Un estreno a la italiana que no asusta

Italia arranca con buen pie y sensaciones regulares. Un grotesco error de Dimarco puso en jaque su triunfo con solo 22 segundos en el cronómetro. Como si le fuera la vida en ello, la 'Azzurra' montó una revolución hasta sellar 20 minutos de fútbol caviar, como si fuera una firme aspirante. Y, después, a dormir. Letargo sobre la posesión, resistencia al entusiasmo albanés y tres puntos para comprometer de una forma más directa el avance de España. No todo es brillar, los italianos ya han dado el primer paso. Lo hubieran firmado. Y tanto.

El empacho de la Eurocopa se cura con goles. Tras un Hungría-Suiza para cafeteros y el recital de los chicos de De la Fuente, el Italia-Albania podía resultar un tanto descafeinado. Cara a cara dos selecciones que dejan algo frío. Los que ejercen anecdóticamente de visitantes son uno de los grandes desconocidos del torneo y para colmo están incrustados en el grupo de la muerte. Nadie les da mucha bola en las porras.

Italia tampoco es la Italia de antes, aunque llega como una de las tapadas del torneo. Su once es de sabor agridulce. Algún jugador fuera de sus años más gloriosos y algún que otro desconocido para el público general pueden invitar a pensar que su papel no será brillante. Y menos con dos colosos a su sombra. ¿Sería algún jugador de la 'Azzurra' titular en España? Dudas.

Pero si la Eurocopa la ganara siempre la mejor plantilla o la considerada por todos como la favorita sería un modelo mecánico. El balón habla en otro idioma. Y, además, se vio pronto. Bajrami marcó el gol más rápido de la historia de la Eurocopa, a los 22 segundos, en el error individual más grosero en lo que va de torneo. Dimarco decidió sacar de banda para dejar mano a mano al albanés con Donnarumma. Definió de maravilla, aunque el 95% del gol se lo apunta su adversario.

Vaya, las predicciones no parecían erróneas. Italia apuntaba a descalabro. Pero conviene no olvidar que esta plantilla la componen futbolistas con solera y una parte del núcleo fuerte del Inter que ha arrasado en la Serie A. Spalletti engrosó la maquinaria y comenzó a funcionar. Barella, al que incluso colocaban en el banquillo, cogió la batuta y, claro, todo fluye. Jorginho y Pellegrini le acompañaron con esmero.

Fue ponerse por debajo en el marcador y comenzar un arreón. Scamacca disparó desviado, Chiesa chocó contra la zaga y Bastoni ya no perdonó. Pellegrini le puso un balón con música y su cabezazo retumbó. Los italianos enloquecieron en Dortmund. Y no dieron tregua. Dimarco incidió por el costado para arreglar su error de antes, aunque sus centros encontraron respuesta. No lo hizo el feroz disparo de Barella, un chutazo a la red que apagaba el incendio y volvía a colocar a Albania en el lugar que le correspondía en el total de porras de este país.

La Italia más vertical se acomodó bajo el cobijo del marcador. Jorginho y Barella tocaron y tocaron, mientras el nervio de Chiesa solicitaba agitar. Superada la media hora, Frattesi recordó que en una Eurocopa cada gol cuenta y chutó a la madera. Strakosha, de lo más mediático del combinado albanés, hizo valer su estatus con una parada sobresaliente a Scamacca. Italia vencía y convencía.

Albania podía sentirse también orgullosa, aupar la cabeza. Le quedaba mucho por dar. Italia se asomó al abismo en menos de 30 segundos y eso desató su mecanismo de defensa, el temor. Los de Sylvinho dieron un paso al frente y los de Spalletti parecían sentirse cómodos a contracorriente. Qué paradoja... que duró poco.

Chiesa seguía de diablillo, qué bien le haría uno de esos a Albania. Lo intentaban sin éxito, con más gasolina que engranaje. Donnarumma levantó la mano para anticiparse a Rey Manaj, otro reconocido por el campeonato español. El delantero perdonó un mano a mano escorado rozando el descuento como señal de que las dudas italianas harán eco próximamente. Fue casi el broche final a un partido más desangelado, que se cerró con un espontáneo, siempre evitado por la realización. Uno se da cuenta que la Eurocopa es un regalo, pero no siempre un parque de atracciones.

Italia 2: Donnarumma; Di Lorenzo, Bastoni, Calafiori, Di Marco (83' Darmian); Jorginho, Barella (90' Folorunsho); Frattesi, Pellegrini (77' Cristante), Chiesa (77' Cambiaso); Scamacca (83' Retegui).

Albania 1: Strakosha; Hysaj, Djimsiti, Ajeti, Mitaj; Asllani, Ramadani, Bajrami (87' Muci); Asani (68' Hoxha), Broja (77' Manaj), Seferi (68' Laci).

Goles: 1-0 Bajrami (1'); 1-1 Bastoni (11'); 2-1 Barella (16').

Árbitro: El alemán Zwayer amonestó a Pellegrini, Calafiori, Broja y Hoxha.