David García, en nombre de los que iban a estar y no pudieron: "Me jodió; la final de la Euro la veré solo porque me pongo nervioso"
El capitán de Osasuna, que hubiese estado en Alemania de no haberse lesionado, habla con Relevo a sólo unas horas de la final.

Berlín (Alemania).- Las hazañas del deporte siempre echan de menos a alguien. España se juega ser campeona de Europa esta noche ante Inglaterra (21:00, La 1), una conquista que, de darse, pasará a la historia por convertir a La Roja en la selección más laureada del continente (cuatro títulos) y por haber coronado a un grupo armonioso, liderado por un técnico en el que nadie creía y por un chaval de 17 años que da la sensación de haberse recorrido ya una vida. Si el equipo de De la Fuente se corona, los 26 internacionales quedarán para los anales. Pero, como ocurre siempre, para que algunos de ellos estén y celebren otros tuvieron que caerse y llorar. Es el caso de Gayà, lesionado sobre la bocina y que abrió la puerta a Cucurella; Isco o Gavi, cuyos contratiempos favorecieron la convocatoria de Fermín; o David García, pieza importante durante toda la fase de clasificación que sufrió una rotura en el bíceps femoral a finales de abril. Vivian ha ocupado su lugar.
Al capitán de Osasuna, que habla con Relevo a unas horas de la cita de Berlín, le persigue una especie de mal fario con España. La primera convocatoria le llegó con 29 años y su debut, pese a que él rayase a buen nivel, coincidió con la derrota más dolorosa del seleccionador (el 2-0 en Escocia de marzo de 2023). De la Fuente le llamó tres meses después para disputar la Final Four de la Nations League… y tres días antes se dañó la rodilla. Le sustituyó Nacho y el percance le restó un título. Volvió en las listas de septiembre, octubre y noviembre y, cuando parecía asentado para la Euro, la desgracia volvió a cruzarse en su camino. Pero nadie olvida que este éxito, sea cual sea el resultado, también llevará su firma, como la de Gayà, la de los tres descartes que comenzaron esta concentración en Las Rozas (Cubarsí, Llorente y Aleix García) y la del resto de jugadores que formaron parte de las listas previas (Pedro Porro, Balde, Pau Torres, Iñigo Martínez, Sancet, Sarabia o Gerard Moreno).
Un giro total
Mientras sus compañeros apuran esta mañana de domingo los últimos preparativos y escuchan la charla técnica de Pablo Amo, David trabaja en Tajonar para acoplarse cuanto antes a los métodos de Vicente Moreno. Él ha sido parte activa de la transformación total de la Selección. Desde aquel tropiezo en Glasgow que complicó el pase a la Euro a esta España que enamora sólo han pasado 15 meses. "Yo soy una persona ambiciosa, pero ponerte a pensar hace un año y pico que íbamos a llegar a la final y haciéndolo de esta manera… No sé si mucha gente hubiese apostado por ello. Siempre se hacían esas comparaciones odiosas con la Selección que ganó tanto. El mérito es de Luis: ha formado un grupo increíble y ha conseguido hacer de estos chicos una gran familia", expone el central.

