La gran paradoja de la Eurocopa ha eliminado a un equipo con 4 puntos mientras otro pasa a octavos con 3
La vida extra para los mejores terceros ha desembocado en una extraña situación que evidencia el descontrol del formato.
Esto es lo que hay y así toca asumirlo, aunque sea contrario a la lógica y extrañe a cualquiera. La afirmación lo dice todo: en esta Eurocopa ha sido posible clasificarse para octavos de final con dos puntos y caer eliminado en fase de grupos sumando cuatro. Finalmente, el peor clasificado ha avanzado con tres. Sí, por imposible que parezca el formato da muchas segundas vidas a los terceros clasificados y un grupo igualado puede mirar con resignación como jugar un gran fútbol en la primera parte del torneo no tiene premio alguno. Mientras, tres rácanos empates pueden ser motivo suficiente para seguir con vida.
Vamos a explicar la paradoja. El Grupo E se ha cerrado con Rumanía, Bélgica, Eslovaquia y Ucrania empatadas a cuatro puntos. En la última jornada los dos empates en los dos partidos restantes, han forzado un paranormal empate en lo alto de la clasificación. O en lo bajo, según quiera verse. La selección ucraniana ha quedado eliminada de la competición por su diferencia de goles general de -2.
Es decir, un equipo eliminado con cuatro puntos en su casillero. Impactante.
Por otro lado, las cuatro mejores terceras de un total de seis también logran el billete para los octavos de final. Tras la conclusión del Grupo A y del Grupo B, convenía echarle un ojo a la tabla virtual. Croacia, con dos puntos y balance general de goles bastante pobre (-3) incluso tenía opciones de clasificación. Escasas, muy escasas, pero tenerlas las tuvo.
Y si no es Croacia; Dinamarca, Eslovenia, Serbia, República Checa o Georgia también podían en ese momento avanzar de ronda con tan solo dos puntos, siempre y cuando hubieran mejorado la situación goleadora del equipo de Modric. Esta circunstancia se hubiera dado si Eslovenia perdía con Inglaterra, ya que siempre o Dinamarca o Serbia alcanzarían los dos puntos. Y necesitará también que República Checa y Georgia pierdan o empaten sus partidos ante Turquía y Portugal respectivamente. Mucha matemática que no se ha terminado de resolver.
Finalmente, pasará Eslovenia como una de las mejores terceras con tres puntos y tres empates, como en su día hizo Portugal antes de ganar la Eurocopa. Dinamarca, mientras, ha avanzado como segunda, con otras tres tablas. Surrealista. El formato permite que una con cuatro puntos se elimine, mientras otra avanza con tres e incluso otra pudiera soñar con solo dos.
Un nuevo formato lo cambió todo
Desde la Eurocopa 2016, esta paradoja es posible. UEFA aprobó el aumento de equipos de 16 a 24 participantes. La fase de grupos se extendió de cuatro a seis. Y en vez de pasar ocho a cuartos de final, de repente superaban la primera fase un total de 16. Y como no existía la posibilidad de que hubiera ocho grupos... Con seis, la única posibilidad era dar premio a los mejores terceros o prescindir de los octavos y montar un embolado de la misma dimensión para jerarquizar a los segundos y enfrentar solo a los ocho mejores en las eliminatorias.
El formato alcanza ahora su tercera edición, con sus pros y sus contras. Las selecciones más modestas se plantan en el torneo con ilusión, aficiones y posibilidad de dar el salto. Un pro, sin duda. Las grandes, por el contrario, avanzan siempre salvo hecatombe, reduciendo, por tanto, esa capacidad de sorpresa. Cabe recordar que Portugal acabó ganando una Eurocopa empatando los tres partidos de la fase de grupos. Una contra. Y, entre medias, se cuela una paradoja. Una gran paradoja. ¿Cómo es posible que pueda eliminarse un equipo con cuatro puntos, mientras pasa uno con tres? La Eurocopa.