Dani Olmo vacía su depósito para devolver a De la Fuente su lealtad... y acaba tocado

A partir del minuto 50 del España-Noruega del sábado en La Rosaleda, Dani Olmo (autor del primer gol) tenía un ojo puesto en el césped y el otro… en el banquillo. El jugador del Leipzig se había lesionado muscularmente el pasado 28 de enero con su club, con un pronóstico de seis semanas de ausencia, y tras reaparecer apenas había disputado tres partidos, con un tope de 19 minutos ante el Bochum el 18 de marzo. Ahora, se ha caído del entrenamiento por una sobrecarga y apunta a ser uno de los descartes del duelo ante Escocia.

Sus sensaciones en los entrenamientos de la pasada semana fueron excelentes, de ahí que De la Fuente apostase por él, pero saber cómo iba a responder su cuerpo después de tanto tiempo era una incógnita. En la segunda parte Olmo comenzó a notar que su musculatura le avisaba, la reserva se había encendido y el riesgo de lesión aumentaba. Por eso en el minuto 67 el seleccionador le sustituyó por Yeremy.

Igual que pasó en el Mundial, al que llegó justo por una lesión de rodilla, desde que sufrió este percance en enero su obsesión fue estar disponible en este parón de selecciones. La elección de Luis de la Fuente como técnico es algo especial para el catalán, porque fue el primer entrenador en la Federación que apostó fuerte por él. En 2019, cuando era un semidesconocido en el Dinamo Zagreb, le convocó para la Eurocopa Sub-21 a pesar de que no era su generación (es del 98 y fue con los del 96). Además, en el segundo partido le dio la titularidad y ya no salió del once, hasta el punto de ser nombrado MVP de la final.

Aquel torneo le cambió la vida, comenzó a despertar el interés de todos los grandes de Europa y unos meses más tarde dejó Croacia para fichar por el Leipzig. Desde entonces se creó una conexión entre técnico y jugador que se ha mantenido en el tiempo, porque Olmo tuvo en 2021 otro gesto que De la Fuente no olvida.

El futbolista llegó aquel verano a Las Rozas, para jugar la Eurocopa, con una autorización firmada del Leipzig para poder acudir después a los Juegos Olímpicos, ya que los clubes extranjeros podían negarse a ceder a sus futbolistas a España, al estar fuera de fechas FIFA, algo que les ocurrió a Fabián o Borja Mayoral. Olmo no quería perderse aquel torneo y consiguió convencer a su club, un compromiso que el técnico riojano agradeció, porque era un jugador clave para él. Juntos conquistaron la plata olímpica en Tokio.

Por todo esto, De la Fuente no dudó en incluirlo en su primera lista a pesar de que apenas había contado con minutos después de la lesión. De la misma manera, Olmo se mostró disponible para ser titular en el primer partido del seleccionador, consiguiendo un gol fundamental. La lealtad mutua es total y se refuerza más en cada concentración. Eso sí, lo normal es que Dani se caiga ante Escocia, ya que sería demasiado arriesgado jugar dos partidos en un espacio tan corto de tiempo. Más todavía tras retirarse del entrenamiento.