Un encapuchado en el techo del estadio del Alemania - Dinamarca desnuda los problemas de seguridad de la Eurocopa
La policía intervino y neutralizó al hombre después del pitido final.

El Alemania - Dinamarca tuvo de todo: goles, tormenta eléctrica, acciones polémicas con posterior intervención del VAR... e incluso un encapuchado en el techo del estadio, el Signal Iduna Park, al término del partido, cuando los jugadores saludaban a los aficionados y les agradecían el apoyo. El combinado germano selló su clasificación para los cuartos de final de manera contundente, inquietado sólo en algunos tramos del duelo, gracias a una actuación destacada de Havertz, autor del 1-0, Musiala, que anotó el 2-0, y Rüdiger, MVP del choque.
Police chase down and handcuff man at GUNPOINT after he climbs onto roof of Dortmund's stadium... raising huge security concerns following Germany's 2-0 win over Denmark https://t.co/3SSa1nX3n5
— Mail Sport (@MailSport) June 29, 2024
Sin embargo, la nota negativa del encuentro se produjo, precisamente, cuando el árbitro ya había decretado el final del mismo. Michael Oliver, encargado de mediar en el Alemania - Dinamarca, alertó a los capitanes Gündogan y Schmeichel sobre la presencia de un encapuchado en el techo del estadio, después de que consiguiese trepar por las vigas y situarse en uno de los puntos más altos de la casa del Borussia Dortmund, en la segunda parte.
Todo esto ocurrió con los aficionados dentro del estadio y los jugadores sobre el césped, incrédulos ante lo que estaba sucediendo. La policía, finalmente, intervino y neutralizó al encapuchado, que se aproximó hasta una de las esquinas del techo, a punta de pistola, según Daily Mail. Las fuerzas de seguridad le quitaron la máscara que cubría su rostro y evacuaron por filas a los aficionados, buscando controlar lo que estaba sucediendo en lo alto del Signal Iduna Park.
Problemas de seguridad...
La presencia de un encapuchado en el techo del Signal Iduna Park no hace sino desnudar los problemas de seguridad de la Eurocopa, un torneo multitudinario al que acuden millones de personas que, por momentos, superan al personal de seguridad encargado, entre otras muchas cosas, de evitar que aficionados trepen por las vigas del estadio.
No es la primera noticia que deja entrever las dificultades para hacer frente a un evento de esa magnitud. Durante la fase de grupos, los problemas por el lanzamiento de bengalas, espontáneos durante los partidos o los problemas de tráfico son otros de los ejemplos que más han irritado a organización y aficionados.