Advierten a Kylian Mbappé sobre el vía crucis que le espera con la máscara: "Es un coñazo"

Kylian Mbappé (25 años), tras todo tipo de informaciones sobre si iba a perderse algún encuentro por la fractura en su nariz, finalmente podría disputar el partido contra Países Bajos. Tras el choque sufrido con Kevin Danso en el partido ante Austria, Deschamps confirmó en la previa su intención de que el delantero del Real Madrid esté presente. "Todo va en la dirección correcta, ayer pudo salir y hacer algo de entreno como hará esta tarde, las cosas van en la dirección correcta para que pueda estar disponible".

Como si de Spiderman o Batman se tratase, Mbappé lució este jueves una máscara de fibra de carbono para proteger su nariz. Un accesorio habitual en el mundo del fútbol puesto que numerosos jugadores han portado alguna como Rüdiger, Azpilicueta o Araujo. Una imagen que rápidamente se viralizó en redes sociales. Mbappé, apodado como 'Donatello' en el PSG aunque no fuese de su gusto, apareció con la bandera francesa cubriendo la máscara.

Mbappé trasmitía poca comodidad con ella puesta. Constantemente la estaba tocando, poco habituado a su molestia y tuvo que ser ajustada en varias ocasiones por parte del equipo médico francés. Pero, ¿cómo es realmente para un futbolista utilizar dichos accesorios faciales? Para conocer de primera mano la sensación, Carles Planas, exjugador de Barcelona, Celta y Girona, ha atendido a Relevo para contar su experiencia.

El lateral izquierdo catalán sufrió en noviembre de 2017 una fractura de la parte derecha de los huesos nasales. Una experiencia dolorosa que le apartó varias semanas de los terrenos de juego. "Dos o tres semanas en las que no pude entrenar. El dolor en la zona es insoportable", explicó Planas.

Una lesión que provocó que tuviese que utilizar una máscara durante varias semanas. Dicha protección fue un dolor de cabeza, nunca mejor dicho, para Carles Planas que cuenta su experiencia al entrenar y jugar con un extra añadido. "Llevar la máscara es un coñazo. Es muy incómodo y reduce muchísimo la visibilidad al jugar".

Por otro lado, la máscara protege al futbolista hasta "cierto punto" porque un mínimo choque o balonazo, al impactar contra el rostro, origina un fuerte dolor. Por experiencia propia, y también de otros compañeros, jugar en estas circunstancias no es cómodo para ningún futbolista. "La única opción es jugar infiltrado, pero tendrá que soportar muchísimo dolor igualmente", señala el catalán.

El rendimiento de Mbappé también es foco de duda por parte de los aficionados franceses. Carles Planas indica que el juego del capitán de 'Les Bleus' se verá "afectado", aunque con Kylian nunca se sabe. Después del susto que enmudeció a toda Francia, el capitán galo no se perderá ningún encuentro en la competición.

El internacional francés quiso homenajear a su país con los colores de la bandera: el azul, el blanco y el rojo, junto al escudo de su equipación. Y, como cierre, sus dos iniciales, la K y la M. Una protección cargada de glamour... que no podrá utilizar en el partido ante Países Bajos.

UEFA recoge en un documento de su página web el reglamento específico para las equipaciones de los equipos y ahí matizan todo tipo de circunstancias sobre cada prenda que pueda llevar un futbolista. En el último apartado del artículo 42, el organismo europeo matiza que los equipos médicos que se necesiten, como una protección para la cabeza, una escayola, rodilleras, coderas o, como Mbappé, una máscara deben de ser de un color único. Sea cual sea el diseño, el héroe de esta Eurocopa está presente.