EUROCOPA | FRANCIA

La derrota de Le Pen permite a Francia que hayan más Kanté y Camavinga

El tercer puesto de Agrupación Nacional impide su entrada al Gobierno francés y no podrá aplicar las medidas de inmigración que apuntaban hacia la selección nacional.

Camavinga, Kanté y Griezmann, en pleno partido contra Austria./Getty Images.
Camavinga, Kanté y Griezmann, en pleno partido contra Austria. Getty Images.
Guillermo González

Guillermo González

Múnich (Alemania) -. Marine Le Pen fue la gran derrotada de Francia tras caer con rotundidad el partido político de 'Agrupación Nacional' en la segunda ronda de las elecciones legislativas. Después de una arrolladora victoria por parte de la extrema derecha el pasado 9 de junio, todo hacía pensar que su cambio se produciría. Y no. "Ha sonado la alarma. Tenemos que movilizarnos para ir a votar", dijo el internacional Ousmane Dembélé en las primeras. Y el pueblo francés lo ha escuchado, formando una posterior coalición entre la izquierda y el macronismo para gobernar. Pero… ¿de qué se han salvado realmente? ¿Y el fútbol en particular?

Agrupación Nacional planteó su programa para convencer a Francia. Y como ya ocurrió con su padre, Jean Marie Le Pen, fundador del partido político, las medidas sobre inmigración definían por completo su ideología. "Hay que preservar al pueblo francés de la avalancha migratoria", decían. De ahí que propusieran (entre otras cosas) la supresión del derecho de suelo o 'ius solis', es decir, no obtener la nacionalidad si has nacido en el país por el 'ius sanguinis' o derecho de sangre. O lo que es lo mismo, ser francés por progenitores, un criterio jurídico que se aplica en España entre otros países. Además, contra los inmigrantes, promovió retiradas de subvenciones públicas, derogaciones de la sanidad universal y condicionantes al acceso del trabajo asegurando la preferencia de los franceses nativos. En definitiva, instaurar el plan de la "prioridad nacional".

Casi toda la expedición de Deschamps nació en Francia. De hecho, solo tres futbolistas no nacieron en territorio francés: Maignan (Guyana Francesa), Camavinga (Angola) y Samba (República del Congo). Sin embargo, los orígenes de muchos ellos son norteafricanos y centroafricanos. Y en ocasiones, de escasas posibilidades económicas. Muchos de la convocatoria fueron el bote salvavidas de sus familias.

Por ejemplo, un jugador como Kanté sería "una víctima" de esta medida. Sus padres llegaron a París desde Mali en 1980 y se establecieron en el distrito de Rueil-Malmaison, en los suburbios de la capital. Once años después nació N'Golo. La supresión del derecho suelo dejaría sin nacionalidad francesa a alguien como el centrocampista, que está siendo una de las piezas claves para Deschamps. Y el cambio al 'ius sanguinis' afectaría a otros futbolistas como Camavinga.

Sus padres, Celestino y Sofia, salieron del Congo antes de su nacimiento para recalar en el campo de refugiados en Miconje. En 2003 llegaron a Francia para prosperar. Hasta 2019 no obtuvo la nacionalidad francesa, junto a su padre y dos hermanos. Con Le Pen sería más complicado. "Mi padre luchó mucho para conseguirnos la ciudadanía francesa. El hecho de que yo, gracias al fútbol, haya sido quién ha podido acelerar el proceso es algo maravilloso. Mi padre lloró de emoción", contó en Le Parisien.

La realidad es que los futbolistas de élite no tienen dificultad para conseguirla. No es la primera vez que se hacen concesiones excepcionales por carta de naturaleza, como vemos con Camavinga y como ocurrió con Robin Le Normand en España. Sin embargo, sí que define una clase de 'ser francés' y limita las posibilidades de los más desfavorecidos.

Una Francia de clases

¿Pero estas medidas se hubiera aplicado de manera ipso facto? No. "Está en contra del Tratado de la Unión Europea. A nivel de políticas no podría haber hecho mucho porque hubiera estado constreñida por la política europea. Era más populismo y habladurías. Eso sí, se podría haber instaurado un principio como 'los franceses primero'", explica la politóloga Marta Nuño. En lo futbolístico, se podría llegar a ideas como "futbolistas de primera y de segunda".

Pero 'Agrupación Nacional' va ganando terreno. "Una victoria en diferido", definió Le Pen tras conocer los resultados. Que su idea de "prioridad nacional" coja poso choca frontalmente con la naturaleza de lo que es la selección francesa. De ahí que jugadores como Jules Koundé, entre los más activos de la selección en dar su opinión, irradiara felicidad en redes sociales al conocer el fracaso de la extrema derecha: "El alivio es igual a la preocupación de las últimas semanas, es inmenso".