Un encontronazo en el entrenamiento manifiesta que hay 'caso Camavinga' en Francia

El aroma que se respira en torno a la concentración francesa en Paderborn es enrarecido. Francia no ha brillado en este comienzo de la Eurocopa y su último empate frente a Polonia le ha condenado al lado más complicado del grupo. Para llegar a una hipotética final debería medirse a Bélgica, Portugal, Alemania o España. Casi nada.

Uno de los jugadores en el foco es Eduardo Camavinga (21 años). El centrocampista del Real Madrid, clave para Ancelotti tanto como titular como partiendo desde el banquillo, es una de las últimas opciones de Didier Deschamps para el centro del campo. Este jueves en Paderborn se ha vivido un momento tenso entre ambos con una charla de casi un minuto donde el seleccionador parecía recriminar algo a Camavinga. El míster mantenía una cara muy seria, mientras que el joven jugador parecía no comprender nada.

Las quejas de Deschamps iban dirigidas hacia las botas del centrocampista. Camavinga salió desde el banquillo ante Polonia la última media hora del choque. Lejos de su nivel habitual y sin su característica energía, el actual campeón de la Champions League seleccionó mal sus tacos y sufrió varios resbalones durante el partido. Esta situación, según ha señalado L'Équipe, originó un grave enfado del entrenador en el vestuario tras el partido.

Un enfado que se ha prolongado durante este jueves en Paderborn con la conversación mencionada anteriormente. Está claro que Eduardo Camavinga no es del gusto total del seleccionador galo. En esta Eurocopa únicamente ha disputado 60 minutos repartidos en dos encuentros (Austria y Polonia). Por su parte, frente a Países Bajos, el teórico rival más complicado del grupo, se quedó todo el partido sentado en el banquillo.

Uno de los principales motivos de las suplencias de Camavinga es el regreso de N'Golo Kanté a 'Les Bleus'. El exjugador del Chelsea, uno de los miembros de la vieja guardia de Deschamps, es indispensable en las alineaciones de Francia. Además, sus características, basadas en un despliegue físico constante que le hace recorrer numerosos kilómetros durante los partidos, no casan con las de Camavinga. Dos MVP también le avalan.

Deschamps ve carencias en el juego posicional del centrocampista del Real Madrid. Entiende que su juego no se adapta al sistema que exige el seleccionador y su ímpetu, desmedido en ocasiones, genera un desequilibrio que detesta el entrenador francés. Parece que la situación de Camavinga con Francia no cambiará mientras Deschamps esté en el banquillo y tiene complicado contar con muchos minutos de cara a lo que resta de competición.