SELECCIÓN ESPAÑOLA

¿Por qué no importa tener un Plan B?

La selección de Luis de la Fuente ha caído con estrépito ante Escocia en un partido que reafirma algunos de sus problemas.

Luis de la FUente durante el partido. /GETTY
Luis de la FUente durante el partido. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

Guiarse por los resultados en el corto plazo suele llevar al equívoco en un deporte que si por algo destaca es por la fina línea, a veces invisible, que separa el rendimiento del marcador cosechado, despellejando el marcador de coherencia. El debut de la España de De La Fuente ante Noruega evidenció la distancia entre lo abultado del premio y lo presenciado. Escocia, con un fútbol refrescante, lo reafirmó. ¿Para qué un Plan B cuando primero hay que tener Plan A?

Parece que en el preludio del debut de esta nueva etapa de la Seleción el debate se ha centrado más en la ausencia de un Plan B, una idea muy vaga que señalaba como causa del tropiezo de España ante Marruecos la falta de "otro fútbol", que en ir al meollo de la cuestión. ¿Qué hacer para llevar a una selección que hizo semis de Euro y final de Nations al siguiente nivel? ¿Qué hoja de ruta seguir?

Ante Escocia, a la que De La Funete alabó su "juego directo", el seleccionador cambió a todo el equipo a excepción de Rodri y Merino, metiendo a David García e Íñigo Martínez de centrales y a Joselu en punta, perfiles que buscaban igualar la teórica desventaja en duelos directos. Como el fútbol es un deporte inescrutable, España perdió en las áreas -también en el juego-. No hubo dominio a nivel defensivo del punto de penalti (ambos goles llegaron tras centro lateral) pese a juntar a dos de los especialistas en esa zona. Porque lo relevante no es tanto ese Plan B, sino a qué quieres jugar con las piezas que tienes. Y España parece que no lo sabe.

Uno de los principales puntos de preocupación en estos dos primeros encuentros es la poca proactividad una vez España pierde la pelota. Luis Enrique era un amante de la presión alta, asumiendo muchos riesgos en esa faceta, pero había una coherencia entre su elección de piezas y lo que se veía en el verde. De La Fuente lleva muy poco en el cargo y es necesario cierto tiempo antes de ver qué rumbo toma la Selección, pero es evidente que, en estos primeros dos encuentros, España ha sido más tímida sin pelota, más pendiente de correr hacia atrás que de achicar espacios, algo que ha desajustado enormemente su transición defensiva.

De ahí que haya habido un par o tres de situaciones en las que la intención de Ceballos, Merino y Rodri fuese la de saltar y la de David García e Íñigo Martínez fuese retroceder, porque las naturalezas de los futbolistas son distintas y si el plan no es claro, cada uno rema allí donde más cómodo se siente. Tiene trabajo por delante el seleccionador a la hora de transformar virtudes individuales en armas colectivas. Tiene tiempo y la confianza del grupo.

Si algo nos demuestra el fútbol es que es el espejo más fiel que existe de la vida. Antes de tener Plan B es mejor tener algo sobre lo que construir, para que la emergencia no se convierta en tu única realidad.