba bastante miedo. Recuerdo un entrenamiento que jugó de lateral y me tocó encararlo. Estaba deseando que lo sacaran de ahí y lo pusieran de central porque era un bestia, un tanque. Pensaba en cuánto tiempo faltaba para que volviese el lateral titular porque estaba lesionado. A pesar de eso, Jaap era un crack como persona y también compartimos habitación en la selección en el Mundial del 1998.

Debutas con Países Bajos el 30 de abril de 1997. ¿Qué se siente al tener la oportunidad de representar a tu país? ¿Qué recuerdos guardas de aquella tarde?

El tema es que cuando eres joven tienes ese sueño de debutar con la Selección. Fui convocado y jugamos contra Islandia y ganamos 6-0. Di tres asistencias y un disparo al larguero. Fue algo único. Además, el entrenador era Rjikaard. Una persona muy humilde. Tener un entrenador de tal calibre, que era uno de mis ídolos, es algo especial y tener una gran relación con él mucho más.

"No pasó nada en Barcelona. Jugaba por banda y tenía por delante a Rivaldo, que era el mejor del mundo"

Bolo Zenden

Disputas dos Eurocopas y un Mundial, llegando en todos los torneos a las semifinales. ¿Cómo fueron esos torneos? ¿Por qué creéis que nunca alcanzasteis esa final?

Lograr debutar es algo especial y el Mundial 98 también porque teníamos plantilla para ganarlo. Y ser titular en la semifinal contra Brasil, contra mi amigo Ronaldo, fue muy especial. Además, tuve la oportunidad de marcar un gol en el torneo más importante para un jugador. No fue suficiente para lograr el tercer puesto. En el 2000 también teníamos equipo para llegar a la final. Me quedo con la espina de haber disputado tres torneos internacionales y llegar a tres semifinales.

Faltaron un montón de cosas. Los partidos se deciden por detalles y necesitas un poco de suerte para llegar. También se puede decir que tuvo algo que ver con la calidad. Nos faltaron varios detalles para llegar a esa final.

Ese mismo verano fichas por el Barça, aunque no tuviste el rendimiento que habías mostrado en el PSV. ¿Por qué ocurrió?

Tenía dos opciones sobre la mesa: Barcelona e Inter de Milán. Finalmente, elegí fichar por el Barça. Fiché justo durante el Mundial. Respecto a mi rendimiento, no pasó nada. Jugaba por banda y en aquel equipo estaba Rivaldo, un jugador de calidad mundial que ganó el Balón de Oro, y jugaba en mi puesto. No fue fácil, pero jugué mis partidos y fui parte de un equipo que ganó la Liga.

Bolo junto a otro de los holandeses de aquellos años, Patrick Kluivert.  EFE
Bolo junto a otro de los holandeses de aquellos años, Patrick Kluivert. EFE

Había un núcleo importante de neerlandeses cuando llegas al equipo. ¿Pudo afectar eso a la adaptación de algunos y al Barça en aquellos años que fueron convulsos?

Cuando llegué había cinco holandeses, que parecía suficiente, pero acabamos siendo ocho. Ganamos un partido y no había problemas, pero en cuanto perdías uno la gente tiene su opinión sobre el gasto del club, que es lógico. No tuvimos problemas de adaptación. Yo aprendí a hablar español y estaba perfectamente integrado en el club.

Si te tuviese que quedar con un momento de tu etapa en Barcelona, ¿cuál sería?

El mejor momento fue ganar la Liga y hacer una rúa con la afición. Te queda siempre en la mente. Otro gran momento fue la remontada contra el Chelsea. El estadio estuvo fantástico y los aficionados formaron un ambiente y logramos ganar 5-1 en una noche mágica en el Camp Nou.

Por otro lado, fue la mejor ciudad en la que estuve. Por todo. Por el club, la montaña, la playa y se come muy bien. También la gente está menos por la calle. Recuerdo que me encantaban las pochas y también el jamón y los percebes. La primera vez que probé los percebes fue en el cumpleaños de uno de los jugadores que llevaron tanto eso como jamón. Fueron Luis Enrique y Abelardo y comimos espectacular

Recibiste alguna crítica por tu juego. E incluso, se te colgó un apodo: 'Zentren'.

Llegamos a unas semifinales de Champions y quedamos segundos en liga, pero ya sabes que en el Barcelona las semifinales no cuentan. El tema de 'Zentren' fue culpa de la prensa. Estaba entrenando haciendo un ejercicio de centros y me pusieron ese apodo en una noticia porque, únicamente, estaba centrando. Eso se quedó, pero no tenía nada que ver conmigo. No le daba tampoco muchas vueltas.

"El tema de 'Zentren' fue culpa de la prensa. Me pusieron ese apodo simplemente porque estaba entrenando"

Bolo Zenden

Tras salir del Barcelona, viajas a Inglaterra donde disputas la final de Champions del 2007 con el Liverpool ¿Cuánto de duro fue perder aquel partido?

Fue una final y se juegan para ganarlas. Perder una te deja un sabor amargo. Si pierdes en semifinales tienes un sentimiento más positivo porque no aconsejo a nadie perder una final. Jugamos en Atenas y no nos gustaba que hubiese una pista de atletismo porque alejaba mucho a los aficionados del campo. El Milán se fue 1-0 al descanso con un gol de fortuna en una falta. El segundo fue un gran gol. Conseguimos recortar distancia, pero quedaba muy poco tiempo para repetir el milagro de 2005.

Tras muchos años como profesional, ¿en qué momento tomas la decisión de poner fin a tu carrera?

Fue complicado, pero no tomé la decisión. Podía firmar por el Sunderland, pero quería ver si me salía alguna otra opción. Quería elegir un buen sitio y estuve entrenando un año solo. Estaba bien físicamente. De repente Benítez me llamó para ser su asistente en el Chelsea, pero no estaba seguro. Me llamó y me dijo 'Mañana empezamos en el Chelsea'. No fue una decisión propia sino que surgió la opción de entrenar que me llamaba la atención.

Para terminar, ¿cuál es la vida de Bolo Zenden después de la retirada?

Todavía soy entrenador y soy analista en la televisión. También tengo mis negocios. Lo que más destaco es que soy una persona familiar. Tengo dos hijos que requieren de mi atención. En Holanda desde hace 55 años tenemos un gimnasio familiar con un hotel. Estoy bastante ocupado. En cuanto al fútbol juegan mis dos hijos. El mayor a nivel amateur y el más pequeño en el PSV. No le voy a meter presión, sólo quiero que se divierta y ya se verá lo que pasa. Es una etapa muy larga con muchas dificultades. Ya veremos.