La cabezonería de Southgate acaba con final feliz para Luke Shaw: "Tengo mucho que agradecer"

Gareth Southgate tuvo paciencia. Aguardó. Confió en los plazos. En un vestuario hay valores que están muy por encima de una gran actuación. Luke Shaw es titular en la gran final ante España, pese a que lo más lógico hubiera sido que viera la final desde su país natal. Le acompañarán Pickford, Guehi, Stones, Walker y Saka atrás; con Mainoo y Rice por delante, Bellingham, Foden y Harry Kane. El jugador del Manchester United estaba lesionado, pero no tocado, no. Lesionado. Lesionado como para perderse varios partidos e incluso dejando la duda de si podría en algún momento recuperar el nivel competitivo suficiente como para estar al mismo ritmo que el resto de sus compañeros.

Por ejemplo, Frenkie de Jong se cayó al no tener claro Koeman que pudiera estar disponible para disputar la fase de grupos. Era un riesgo demasiado elevado contar con un jugador que estaba, pero no estaba. Southgate apostó por Luke Shaw en una decisión que podía generar dudas, unidas al carrusel de críticas que ha recibido por el pobre fútbol de Inglaterra y el poco rédito que ha logrado sacar de estrellas mundiales como Phil Foden.

El seleccionador inglés consideraba a Luke Shaw un futbolista imprescindible en la convocatoria, más con la caída por lesión de Ben Chilwell. Un zurdo en banda izquierda, probablemente el punto débil del equipo hasta que pudo recuperarse. En su lugar ha ido entrando Kieran Trippier, un lateral derecho que ha sobrevivido a las circunstancias. Incluso Southgate cambió el esquema metiendo tres centrales y a Saka y el mencionado jugador en los carriles.

Sin embargo, el plan se torció cuando Shaw no se recuperaba. Las observaciones de los médicos apuntaban a que podría estar para la segunda jornada de la fase de grupos, pero se cayó de los dos primeros encuentros y no pudo ejercitarse con el grupo hasta el día previo a la tercera cita de la competición. Aun así, Southgate anunció que aún no estaba disponible y que en el mejor de los casos llegaría a los octavos de final.

¿Cómo se apuesta por un jugador casi como única opción para el lateral izquierdo si no iba a poder jugar mínimo hasta las eliminatorias? La lógica marca que se debería haber buceado en el fútbol inglés para encontrar alternativas de garantías. La cabezonería de Southgate le ha acabado dando la razón. Tras un torneo intempestivo, Luke Shaw es titular en la gran final de la Eurocopa. Llega en el momento perfecto para intentar frenar a Lamine Yamal.

Lo hace, eso sí, sin demasiado ritmo de juego. Jugó 42 minutos frente a Suiza y 45 frente a Países Bajos. En la semifinal, de hecho, Southgate no confió en él como titular, probablemente porque no le vio suficientemente a tono. Sin embargo, con el resultado adverso y después las dudas de sus jugadores, pasó al 'Plan A' y Shaw se erigió como un muro infranqueable.

Además de su valor como futbolista sobre el césped, Luke Shaw también se encargó de comparecer en la previa del partido ante Países Bajos. "Fue duro ir a los partidos y no poder ponerme la camiseta", relató. Y añadió: "Sentir la atmósfera sin poder participar... Me motivó más para trabajar. El ambiente de esos encuentros también me motivó. Me sorprendió un poco ser el único lateral izquierdo convocado, pero hay que tener en cuenta lo bueno que puede ser Trippier como lateral izquierdo".

Quiso detallar también su proceso de recuperación y un agradecimiento con Southgate: "Antes de que se anunciara el equipo teníamos un plan de recuperación. Era para volver en el segundo o en el tercer partido, pero desafortunadamente las cosas no salieron como estaba previsto y me retrasé un partido o dos. Es duro, por supuesto. Estuvieron ahí para ayudarme, no solo Southgate, también el personal médico. Tengo mucho que agradecerles".

Es el broche a una historia peculiar. Pudo resultar temeraria, arriesgada, difícil de entender, pero ha acabado resultando satisfactoria. Luke Shaw es titular en el día D. Una oportunidad que jamás habría llegado si no hubieran confiado ciegamente en él, pese a que ahí fuera todo iba en contra.