EUROCOPA 2024

La nueva norma en el fútbol que siembra la discordia entre los jugadores: "Los árbitros tendrán que mostrar empatía"

Robertson y Gundogan opinaron sobre que solo el capitán pueda hablar con el colegiado. Al del Barcelona no le hace especial gracia.

El colegiado Davide Massa./REUTERS
El colegiado Davide Massa. REUTERS
Jonás Pérez
Sergio Fernández

Jonás Pérez y Sergio Fernández

La Eurocopa arranca y con ella un nuevo fútbol. Se acabó lo de protestar. Como anunció UEFA, solo los capitanes podrán hablar con los árbitros. Parte esta nueva medida del principio de la lógica: es decir, los jugadores verán amarilla si se exceden, si se quejan, no en una conversación sin sustancia en una acción aislada carente de importancia. Aun así, la medida es drástica. Ya no habrá míticas escenas de rodear a un colegiado, ya este tendrá potestad para amonestar a diestro y siniestro... Otro deporte. Por ello, es natural que los jugadores tengan dudas, aunque lo cierto es que hay incluso alguno que le parece una gran medida.

En la primera rueda de prensa previa del campeonato, los capitanes de Alemania y Escocia se encargaron de comparecer y ofrecer su visión sobre esta peculiar revolución. Y hay dos bandos. Robertson está de acuerdo y Gundogan le pone pegas. Es difícil opinar sin ver. Una vez comience el torneo, se podrá analizar exhaustivamente su aplicación y si hay un criterio común o cada maestrillo tiene su librillo. El del estreno será el francés Clement Turpin.

¿Qué actitud adoptarán? Robertson, de momento, ya ha anunciado que UEFA se ha preocupado por que los jugadores comprendan bien la naturaleza de este movimiento e incluso se ha posicionado a su favor: "Hemos tenido un meeting sobre esto y hemos visto las noticias. Está bien para mí mientras siga habiendo un espacio para el diálogo. Cuando los jugadores rodean al árbitro no es la imagen que queremos dar. Yo seré el que hable con el árbitro y sí, creo que va a ser un cambio positivo".

Gundogan, sobre la regla de las protestas arbitrales.

Cuestión de perspectivas, el portador del brazalete introduce el matiz de que es necesario dialogar con el árbitro y que estará de acuerdo si esto se respeta. Aunque parte de la base de la aprobación. Claro, su caso es más sencillo, ya que podrá seguir hablando con el colegiado. A lo largo del torneo, algún que otro jugador que no tenga el privilegio de hacerlo ofrecerá su visión.

Poco después del turno de palabra de Robertson, le tocó a Gundogan, cuya opinión dista bastante de la de su adversario. Para empezar partiendo de su desconocimiento: "No sé muy bien qué pensar sobre esta nueva regla porque depende mucho de lo que hagan los árbitros con ella". Pese a que realiza autocrítica sobre la actitud de los jugadores, teme que esta revolución se traduzca en un camino pedregoso para ellos.

"Somos humanos y podemos reaccionar de muchas formas... no diré irrespetuosas, pero seguro que no siempre de la mejor manera. Puedo entender la norma, pero creo que los árbitros van a tener que mostrar empatía", reflexiona. Porque para el jugador del Barcelona no se entiende el fútbol sin las protestas, sin la polémica. Razón no le falta, siempre que no haya faltas de respeto de por medio.

Por tanto, queda por ver cómo los colegiados afrontan el inevitable runrún del momento. A Gundogan le tiene especialmente preocupado: "Habrá que buscar la mejor forma de solucionar estas situaciones porque puede ser complicado. Las quejas son parte del juego: jugadores, entrenadores y fans. Espero que los árbitros demuestren comprensión y mientras no sean situaciones de falta de respeto, que no saquen muchas tarjetas".

Hecha la norma, hecho el debate, este viernes el fútbol cambiará para siempre. Adiós a las conversaciones entre árbitros y jugadores, adiós a las protestas. Serán los capitanes los que lleven la voz cantante. Una medida que ya probaba IFAB en torneos menores y categorías inferiores, que, de repente, llega a la élite más absoluta. Por ahora, opiniones hay para todos los gustos, como bien han demostrado Robertson y Gundogan.