EUROCOPA | ALEMANIA - DINAMARCA

Dinamarca pone encima de la mesa la ayuda a Alemania con el reparto "injusto" de las entradas: "Jugaremos fuera de casa"

El seleccionador confirma que Eriksen y Delaney, con problemas estomacales, serán duda hasta el último momento ante Alemania.

Hjuldman, esta tarde de viernes en el estadio del Borussia Dortmund, donde este sábado Dinamarca se medirá a Alemania. /GETTY
Hjuldman, esta tarde de viernes en el estadio del Borussia Dortmund, donde este sábado Dinamarca se medirá a Alemania. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Dortmund (Alemania).- El cielo de Dortmund, después de unos días en los que el sol ha brillado con fuerza con temperaturas superiores a los 30 grados, está empezando a nublarse. Para el partido de octavos de final entre Alemania y Dinamarca de este sábado (21:00) se espera que vuelva el frío y la lluvia, incluso según el servicio meteorológico alemán, hay probabilidades de fuertes tormentas, algo que ya ocurrió una semana antes en el partido entre Turquía y Portugal. Es imposible no mirar al cielo, aunque el técnico alemán quite hierro al asunto respetando aquel mantra de "no me preocupo de lo que no puedo controlar". Lo dijo a su manera, claro, Kasper Hjulmand: "No lo sé, no pienso en ello. Solo nos centramos en el partido. Si llueve o no, lo veremos".

También tiene cosas más importantes en que pensar aunque la lluvia pueda marcar el juego. Hay dos futbolistas capitales como Eriksen y Delaney que sufren problemas estomacales. El primero es duda y no se entrenó esta mañana. El segundo ya se perdió el encuentro ante Inglaterra pero ya está preparado. El seleccionador espera que se recupere su buque insignia, y es optimista, aunque llegará ante "la favorita" Alemania con menos entrenamientos que el resto de sus compañeros y en medio de la incertidumbre: "Siempre tenemos un plan B para cada jugador". Corto y al pie. Por si acaso.

Hay mucha incertidumbre en esta Eurocopa con las teóricas favoritas. Solamente España ha sido capaz de ganar los tres partidos y de estar, incluso, por encima de las expectativas con un equipo joven y dinámico, veloz y sólido. También para Hjulmand lo es Alemania, aunque en el tercer encuentro no pasara del empate ante Suiza: "Sí, ya lo dije antes de que empezara la Eurocopa que considero que Alemania es una de las favoritas. Tienen calidad como demostraron en la manera de expresarse en sus dos primeros partidos, su talento. Nosotros tenemos un fantástico equipo, tienen que estar muy bien para ganarnos", reveló.

Le preocupan muchos aspectos a Hjulmand, especialmente quién jugará en la punta de ataque, si el gigantón Füllkrug o el Haverts, el falso nueve, porque esa simpleza modifica los comportamientos ofensivos de la Alemania de Nagelsmann. "Cambia cosas, pero sabemos que Füllkrug actuará durante el partido. Estamos preparados", dijo, a lo que asintió el otro jugador que compareció en la sala de prensa de Dortmund. "Kasper ha hecho diferentes preparaciones para diferentes partidos. Nos preparamos para todo, y deberemos cambiar durante el encuentro. No nos importa, ya veremos", dijo Jannik Vestergaard.

Los 50.000 alemanes ante los 8.000 daneses con cierta polémica

Al técnico le ocupa que su equipo mejore "las habilidades en tres cuartos de campo, porque estamos mejor en posesión", aunque entiendo que no es el mejor partido para ello porque entidad del rival. Y por lo que se vivirá en la grada. Hjulmand no solo mira al cielo, sino que también pone un ojo en el infierno del Westfalenstadion, donde se esperan alrededor de 8.000 espectadores daneses y más de 50.000 alemanes. Un ambiente hostil en un campo donde la atmósfera puede ganar partidos.

"Nosotros sentiremos que Alemania jugará en casa. Si en otros estadios tendremos hasta 20.000 aficionados, estamos felices, pero mañana será como fuera de casa. Ellos nos darán lo mejor y crearán ruido". En un primer momento, apenas les han dado 6.000 localidades de las 67.000 que hay en el estadio, finalmente han conseguido llegar a las 8.000, pero Alemania, que ha copado las entradas de la UEFA al estar en casa y al predecir que iban a finalizar primeras de grupo, tendrá un apoyo incondicional. "Es un poco injusto, nosotros podríamos haber vendido muchas más", dijo el jueves Aleksander Bah, jugador de Dinamarca.