Son poco más de tres minutos de Nico Williams y Lamine Yamal en un sofá, tampoco vamos a decir hipnóticos, pero uno se queda viéndoles, porque transmiten despreocupación, colegueo, descaro, dos chavales en un sofá a los que parece que les resbala la vida, cuando en sus piernas reposan buena parte de las posibilidades de España en la Eurocopa, ahí es nada.
"Iluminado", "es que no eres serio, hermano, di la verdad", "es un chaval que no entiendo de dónde ha salido, pero buen chaval", "¿te lo busco en el diccionario?", " soy su padre", "no, es mi hijo", "date una vuelta" son algunas de las frases que se disparan en una charla producida por los canales oficiales de la Federación, que manejan y controlan un contenido que hace años era de los medios, todo dicho sea de paso.
No hay nadie noticioso en lo que dicen, se trata más bien de echar un ratillo 'con' ellos, sin más, la explicación pueril al piedra papel o tijera, los bailes de Tiktok, cómo se conocieron… chavaladas sin más, que contrastan con el escenario en el que se producen, antes de uno de los partidos más importantes de la historia de la selección, al menos de muchos de sus compañeros. La tensión no va con estos dos potros salvajes, en el oleaje no pierden el sentido, ni quieren riendas ni herrajes.
El caso es que estamos descubriendo a Lamine Yamal, al que el Barça ha protegido midiendo con sumo cuidado sus exposiciones. En el ecosistema de la selección le hemos escuchado en los programas de radios más importantes sin que nadie se lleve las manos a la cabeza. Ya no solo le reconocemos por su voz, sino que estamos descubriendo a un chaval con carisma, todo desparpajo, nada que ver con la versión tímida y apocada con la que Messi empezó a asomarse al primer equipo. Los monosílabos de Leo en sus primeros años contrastan con un Lamine que no se hace pequeñito ante los focos.
"Es muy extrovertido y no le da vueltas, es directo. Sí. No. Contesta rápido. No especula. Es otro nivel", cuenta alguien que le conoce muy bien. Es lo que se ve en el vídeo, es rápido y osado, como en el césped. Una joya para su club, la selección y la cantidad de marcas que están por llegar.