La final la verá solo, o como mucho con su mujer, para no "tensarse de más". "Vivo casi tanto los partidos como cuando los juego. Prefiero quedarme en casa y que no haya demasiada gente alrededor, que me pongo nervioso", cuenta entre risas. La victoria ante Francia le emocionó: "¡Cómo jugamos!". Y ahora la alegría por presenciar el éxito gana por goleada a la rabia de no poder disfrutarlo desde dentro de la expedición: "Soy muy feliz por ellos. No me he perdido ni un minuto. La fase de grupos, los octavos, los cuartos… Los he disfrutado con mis amigos, de vacaciones, y con mi familia cuando regresé a Pamplona. Tengo muchas ganas de que lleguen las 21:00. Estoy convencido de que vamos a ser campeones".
En cualquier caso, el palo de quedarse fuera resultó duro y difícil de digerir: "Ya venía con la música de la temporada anterior. Me lesioné 72 horas antes de la Nations. Después tuve la oportunidad de seguir yendo… y en abril pasó lo que pasó. Cuando me hicieron las pruebas y me dijeron que era un poco más de lo que se pensaba estuve jodido, cabizbajo. Me di cuenta de lo que me podía perder". El cariño de De la Fuente se lo ha hecho todo más fácil: "Me llamó las dos veces. Así es Luis: humilde, cercano, cariñoso. Me dio ánimos y me tranquilizó".
"De la Fuente me llamó las dos veces que me lesioné. Es un ejemplo. Nadie confiaba ni él ni en el grupo"
Capitán de Osasuna y jugador de la SelecciónAl entrenador le llega ahora un reconocimiento que no siempre resultó tal: "Ha sido el que se ha llevado todos los latigazos. Nadie confiaba ni en él ni en el grupo. En los últimos meses se le ha dado la vuelta a la tortilla y sólo se escuchan halagos. Esa es la injusticia del fútbol. Me alegro mucho por Luis". Coronarse este domingo en el Olympiastadion también supondría un premio para una plantilla de la que se ha dudado y a la que se colocó claramente por debajo de Francia, Portugal, Alemania o la propia Inglaterra: "Hubo muchas críticas cuando perdimos en Escocia. Sé los momentos duros por los que pasamos. Este equipo se merece una Eurocopa".
Como revela David, después de aquel tropiezo sonado en Hampden Park se produjo una "conjura" que sentó las bases de la resurrección. "Ese día tuvimos mala suerte en el primer gol (se resbaló Porro) y nos costó reaccionar. Desde ahí hubo un cambio: nos mentalizamos en que teníamos que ganar todos los partidos restantes". Y así fue: desde entonces España ha vencido 13 de sus 14 encuentros oficiales. El otro se empató con Croacia a 120 minutos en la final de la Nations.
El papel de Morata
En la Selección de la armonía habrá un puñado de nombres propios que llenarán las portadas si a eso de las 23:00, si no hay prórroga, Morata levanta la copa al cielo de Berlín. David sigue en contacto con todos y elogia detenidamente el papel del capitán, criticado estas semanas por su rendimiento y por sus polémicas declaraciones a El Mundo antes de la semifinal. "Te cuento una cosa: cuando me convocaron fue la primera persona que me escribió por Instagram para darme la bienvenida antes de vernos en Las Rozas. Ya en Madrid vino a hablarme, a echarme una mano y a ayudarme en lo que necesitara. Lo que hago yo en Osasuna como capitán, Morata lo hizo antes conmigo. Es un orgullo que sea él quien lleve el brazalete. Para nada se merece esos comentarios negativos. Todo lo contrario. Si la gente conociera cómo es de verdad y todo lo que se implica y aporta al grupo, no se dirían esas cosas", explica.
Queda claro que la defensa a ultranza de De la Fuente y el vestuario hacia el '7', especialmente por parte de los jóvenes y los recién llegados, no es porque sí. David también ha presenciado de cerca el camino hasta esta final de otras de las estrellas de La Roja. "Con Lamine coincidí en su primera lista. Nadie se podía esperar este nivel. Estamos asombrados. Por su personalidad parece que tenga 26 años y no 17. Somos unos afortunados de poder tenerlo", ensalza. Y también tiene palabras de elogio para Le Normand, Laporte y Nacho, los tres centrales con los que ha compartido presencias en la Selección: "Con Robin guardo muy buena relación. Cuando estaba allí, como soy amigo de Mikel Merino (jugaron juntos en Osasuna), me juntaba con los de la Real Sociedad. Los tres son unos cracks. Nacho, por su experiencia y lo que ha ganado con el Real Madrid; Robin, por su contundencia y agresividad; y Laporte, por la calidad y su salida de balón, esa zurda". A Vivian, con el que todavía no ha convivido, también lo alaba: "Me parece muy bueno".

El reconocimiento se extiende al staff, el pegamento de esta España: "Lo que más me sorprendió de ellos es que son gente supernormal, que te muestra su cariño y te echa un cable para cualquier cosa que necesites. De Pablo (Amo, segundo entrenador) destaco lo inteligente que es a nivel táctico y futbolístico. Sólo con escucharle en las charlas que nos da cuando tenemos que preparar un partido te das cuenta de ello. Juanjo González (tercer técnico) y Javi (López Vallejo, psicólogo) también tienen un rol muy importante".
La obsesión de David, ahora, pasa por poder volver cuanto antes y hacerlo a una España campeona: "Debutar con la Absoluta era uno de mis sueños. No había pasado nunca por las inferiores y lo logré. Pelearé por conseguir otra llamada". En Osasuna, con Oroz en los Juegos y piezas como Areso o Moncayola pisando fuerte, hay otros que le ven como un espejo y que quieren seguir sus pasos: "Aimar ya ha ido con la Sub-21. Con trabajo, constancia y dedicación las cosas pueden suceder". Él lo sabe mejor que nadie. Esta noche, desde la distancia, vibrará para empujar y ver colgarse el oro a la familia: "Se lo merecen como ninguno". Esto también es suyo.